Tan mía como de nadie. // Ralicia / Alicia & Raquel

Se apagaron las luces

Raquel.

Alicia subía las escaleras hacia el podio, debía decir sus palabras para mi, y juro por Dios que se veían tan hermosa una princesa, joder que lo era, desde mi asiento podía ver lo maravilloso que le quedaba su atuendo, el ritmo que llevaba al caminar era excitante, algo en mi vientre hizo presión, la seguí con la mirada hasta que se colocó justo enfrente del podio, sacó un papelito y comenzó a leer

Alicia: Raquel Murillo, que decir de esta extraordinaria oficial, y digo esto pues porque si no fuera extraordinaria, no estaría recibiendo este honor ¿no es cierto? -Todos en la sala rieron-, A decir verdad este honor está bien merecido por qué Raquel no sólo en este caso si no en todos en los que ha participado entrega su mente, cuerpo y corazón y no descansa hasta cerrarlo de forma positiva claro está, jamás ningún caso ha quedado cerrado sin resolver al menos no para ella Raquel, es una mujer qué lo que se propone lo logra -miré a Alicia ¿lo estaba diciendo de corazón?- Muchos saben que Raquel y yo fuimos equipo durante un par de años hace algunos años atrás, pero sucedieron cosas que nos obligaron a separarnos, sin embargo y es muy cierto lo que diré - tragué grueso al escuchar las palabras de Alicia- Raquel es una mujer maravillosa, es humana, es justa, es comprometida, es absoluta y totalmente merecedora de este honor -tomó el portatitulo con el honor y me señaló desde la tarima- Acompáñame Raquel por favor - ¿que? ¿Ya? ¿Ya debo subir? Pero joder es que las piernas no dejan de temblarme, y estoy sudando como un grifo de agua que dejaron abierto, sin embargo me levanto como puedo de mi silla y camino hasta la tarima y el podio, que para mi fue un largo trayecto, Alicia extendió su mano y sujetó la mía, y solo en esos pocos segundo, la vida que tuvimos juntas pasó por mi mente, ¿porque le dejé? ¿Porque las cosas sucedieron así?

Alicia: Esto es tuyo y hago a un lado lo malo, para entregarlo porque lo mereces -dijo y me abrazó , sentí sus brazos rodearme y apretarme, sentí su corazón latir de nuevo junto al mío, sentí a Alicia, era mi Alicia de nuevo-.

Raquel: Te he extrañado tanto -dije y sentí que iba a decirme algo, pero las luces del teatro se apagaron todas de golpe, los gritos y voces altas de las personas se hicieron presente, algo estaba pasando-.