Good father

08. Partido de Quidditch

08. Partido de Quidditch

Draco Malfoy estaba absolutamente convencido de una sola cosa. Estaba enamorado. Lo cual era bastante extraño para el muchacho, porque ciertamente la lista de sus prioridades era tan diversas y tan centrada en el estatus social que no tenía la más remota idea de qué era el romance. A decir verdad, Draco no esta acostumbrado a la tan directa muestra de cariño o coqueteo, porque su vida se ha basado en dar indirectas agresivas en un lenguaje muy poco funcional utilizado solo por las familias más ricas.

Un lenguaje que apesta, en realidad. Odia eso de preparar indirectas cuando puede ser bastante directo con lo que sientes. ¿Fingió su odio hacia los sangre sucia? No, nunca, fue muy genuino con expresarlo al mundo, ¿mostró cuánto odiaba a Harry Potter? Por supuesto, con cada día de su vida en Hogwarts, ¿Se estaba esforzando por ser un buen padre? Por Merlín, ¡hasta la pregunta ofende!

Solo que esta la siguiente idea en mente. Harry y él tienen lo que podría llamarse un hijo por lo tanto son algo así como un matrimonio. Qué es más una demostración de amor que unir sus vidas, incluso metaforicamente porque aún no termina ni la escuela. Tristemente.

Aunque dentro de todo esto viene su más grande inquietud, cómo decirle a Harry Potter que lo ama. Demostrarle que su cariño es sincero y sus intenciones claras porque tiene la sospecha de que Harry lo considera un poco idiota. Hay algunos puntos que puede añadir como justificación ante tan grosero pensamiento hacia su persona, pero considerando la clase de muchacho que era a principios de años puede ver el por qué de la idea. Así que es así como se siente un esposo que trata de re-conquistar a su pareja. Es como un fénix renaciendo.

–Oye, Malfoy ¿estás presentando atención?

La voz del capitán del equipo hace que vuelva a tierra. A ese medio círculo que forman todos alrededor del muchacho de cabello negro, y es porque están prácticando para el partido de mañana. Quidditch, Gryffindor versus Slytherin. Lo cual es emociante, el quidditch es una de las cosas que más aprecia Draco, incluso si deben prácticar con una tenue llovizna y un viento helado que deja la punta de su nariz rojisima.

—Por puesto que estoy escuchando. —aclaró levantando el mentón un poco.

El capitán asiente con pesadez para volver a decirles que deben presionar al equipo contrario el día de mañana. Si más de alguno dice por lo bajo "que Malfoy debe darlo todo sin importar que vaya uno a uno contra su novio", Draco no corrigira ninguna palabra.

Hay cosas demasiadas obvias para ser ocultadas.

Se pasa gran parte de la mañana sobrevolando la pista, búscando la snitch dorada, mientras zizaguea y esquiva bludgers.

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Harry sintió la presencia de Hermione a su espalda. Por supuesto que ella estaba intrigada, luego de haber términado la práctica con el equipo casi corrio a la sala común con el próposito de seguir escribiendo sobre Azulino, más bien sobre la criatura que allí estaba. Era imposible que no tuviera una calificación Sobresaliente en este trabajo él y Draco habían dado su cien por cien y eso debe ser admirado. Entre otras cosas, como que ahora piensa a menudo en Draco Malfoy.

—Vamos, Hermione. No es tan raro que le este poniendo empeño a esto. —murmuró Harry, mirando de reojo.

—No he dicho nada. Pero si lo dijera, diría que esta muy bien. —comentó Hermione.

Harry se volteó hacia Hermione. La mirada de Hermione era astuta con un brillo peculiar, parecía demasiado contenta sobre algo era casi como si estuviera soltar una broma acerca de algo.

—¿Pasa algo? —preguntó Harry de pronto. 

—Mañana tienes partido de Quidditch y sin embargo, estás aquí...Haciendo tarea Harry.

La sorpresa de las palabras fue para Harry de hecho un golpe total a su nueva tarea, por supuesto que algo se le estaba olvidando comunmente sus tardes nunca son tan tranquilas. Así que eso significaba el temblor en el pobre de Ron, pues había decidido ser ayudante de Olvier Wood, quién sabe cuanto trabajo estaba teniendo. 

—Ya lo sabía. —respondió Harry. Porque en cuestión, sí lo sabía. Solo que estaba tomandolo con calma.

—Slytherin versus Gryffindor siempre da qué hablar. —agregó Hermione antes de dar media vuelta.

Harry se quedó mirando su pergamino con anotaciones diversas, su letra era lo suficientemente leible para cualquiera retomando el ciclo de cremiento de Azulino. Lo cual le daba unos puntos extras personales porque estaba avanzando a la par con Draco en este trabajo. Oh, cierto, Draco con quien tendrá que enfrentarse en un duelo sobre escobas para darle la victoria a su equipo. 

Bueno, tendría que ganar el mejor.

Con el viento sobre la cara las sensaciones siempre son diferentes. Es como sentir que no existe más momento que ese mismo, Harry estaba mirando atentamente el campo tratando de encontrar la brillante esfera. Sus ojos se movieron hacia Draco, pensando si él siquiera ya la había encontrando y volar en su dirección, pero el rubio parecía tan perdido como él mismo. Draco miró lentamente hacia arriba, donde Harry levitaba sobre su escoba.

Una sonrisa pequeña adorno los labios de Draco al verlo. Fue como un impulso instintivo que ni siquiera estaba ligado a la burla. Sus mejillas se pusieron rosas cuando Harry se le quedó mirando fijamente. 

—¡Malfoy, la snitch esta detrás de ti! —chilló la voz de uno de los jugadores de Slytherin. 

Aquello se sintió como un loquisimo deja vú. 

La persecusión de las escobas comenzó a alejarse por completo del campo de juego. Tal como solía pasar siempre, los buscadores volaron sobre su propio campo hecho al vuelo libre de la snitch. No existía en el momento más que ese instante, casi como si las cosas no tuvieran otra oportunidad como la ya vista. Cada juego era único.

—Te ganaré Harry. —dijo Draco en medio de la euforia. Casi rozando el costado de Harry mientras se alejaba un poco más. 

Porque ellos no tendrían discusiones de pareja normales. Habría siempre un juego de Quidditch de por medio. 

El partido fue ganado por Slytherin, pero en ese instante el campo se quedó en silencio por un segundo antes de volver a gritar de emoción. Oliver Wood aclaró que un juego perdido es una oportunidad para evaluar errores y siempre mejorar. Después de todo el equipo verde gano siendo limpios y buenos jugadores. 

—Esto es porque Potter y Malfoy son novios. Claro que no van a querer medio matarse en el campo. ¡Al fin un juego agradable! Hey, Wood, me gusta tu sonrisa. —comentó un chico al azar.

Draco no supo bien quién fue. Sus ojos estaban fijos en la snitch dorada mirando con asombro su belleza. El cabello estaba humedo por el sudor, causando que moviera en sincronía cuando dio media vuelta hacia Harry. Harry Potter.

—Mira, te la entrego para que Azulino y tú recuerdes este momento.

—¿Por qué querría recordar este momento, Draco?

—Porque...Bueno, para que recuerdes que yo, yo te quiero.

Tiempo. No hay que esperar más tiempo. Ambos chicos se sonrieron mientras Harry sostenía en sus manos la snitch, su corazón latía con emoción. 

N/A:  El que haya ganado Slytherin se escribio solito jsjs. A, que satisfacción esa pequeña confesión, ya cerquita para el final. Ya era hora, me tarde más de lo que pensé escribiendo esto aaa. Gracias por leer <33 besitos.