Bitácora de Jaun, 1 de febrero 2:30 pm

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Han pasado 8 días desde mi última actualización, gracias a Eri encontré la manera de poder comunicarme con todas las especies de este mundo, un hechizo de traducción universal, ahora el problema es encontrar quien realice el conjuro, aparte de todo eso, logre conocer más acerca del ataque de las criaturas de la fisura, se les llaman los marchitos, la mordida de estos despierta la oscuridad que hay en todas las criaturas y las vuelve violentas, solo buscan expandir su "enfermedad", no hay mucha más información acerca de eso, y espero no volverme a topar con una de esas cosas, quise saber sobre los grandes dragones y su muerte, en los libros que Eri tenia pude leer sobre sus habilidades, Reimeror el dragón emplumado de ojos azules, protector del hombre y con control del fuego, Uroboros la gran serpiente esmeralda, señor de los vientos, Kyravius de las cumbres heladas, quien ayudo en la construcción de Acelf con su gélido aliento, Amir el guardian de las arenas, quien con su fuerza controla la tierra, Kamehu el guardián del mar, quien ayuda a los marinos cuando sus barcos se estropean y el ultimo y de quien encontré su joya, el Señor de las tormentas, el dragón negro de ojos rojos, Zekrhan, 5 de los dragones protegían los reinos, uno deambulaba por toda neburi.

Eri me regalo algo de ropa de su difunto esposo, pronto saldremos de viaje a la tierra de los elfos, puede que allá encontremos quien nos ayude con el hechizo, después de eso no tengo muy decidido que hare, aún tengo el pensamiento de querer volver a mi mundo, pero cada día que paso me gusta más aquí, a pesar del problema con los marchitos es un mundo tranquilo, siento calma desde que llegue acá, por lo pronto acompañare a Eri a recolectar víveres y agua para mantener la alacena llena, en otras palabras iremos de compras, es lo mínimo que puedo hacer por la ayuda que me ha brindado, puede que ponga en práctica lo que se de cocina y le prepare comida de mi mundo.


6:00 pm

Han pasado 4 horas desde lo último que escribí, logramos comprar muchas cosas y recolectamos bastante leña para los hornos, mientras hacía eso ultimo decidí explorar un poco los alrededores y me topé con una entrada a una mina, por su aspecto parecía abandonada, los retablos rotos y la poca iluminación eran señales de que era un lugar peligroso, aun así entre, por una vez mi curiosidad brindo buenos frutos, encontré varias piedras preciosas, rubíes, zafiros, esmeraldas con las cuales llene una bolsa que tenía a la mano.

Adentrándome más en la mina me topé con una piedra enorme de ébano, o eso creía, por mi mente solo pasaba la idea de llevármelo para poder hacer una espada, siempre quise una espada negra y tenía la oportunidad frente mí, el problema es que la roca estaba incrustada en el muro justo al lado de una viga que se veía demasiado frágil, prácticamente se podría romper con nada, apele a mi codicia y excave con cuidado de no tocar la viga, fui un tonto al creer que todo saldría bien, tratando de sacar la roca se empezó a romper la viga y el techo de la mina empezó a romperse, logre extraer el mineral y salir corriendo, pero mi brazo termino bastante lastimado, Eri al verme se preocupó pero luego de ver mi sonrisa estúpida y mi botín me golpeo con un puerro que tenía en la mano, la verdad fue cómico, se sintió como escena de los animes que solía ver.

Eri estaba enfadada y preocupada, me ayudo a limpiar y cubrir mis heridas, fue suerte que el brazo que me lastime fuera el izquierdo, hablamos de cuando seria que saldríamos de viaje, tenía ansias de conocer sus tierras, partiremos en 1 semana, en cuanto mejore.

Ahora estoy en mi habitación examinando mi botín y me he dado cuenta de que lo que pensaba que era ébano es otra cosa, no sé como pero al pasarle la mano salen chispas de electricidad de mis dedos, ha de ser la afinidad de la joya de Zekrhan, este mineral es curioso y me gustaría que alguien que supiera de piedras la examinara y me dijera que es.

Por ahora descansare, el dolor de mi brazo es muy grande y la medicina fuerte y amarga, mucho para mí por un día.

Jaun fuera. . .  

Bitácora de Jaun, el descenso de un heroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora