00. Prólogo

4.3K 524 153
                                    

00. Prólogo





Definitivamente algo se ve interesante en la clase número dos de Hagrid. Sus clases se realizan al aire libre, bajo árboles altos que buscan alcanzar el cielo, sin embargo la extrañeza de eso es que, ordenado por el nuevo profesor los estudiantes se sentaron, algunos muchos más desganados que otros, en el pasto verde haciendo un semicírculo ante un montón de huevos.

¿Huevos? ¿Para qué iban a querer huevos? Harry Potter, que siempre sabía que cualquier cosa allí podría sorprenderlo, se preparó para lo que fuera. Mientras escuchaba a unos metros, a Malfoy quejarse sobre el daño que casi sufre la clase anterior.

—¿Qué crees que hay en ellos? —preguntó Dean, acercándose a Harry.

Antes de que pudiera pronunciar su desconocimiento, Hermione respondió entusiasmada pero por igual algo cautelosa:

—Seguramente criaturas mágicas que desconocemos, la mayoría de huevos que usamos para pociones no tienen ese tamaño, por lo que están fuera de la categoría...Accesible.

— Sea lo que sea, estoy emocionado y aterrado. —comentó Ron, con una suave sonrisa en su rostro en dirección de Hagrid.

Como si sus palabras hubiesen atraído la atención del profesor, Hagrid se levantó de su improvisado asiento dónde había estado anotando algunas cosas en un largo pedazo de pergamino. Suavemente revolvió sus manos una en la otra, aún nervioso por el acontecimiento indeseable de su primer día. Sin querer, miró un instante a Draco Malfoy, desviando su vista luego al centro de la clase.

—Bueno bueno, les tengo una sorpresa. Estos huevos que están aquí, son todos huevos lastimosamente abandonados por su propia especie. Necesitan de un cuidado especial, claro, pero ustedes me ayudarán en una parte con ese cuidado. Se dividirán en parejas y de esa manera cuidarán durante este año un huevo. El huevo tendrá que estar en buen estado, lograr averiguar qué o quiénes hay en su interior e informarlo. ¿Qué tal, he? ¡Sorpresa! —añadió emocionado, alcanzando sus palmas.

Los estudiantes soltaron murmullos, hablando unos con otros.

—¿Y por qué tenemos que cuidar a esas bestias? ¿Qué me dice que de ahí no saldrá algo que nos coma o muerda? — señaló Malfoy, con una mueca de puro disgusto hacia el gigante.

Claramente al chico no le gustaba para nada la idea de qué él estuviera dando clases, quizás porque más que nada, esos eran comentarios propios del mismísimo Lucius Malfoy.
Las palabras dichas, hicieron sentir algo inseguro a Hagrid, porque quizás y no era tan buena idea como había pensando.

—Ninguno de esos huevos tiene una criatura mortalmente peligrosa, ¿Verdad, Hagrid? —preguntó Lavender Brown, mirando con ojos curiosos bastante entretenida por la nueva tarea.

Motivado por una respuesta positiva, Hagrid recupero el espíritu.

—No. Nada de criaturas mortales, inteligentes sí, muchas de ellas tienen una inteligencia y astucia increíble, otras comparten armonía y amabilidad pero como cualquiera que puede ser hostigado, tendrán enojo e ira. Para su buena suerte, el nacimiento aún está lejano. Pueden estar tranquilos, sé de estas cosas, pero ustedes deben averiguar qué criatura cuidaron. Y el día de su nacimiento se les otorgará la puntuación total de su tarea, sabiendo si es que hicieron bien o no su investigación.

—¡¿Podemos escojer nuestros huevos?! —quiso saber Seamus, inquieto por obtener alguno de manchas rojizas o púas. Oh mejor púas no, ¡Le podían explotar!

Good fatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora