Ojos de fuego, espada de oro.

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Los días han transcurrido, las heridas de Samira han sanado casi en su totalidad...

Jagisalng sigue preocupado por su hermosa niña, sabe perfectamente que quienes lastimaron a Samira, No se darán por vencidos tan fácilmente... Uno de los dos debe morir, y definitivamente no querrán ser ellos.

Samira se la ha levantado temprano, está más que lista para regresar de nuevo al trabajo, en la sala de su casa espera su bello amigo Yorokobi, quien ha recibido una petición especial, no dejarla sola, jamás.

Buenos días Samira, dijo Yorokobi mientras bebía una taza de café, te sientes mejor? Estás lista? No podemos ir cuando gustes! Exclamó mientras lava la taza.

Buenos días Yorokobi, por qué estás aquí? No había necesidad de venir por mi, yo puedo ir sola al trabajo... Respondió Samira.

Sola? No te preocupes, igual tu casa me queda de paso al trabajo, podemos viajar juntos. Dijo Yorokobi, quien oculta las instrucciones dadas por Karuma.

Ambos amigos salen de la casa juntos, suben al automóvil, iniciando su camino al trabajo, mientras platican y rien cómo siempre, Yorokobi no se ha percatado que un automóvil los sigue.

Al llegar a la primera intersección Yorokobi baja los límites de velocidad, pero el automóvil los golpea fuertemente, provocando que el automóvil de vueltas, ambos son golpeados fuertemente, quedando inconsciente Yorokobi.

Samira, logra salir de abajo del automóvil, la sangre corre por su rostro y todo su cuerpo, se siente preocupada porque Yorokobi no responde a sus gritos de angustia.

Que ha pasado?, se pregunta... Antes de quedar inconsciente.

Ring, ring!!! Suena el teléfono en el bar...
Jagisalng quien está por casualidad ha respondido.

Disculpe, hablamos del hospital San Vicente de Paul, para decirle que el joven Yorokobi sufrió un accidente automovilístico y está en estado inconsciente... Por favor podrían presentarse. Gracias

Jagisalng, quien se ha preocupado por su amigo, le dice a Karuma que Yorokobi está en el hospital, sin decir mas... ambos salen a toda prisa.

Al llegar se encuentra con el cuadro más triste que pudieron imaginar.

Yorokobi está en la habitación, rodeado de implementos médicos, el monitor cardiaco muestra un corazón débil, los médicos quienes no dan muchas esperanzas de vida a su paciente, hablan con los familiares. Karuma llena de lágrimas sus ojos, y de rabia su corazón.

Los médicos salen, mientras Karuma habla por teléfono con Seikatzu, comentándole que su estado no es bueno.

La policía se ha acercado a Jagisalng y Karuma, quienes se enteran de la verdadera situacion...

no fué un accidente automovilístico, esto fué planeado, se ha encontrado evidencias de un derrape, el automóvil fue lanzado por la colina, dando varias vueltas, cayendo en la otra calle. Sin embargo consideramos que el conductor no iba solo, encontramos un bolso de mujer, pero a ella no se le ha encontrado en el lugar.

Jagisalng y Karuma sospechan quién era la acompañante. Saben que deben apresurarse o no solo perderán a Yorokobi, si no también a Samira.

Karuma está muy enojada, llama por teléfono a todos los chicos, pero dos de ellos no responden...

Estos dos son unos idiotas... Ahora conocerán la ira de Karuma dijo Jagisalng...

Cuatro de seis se han reunido, Karuma está tan molesta que se puede sentir la ira saliendo de su cuerpo, sus bellos ojos verde esmeralda se han tornado en color rojo fuego.

Malditos imbéciles, nunca debieron lastimar a Samira, mucho menos haber intentado asesinar a Yorokobi, pronto su alma será mía, los enviaré directo al infierno de dónde nunca debieron haber salido, grito Karuma, expulsando de lo profundo de su corazón una espada forjada en oro y metales preciosos.

Karuma, cálmate dijo Seikatzu, no permitas que tu ira los acabe. Sabes bien que cuando los toques con su espada...

CALLATE!!! No quiero escuchar tus estupideces, déjame, esos idiotas por fin serán míos, grito Karuma... Quien detuvo el tiempo, por unos minutos. Caminando por entre la gente, arrastrando la espada contra el suelo.

Tenemos un grave problema, pensó Jagisalng quien está preocupado por Samira y ahora por los dos que morirían a manos de Karuma.

SamiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora