DRAFT: Frozen Hearts

11

Ya llegó el día, Okami llevaba su atuendo y entró exitosamente por la puerta trasera. Rondaba la una de la madrugada y Anubis entró por la puerta del recinto. Todo era colorido y oscuro a la vez, un burdel lleno de borrachos y pervertidos. El Mercenario no quería indagar mucho en el tema así que fue directamente hacia el baño de hombres que no le costó encontrar por un cartel que había en la entrada.

Se dirigió a este cuando una chica le paró poniéndole una mano en el pecho, al parecer era una prostituta más del lugar buscando un nuevo cliente.

??: Buenas, estas fuerte y me gusta tu pelo. ¿Que me dices si me acompañas atrás? No te robare mucho tiempo, eso sí tu no quieres.

El iría directo al baño apartando a la chica con cuidado dejando a esta algo confundida. Era una chica con un pelo largo y rosa, pálida y ojos azules claros, le habría llamado la atención que le sonaba su cara, pero debido a que no suele fijarse mucho en la gente lo dejo pasar entrando al baño para llamar a la puerta del mas cercano a la puerta. Estos estaban vacíos, cosa que no pareció importarle.

La puerta se abriría apareciendo una mano blanca que le agarraria de la camisa para meterlo de un empujón y cerrar la puerta.

Ok: Casi me pillan puto subnormal. He estado tres minutos dentro con esos animales buscando el puto baño de los cojones. Tres minutos he, seis nalgadas mínimo y como siete proposiciones de contrato. ¿Tu ves eso normal?

An: Te ves bien con la lencería, además, eres muy guapa, por lo tanto lo veo normal.

Ok: No ayudas, puto gilipollas de mierda.

Abrirían la puerta del baño, al parecer era un tío, se podía ver por debajo de la puerta de los baños los pies de estos así que al ver los tacones de Okami y las Botas de Anubis el hombre les habló.

??: Dale duro, tu puedes jajaja.

Okami comenzaría a golpearse con la palma de la mano el muslo derecho mientras respiraba en voz alta para simular ante el hombre y una vez se escucho la puerta cerrarse de que se iba del lugar la semihumana daría un golpe a Anubis en el pecho que le dejaría sin aire chocando este contra la puerta.

Ok: 85% de la recompensa. Subnormal.

Esta agarraria al chico de la mano aprovechando que aún no se había recuperado del todo del golpe para sacarlo afuera y llevarlo al ala de habitaciones cerrándose en una de estas que estaban insonorizadas puesto que los guardas les habrían dejado pasar.

Okami rápidamente correría a la cama agarrando una cosa que había sobre la cama, así que el Mercenario se acercaría a la chica.

An: ¿Has encontrado algo importante?

Era una chocolatina con forma de corazón pero esta se la estaba comiendo.

An: Es más raro verte sin comer que comiendo...

Ok: Oye, nunca he probado el chocolate de un prostíbulo.

An: Va, trabaja y deja de hacer el tonto.

Ok: No voy a follar contigo.

Se volvería a llevar las manos a la cabeza denido a que ya se encontraba hasta los cojones de estar en un grupo de trabajo de gente que no llega a los dos dedos de frente.

An: Qué te pongas a olfatear inútil, las prostitutas huelen a perfume y los puteros a alcohol. Es fácil de distinguir a los guardas y más fácil aún al jefe. El único que no huele a sudado.

Ok: ah vale, me había metido mucho en el papel al parecer.

An: Pues menos mal que no te has metido más...

La Semihumana apoyaría una rodilla en el suelo frente a Anubis cuando una prostituta acompañada de un hombre abrió la puerta.

??: Ah perdon, pensaba que no estaba ocupada, no está el carnet. Recuerda tragarlo todo~

Cerraría la puerta y sonaría el cartel de ocupado siendo puesto por esta en el pomo.

Ok: ¿Esta a sido la típica situación sacada de contexto de las series y películas no?

An: No veo series y películas.

Ok: ¿Enserio?

An: Trabaja.

El Mercenario apoyaría una rodilla en el suelo cerrando posiciones ojos para comenzar comenzar olfatear junto a la Sheyk.

Ok: Tampoco te la voy a chupar.

Por la frustración este se quitaría una bota rápidamente para lanzarla fuertemente contra el suelo.

An: ¡Porfavor!

Ok: Vale vale, ya olfateo...

Cerraría los ojos también para comenzar a seguir los rastros de olor de los empleados junto al Lobo Blanco.