DRAFT: Frozen Hearts

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La Capitana se encontraría en su casa leyendo un libro tranquilamente en su cama antes de ir a dormir cuando una explosión se escucharía. Saldría rápidamente al balcón para visualizar como misiles crucero llegados desde el continente al sur impactarían directamente en la ciudad atinando de manera certera en el Hospital y el Cuartelillo que estarían bastante cerca el uno del otro siendo fáciles de localizar para la Capitana.

Ca: ¡Mierda!

Se dirigiria al armario agarrando su traje corriendo para ponérselo y salir a la calle. Las sirenas no sonarían pues la Ciudad no estaba preparada para ello, el telégrafo estaría en el Cuartelillo debido a que debido a la Anomalía 1 no se podría usar tecnología en la Isla y al estar destruido no podrían pedir refuerzos a Atlas.

La Capitana correría hacia la orilla del mar en dirección al sur para visualizar al enemigo directamente. Ella esperaba encontrar allí navíos de guerra como Fragatas pero no lo que vió, Ragnar Lodbrok, estaría de pie en la orilla estirando mientras de los barcos salían disparados misiles a intervalos de tres a cinco minutos de momento.

Ra: ¡Capitana! ¿También vienes a hacer el entrenamiento matutino? Hoy no sabía como entrenar y al parecer el dios raro esté, el de la Isla...

Ca: ¿Ra?

Ra: ¡¡Ese es!! ¿Parece que quiere ayudarme no crees? JAJAJAJA, al que madruga dios le ayuda.

El Demonio se lanzó hacia al agua nadando a estilo mariposa, el que cansa más. Su velocidad era increíble, una ronrisa diabólica diabólica si rostro se podría notar en la cara del Vikingo.

La Capitana estaba expectante desde la distancia, podría observar dos Fragatas y un buque de guerra. De un mento a otro una Fragata explotaría.

El buque lanzaría un torpedo rumbo al Vikingo pensando que era un submarino llegado de Nubia, pero Ragnar lograría atraparlo y devolverlo de un rápido giro. Sólo quedaban dos barcos y ninguno de los dos sabían que había pasado. La otro Fragata se partiría en dos, parecía haberse comido una mina submarina, pero realmente este fue el resultado de un puñetazo del Vikingo en la parte inferior del barco. Tal potencia destructiva sería abominable e incapaz de ser imaginada por un ser humano cualquiera, pero para la criatura más fuerte del mundo esto sería un juego de niños.

El Demonio abriría un agujero que el lateral del buque de guerra usando su mano como si el acero del barco se tratase de mantequilla templada para una persona normal. El barco de comenzaría a inundar poco a poco pero el lograría ingresar a este pues quería divertirse un poco. Subiría sin encontrar a ningún soldado puesto que estaban en la sala de máquinas, torpedos y cubierta llegando así a cubierta encontrando un soldado.

Ra: He tu, ¿donde está el líder del barco?

??: Por esas escaleras a la derecha, espera quien eres t-

El soldado se encontraría reducido a un charco de sangre y lo que alguna vez fue carne de un momento a otro mientras el corpulento e imponente hombre avanzaba imparable.

Ra: Gracias, chico...

Subiendo las escaleras se encontraria a otro soldados que apuntaría con su rifle al Demonio, que de un momento a otro estaría frente al soldado doblando con su mano el cañón de esta.

El soldado estaría temblando a tal punto que se estaría orinando encima. El Vikingo entraría sin resistencia a la sala de control donde los soldados apuntarian al Demonio.

Ra: Atacando mi domicilio, ¿será una broma no? ¡¡POR QUE SI LO ES NO ME HACE NINGUNA GRACIA!!

El Almirante entraría en pánico al ver cómo ese hombre con un aspecto tan amenazante habría entrado sin resistencia alguna al centro de control.

??: ¡¡QUE ESTAIS MIRANDO!! DISPARAR.

La sala se transformaría en un balacero durante unos cuatro segundos cuando todos se dieron cuenta de que el Vikingo ya no estaría allí. Para sorpresa de todos el almirante tampoco así que los soldados saldrian de la sala de control para ver al corpulento hombre sujetando del cuello al Almirante colgando este listo para ser tirado al mar.

Al: ¡Sólo sigo órdenes del Emeprador!

Los soldados se dirigirian corriendo rumbo a donde estaba este cuando uno se adelanto para hablar.

So: ¡Suelta al Almirante ahora mismo o abriremos fuego!

Ra: Asi que quereis la Almirante he, ¡¡PUES AQUÍ LO TENEIS!!

La sala de control habría sido totalmente destrozada por el lanzamiento con toda su fuerza del Almirante rumbo a los soldados matando al prota voz de estos que había pedido su liberación.

El resto de soldados habrían asumido su muerte ya como el resto de la tripulación de ambas Fragatas y el Almirante.

El Vikingo pondría una rodilla eb el suelo desconcertado a los soldados para de un momento a otro golpear el suelo destrozando completamente el barco que partiría brutalmente provocando una explosión descomunal que notaria la Capitana desde la orilla de la Ciudad de Nubia.