Samira

Miedo!

Mientras todos buscan a Samira, está es llevada de la mano por un personaje de buen vestir.

Déjame ayudarte, yo sé a dónde puedes escapar, fueron las últimas palabras que escucho Samira antes de perder el conocimiento!

Samira se encuentra perdida, nadie sabe a dónde esta.

Samira, a dónde estás? Se preguntaba Jagisalang con gran desesperación.

Sola, en un cuarto frío, obscuro, sin ventanas, la única Liz que se cuela es la que entra por debajo de la puerta. Sus manos se encuentran atadas, sus pies descalzos tocan el frío suelo, sus ojos vendados y sus labios sedientos, teme por su vida, cree que su tiempo está por terminar, cuando de pronto, se abre la puerta, el crujido la hace temer aún más, puede escuchar las pisadas de aquel hombre que camina directo a ella, puede escuchar como un látigo rompe el poco viento que hay en la habitación.

Tienes miedo?
Preguntó tomándola por el cuello, queriendo la asfixiar.

El cuerpo de samira se estremece, las lágrimas comienzan a brotar sin ella poder contenerlas...

CONTESTAME CARAJO,
TIENE MIEDO? 
Grito aquel personaje empujandole contra el suelo.

Si, dijo Samira, quien tartamudeaba al responder.

Bienvenida a mi casa, dijo.
Por cierto,
ya habías estado aquí,
pero solo viste lo que yo quise que vieras,
más no lo que de verdad tenías que ver.

Mi verdadero yo, aún no lo conoces!

Me presento...
YO, SOY EL MIEDO

El mismo miedo que recorre por todo tu cuerpo, sube a tu cabeza y se instala en tu alma.

YO, SOY EL MIEDO
El sentimiento más fuerte que existe, puedo viajar a través de los sentidos, volar por los aires y contagiar con una palabra.

YO, SOY EL MIEDO
El que nunca deja de existir, nunca muero, soy tan feroz como un león acechando a su presa.

YO, SOY EL MIEDO
Me manifiesto en diferentes formas a lo que algunos le llaman fobias, pero en realidad, sigo siendo el mismo miedo de ante.

YO, SOY EL MIEDO
El que vino por tu escencia, y se la quedará por las buenas o por las malas.

Si me hubieses elegido desde el principio, nada de esto te hubiese pasado... Es tu culpa, estar en este lugar,  tú elegiste al idiota de Jagisalang... Ahora paga por tu error.

Samira,  se siente confundida,  intenta reconocer aquella voz, que en algún momento le brindo amistad, pero no puede escuchar con claridad, en sus oídos se encuentran tapones que impiden  percibir lo que se escucha a primera vez.

Por favor, te lo suplico,  déjame ir, dijo samira con lágrimas en sus ojos...

Sabes, cuando tomo entre mis manos a una presa, jamás la dejo ir. Es mía para siempre hasta la muerte.

Aquel personaje sale de la habitación sin no antes dejarla llena de desconfianza, miles de voces en su cabeza y un fuerte dolor en su corazon. Se siente traicionada, herida, utilizada, engañada, estafada. Siente que le han mentido en la cara miles de veces. Acaso las personas que me rodean son quienes me traicionan diariamente?

Miedo, miedo, miedo, ven, quiero hablar contigo...

Que quieres? Pregunto el miedo...
Dices que te conocí, y estuve en tu casa?
Dime de qué color son tus flores...

Para que quieres saber eso? Pregunto...

Dimeeee, grito Samira.

Jajajaja. Está bien, pero no grites, si lo haces te encontrará otra persona peor que yo.

Mis flores son de color... Verde.
Estás contenta? Pregunto aquel personaje...

Tu eres... No puede ser, porque me traicionaste de esta forma. Yo confiaba en tí, eres una escoria...

Tranquila, no me insultes, relájate, ya te dije que si lo invocas, llegará y será peor que yo. Jajajaja ahora me voy, espero que te acostumbres a este agujero, ya que de aquí, no cualquiera sale. Dijo el personaje mientras salía sin voltear a ver atrás.

Han pasado los días, aunque afuera hay personas preocupadas por Samira, que la buscan a diario, ella aún no lo sabe, y se ha dado por vencida, piensa que no es más que un estorbo para quienes le rodean.

De pronto, un día, de la nada...

Afuera se escucha una fuerte discusión, no puede comprender lo que dicen, de pronto se abre la puerta, un personaje de buen cuerpo, la alza entre sus brazos, y la saca de aquel lugar...

Quien eres? Pregunta Samira.

Yo? Responde aquel personaje...

Adivina quién soy? Siente mi olor? Imagina un poquito! Soy el único que te ha buscado por días. No he descansado intentando encontrarme...

Y como supiste, a dónde estaba? Pregunto Samira con poco aliento en su voz...

Muy simple, tu me llamaste cuando le gritaste a él, en ese momento, sentí tu irá, y por eso estoy aquí...

Pero dime quién eres? Pregunto nuevamente... Mientras era lanzada al baúl de un vehículo...