El trabajo de una concubina imperial.

CAP 118.

Cargando a su bebé, Zhuang Laoyan volvió la cabeza y vio al emperador acercándose a grandes zancadas. En su cuerpo, túnicas de la corte que representan a un dragón de cinco garras surcando los cielos. Dio un paso adelante y realizó una ligera reverencia. "Esta concubina presenta sus respetos al emperador".

"Todos ustedes pueden levantarse". Feng Jin se abrió paso ante Zhuang Laoyan y tomó al bebé de sus brazos. Miró a su hijo, cuyos ojos ya se habían abierto y cuya piel se había vuelto clara y tierna. Una sonrisa se deslizó por sus labios. "Empieza el banquete".

Una dama auspiciosa recibió al niño de manos del emperador, con comentarios auspiciosos saliendo de su boca. Luego, tomó un trozo de hilo rojo de una bandeja y lo ató al tobillo del bebé. Para representar entrelazar la buena fortuna en su cuerpo. A partir de entonces, el infante sería bendecido con una gran suerte.

Después de eso, la anciana señora Zhuang recibió al Cuarto Príncipe de manos de la auspiciosa dama. Ella se inclinó ante el cielo y la tierra. Oró por bendiciones para él. Lo llevó fuera del salón del palacio y dio tres pasos antes de regresar. Luego, la anciana señora Zhuang le dio el Cuarto Príncipe a Zhuang Laoyan, sonriendo. “Su Alteza Consorte Zhao, el Cuarto Príncipe definitivamente será bendecido con buena suerte y longevidad. Que Su Alteza lo trate bien.”

Esta acción representó a la familia materna orando por su nieto. Aunque los miembros del clan imperial, según su estatus, no tenían que seguir estos procedimientos, ya que habían invitado a la anciana señora Zhuang a seguir dicho procedimiento, era evidente que el emperador atesoraba y respetaba a la consorte Zhao.

“Ten por seguro, madre. Definitivamente lo haré bien”. Zhuang Laoyan sostuvo a su bebé, solemne. Se puso de pie para hacer una reverencia a la anciana señora Zhuang. "Gracias Madre."

La anciana señora Zhuang se apresuró a evitar que hiciera una reverencia. Después de devolver medio saludo, se retiró a un lado con los ojos rojos. La mujer que tenía delante ya no era solo su hija; ella era la consorte Zhao del país de Jiuzhou. Por lo tanto, ella no pudo aceptar su reverencia.

De la bandeja que sostenía Gao Dezhong, Feng Jin tomó una pequeña capa con los dos caracteres "Fushou" bordados en ella. Luego lo colocó con cuidado sobre el cuerpo del Cuarto Príncipe. Extendiendo una mano, Feng Jin empujó su pequeña frente. "Hace frío. Lleva al niño al salón trasero del palacio.” Este era el padre dando bendiciones a su hijo. Las familias ordinarias cubrían personalmente a sus hijos con un manto, con el símbolo de la fortuna. Pero en la familia inmediata del emperador había muchos príncipes imperiales que no recibieron este privilegio. Como mínimo, los tres príncipes imperiales anteriores no tenían este honor.

Todas las mujeres presentes vieron esto claramente: este Cuarto Príncipe sería extremadamente afortunado.

Zhuang Laoyan entregó su bebé a la nodriza. Levantó la cabeza y miró al hombre que tenía delante. Era guapo, con un cuerpo alto y esbelto, poseyendo ventajas que otros hombres no tenían. Sin embargo, este hombre era el emperador. Un hombre que podría tener cientos de mujeres. El emperador al que no podía amar y tenía miedo de amar.

A pesar de esto, las comisuras de sus labios se inclinaron hacia arriba, revelando una sonrisa amorosa similar a una flor. Como si solo existiera él en este mundo, como si nadie más importara. Como si estuviera ciega a todos los demás.

En un instante, inclinó la cabeza. Sus miradas se encontraron. Los ojos de ella rebosaban de profunda emoción, y los de él eran claros, en blanco y negro en marcado contraste. Hacía que a los demás les resultara difícil saber quién amaba a quién, quién le mentía a quién.