Es tiempo de avanzar.

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En algún punto cuando Gun escuchó decir a Off que ser gay era asqueroso, pensó que jamás sentiría de nuevo ese dolor con las palabras de su amigo, pero Gun siempre se equivocaba, ese dolor regresó cuando Off llegó a la mesa y les presentó a Mild una chica del otro salón, las palabras “Les presentó a mi novia” habían dejado congelado a Gun en su sitió en ese momento.

Lo peor es que siempre tenía que aguantarlos coqueteando frente a él, como si Gun no sintiera, como si él fuera una dura piedra que no se quiebra. Aunque tenía que aplaudirse así mismo pues llevaban un mes en la misma situación y Gun solo lloraba en su casa mientras su madre lo abrazaba protectoramente y le repetía cuánto lo amaba.

Singto estaba en la misma situación Krist había dicho que las palabras de su amigo lo inspiraron y que era hora de buscar el amor, una semana después Krist apareció con Fah, su novia, ahí, Gun escuchó el corazón de su amigo quebrarse en más de cien piezas.

-Dios, odio que coman con nosotros ¿Por qué no se van a otra mesa?- Singto salió de malas de la escuela, pero para ser justos esto estaba sucediendo desde que Krist tenía pareja.

-Quieren que nos llevemos bien, además escuché de Off que Mild no se lleva bien con sus compañeros- Gun iba pateando una pequeña piedra hasta la entrada de la escuela, estaba debatiéndose si llorar hasta quedarse dormido o primero hacer su tarea -¿Sigues viendo a Nat?- Singto asintió sin poner mucha atención, Gun no entendía como su amigo no se daba cuenta que Nat no estaba ayudándole a olvidar a Krist o el porque Singto no dejaba a Nat si tanto amaba a Krist.

-Tuve relaciones con él- Su amigo soltó sin previo aviso, haciendo que Gun abriera sus ojos y su boca formará una perfecta “O”.

-No…no comprendo ¿Cómo es que te dignas a reclamar?- Gun no quería ser grosero con Singto, pero Gun jamás había salido con un chico porque sabía que su amor por Off era más grande y que no cualquiera iba llegar a sustituirlo.

-¡No me regañes! No dejo a Nat porque pienso que a veces él es perfecto para mí y que algún día me voy a enamorar de él si lo sigo intentando- Singto bajo la mirada y Gun pudo escuchar perfectamente como se había quebrado la voz de su amigo.

-Sabes muy bien que eso no es así, llevas saliendo con Nat por al menos dos meses Singto y ¿Qué haz logrado? Llorarle a Krist porque está en una relación con Fah- Gun sabía que todas las personas necesitaban su dosis de realidad y en este momento su amigo en verdad necesitaba escuchar eso.

-Lo sé- Singto solo susurró, mientras su mirada seguía clavada en el suelo. Escucharon a alguien llamar a Singto dándose cuenta que era su padre, se despidieron con un abrazo y la promesa de llamarse.

Gun decidió que al llegar a casa que primero haría toda la tarea y después lloraría hasta quedarse cansado; sin embargo por más que intentó llorar simplemente hoy sus ojos no producían lágrimas. En cierta parte porque pensó en la situación de Singto si él tuviera a un chico como Nat ¿Podría superar a Off? No le gustaba utilizar a la personas, pero podía ver el punto de su amigo al no terminar la extraña relación que tenía con Nat.

Al día siguiente y por primera vez en un mes Gun no tenía los ojos rojos e hinchados así que agradecía que su cabeza se hubiera concentrado en la plática con su amigo, pensó que hoy sería un gran día, pero el destino le repetía siempre a Gun que de equivocaba. Al llegar no pudo ver a ninguno de sus amigos en la puerta, así que simplemente se dirigió hasta su salón para tomar asiento.

-¡Gunnie!- Off llegó aún más feliz que otros días, dejando extrañado al más bajito -Adivina ¿Quién perdió su virginidad ayer?- Entonces Gun se dió cuenta que su madre tenía razón, cuando te rompen lo último que queda de tu corazón el tiempo se hace lento, escuchas como truena y sientes un dolor inconfundible.

Permíteme QuedarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora