cap 37.Amor familiar.

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El emperador, la emperatriz y las otras concubinas imperiales se sentaron en el salón principal. En el momento en que Zhuang Laoyan puso un pie dentro, notó cuán terribles eran las expresiones de todos.     

Una vez que los eunucos anunciaron su llegada, las personas en la habitación supieron que Zhuang Laoyan estaba allí. La vieron entrar al pasillo de una manera educada y cortés. Y todos compartieron una mirada. Para ellos estaba claro que había llegado otro actor para el espectáculo.  

Después de que Zhuang Laoyan realizó una ceremonia completa de presentación de respetos, Feng Jin levantó una mano. "No hay necesidad de hacer una ceremonia". Luego ordenó a los criados que estaban junto a él que la llevaran a un asiento, y no habló más.   

La emperatriz miró la apariencia discreta de Zhuang Laoyan. Ella dijo: "¿Chongyi Zhao también ha venido a visitar al Tercer Príncipe?"    

Zhuang Laoyan se volvió ligeramente hacia un lado y bajó la cabeza. “Reportando a Su Majestad la emperatriz, después de que esta concubina se enteró de que el Tercer Príncipe había caído enfermo, esta concubina vino a hacer una visita. ¿Cómo está la condición del Tercer Príncipe en este momento?  

“Los médicos imperiales se esforzaron al máximo por curarlo. Justo ahora, Su Majestad convocó a un Yuyi¹ ". La emperatriz suspiró. "Solo esperamos que el Tercer Príncipe salga a salvo".  

Zhuang Laoyan siguió con la conversación de la emperatriz un poco más, y luego ya no habló. Parecía que la emperatriz tampoco quería hablar mucho. Una vez más, la sala quedó en silencio.  

“Su Majestad, la enfermedad del Tercer Príncipe ha empeorado. Este funcionario quiere usar la acupuntura para salvarlo. Sin embargo… ”Temblando, el médico imperial cayó de rodillas. Estaba claro que no tenía ideas sobre cómo tratar al Tercer Príncipe.  

"Una vez que llegue el Yuyi, discuta con él", dijo Feng Jin, con el semblante oscuro. “Te ordenamos que hagas todo lo que puedas para salvarlo. Si necesita algo, háganoslo saber ".    

"Sí." El sudor frío empapó la frente del médico imperial. Después de escuchar las palabras del emperador, lanzó un suspiro de alivio. Por lo que había dicho el emperador, parecía que incluso si no pudieran curar al Tercer Príncipe, aún podrían mantener sus vidas.  

La consorte Xian, cuyos ojos estaban rojos e hinchados, continuó secándose las lágrimas mientras miraba cuidadosamente al emperador. Al darse cuenta de su estado de ánimo frío e impasible, su corazón se heló de repente. Ella ya no se atrevía a mirarlo.  

La atmósfera en la habitación se volvió sombría nuevamente, hasta que llegó el Yuyi. Solo entonces la gente presente se volvió más enérgica. Zhuang Laoyan miró a los médicos que normalmente solo trataban al emperador. Aparte de eso, el emperador podría enviarlos a tratar a otros como una muestra de su favor. La gente normal no tenía el privilegio.    

Los Yuyis solo habían entrado en la habitación durante quince minutos cuando regresaron afuera con expresiones graves. El líder de los Yuyis dijo: "Su Majestad, no hay nada que este funcionario pueda hacer".  

La expresión de Feng Jin se oscureció gradualmente. "¿Cuál es la razón?"  

“El tercer príncipe se resfrió y ahora sufre de diarrea y fiebre persistente. Uno temería ... sería un mal augurio más que un buen augurio ". El Yuyi se inclinó, esperando la furia del emperador. 

El trabajo de una concubina imperial.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora