No te rindas.

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-¿Y cómo vas descubriendo tus sentimientos?- Alice preguntó, no le molestaba la presencia de Off, pero a ella simplemente le gustaba estar informada.

-Chismosa- Arm le susurró tiernamente en su oído, haciéndola reír.

-No soy chismosa, me gusta informarme- Alice levantó su rostro orgullosa con una sonrisa.

-Realmente...ya me decidí- La pareja volvió su completa atención al chico de enfrente -Me gusta Gun- Alice comenzó a aplaudir por la respuesta que tanto había estado esperando por estos quince días -Hoy voy a ir por Mild y... terminaré con ella- Arm asintió con la sonrisa más grande.

-Suerte ¿Necesitas algo de apoyo?- Off negó con una sonrisa.

Realmente agradecía que la pareja no se hubiera ido como el resto de sus amigos, a pesar de que en verdad deseaban ir allá. Había aceptado sus sentimientos justo ayer que tuvo que ir cerca de la facultad que tenía que evitar y como si la suerte estuviera de su lado vio a lejos al hombre bajito que no lo a dejado dormir todos estos días. Pensó que tal vez era hora de aclarar todo, aunque él no tuviera nada definido, al final lo que tenía claro es que lo extrañaba como un maldito loco.

Antes de dar un paso para poder hablarle, Oab había llegado hasta su amigo y lo había con tanta fuerza, pudo ver la sonrisa de Oab, en donde se podía ver alivió y una satisfacción que él quería sentir. Todo el día estuvo de malas, hasta que en la noche no le quedó mucho más que aceptar que estaba celoso y que si pudiera le arrancaría los brazos a Oab para que no volviera a tocar a Gun.

Por eso hoy estaba más que decidido a comenzar a conquistar a Gun, aprovechando la ventaja de que a su amigo ya le gustaba Off. Después de sus clases, caminó hasta la facultad de Mild y la esperó en la entrada principal, ya le había enviado un mensaje, pero no quería que simplemente se le escapará.

-Ahí esta mi novio, nos vemos- La voz de Mild se escuchó y cuando Off pudo al fin verla, lo estaba señalando, mientras otras tres chicas sonreían hacía él haciéndolo sentir incómodo -Hola, amor- Mild quiso besarlo, pero Off se apartó ligeramente con una sonrisa.

-Vamos- Puso su mano en su espalda comenzando a caminar.

-Estaba pensado amor, ya deberías decirle a tu padre que te de un auto- Off frunció el ceño, porque las pláticas con Mild siempre eran lo mismo, como si su padre no se esforzará lo suficiente ya, dándole la oportunidad de pagar la renta de Off y sus estudios.

-Aquí- Off abrió la puesta para que ella pasará y pudo ver la cara de Mild de disgusto por la cafetería, no iba a llevarla a un restaurante o algo alejado para terminar con ella. Simplemente no gastaría ese dinero.

-Bien, estamos aquí, ya tengo lo que según es un café. Puedes por favor decirme ¿Qué es lo que necesitas?- Off tomó aire, solo lo estaba prolongando y tampoco se sentía cómodo robándole más tiempo del necesario a Mild.

-Mild...yo, me enamoré de alguien- Ni siquiera había dicho "de alguien más", porque Gun provocaba cosas que por más que lo intentará nadie llegaría hacerlo sentir lo mismo.

-¿Y luego?- Off esperaba lágrimas o algún drama, tal vez hasta estaba preparado para recibir un café caliente lanzado hacía él, pero Mild seguía ahí con la misma expresión de siempre -Lo entiendo- Off sonrío al pensar que ella solo intentaba ser comprensiva -Entonces ¿Cómo vamos hacer esto?- Mild sacó un pequeño espejo arreglándose un poco el cabello.

-¿Esto?- Off se sentía un tanto confundido.

-Sí, puedes tenerla a ella y yo aparezco en entrevistas o cuando tomes el cargo- Off ladeo un poco su cabeza.

-¿El cargo de qué?- La mirada de Mild le decía que dejará de jugar, pero realmente no estaba entendiendo una mierda de lo que estaba pasando.

-Sí, sobre la empresa de tu papá- Off abrió sus ojos sorprendido.

Permíteme QuedarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora