Estoy dormido. Se que estoy dormido, ¿Por que? Es porque creo que no lo estoy a profundidad.
Estoy aturdido, me duele la cabeza, quiero despertar de este sueño, que mas bien, parece ser un flashback.
Estoy en la escuela, en el partido de fútbol, a mis lados tengo a Leslie y a Christian, prestando atención a tan interesante y reñido partido de fútbol.
De repente, lo que pareció ser un flashback terminó por distorsionarse.
De un jalón, Leslie, quien se encontraba a mi izquierda, me arrancó la peluca del cráneo, dejando expuesto aquel gracioso gorrito de tela en color carne.
Christian, quien se encontraba a mi derecha, abrió grande los ojos, sorprendido de ver aquel gorro sobre mi cabeza, tal y como si no supiera que yo soy Isaac, y confundiéndome con Raquel.
Christian no tuvo tiempo de pronunciar palabra, ya que el lugar se había inundado en risas.
Voltee para todos lados para saber lo que era divertido, pero grande fue mi sorpresa y vergüenza al ver que lo que era tan divertido era yo.
Seguía volteando para todos lados, Leslie se carcajeaba con la multitud, y Christian me miraba con asco al enterarse de mi verdadera identidad.
Me levanté rápidamente, queriendo huir del lugar y buscar un lugar para despertar, pero al levantarme, he recibido un balonazo que ha impactado en mi cara.
Al caer con el suelo, pude despertar.
Estaba agitado, jadeaba por el horrible sueño que acababa de tener, y no podía evitar sentirlo tan lúcido al estar recién despierto.
Agradecía que todo lo que había pasado haya sido solo parte de mi imaginación, que esas miradas solo hayan sido una mala jugada de mi sub consiente, y que Christian no me odiara por vestirme de esa forma.
Sentía mis brazos hormiguear, ha sido la peor forma en la que he dormido, por lo cual, intente incorporarme y volver a dormir, pero grande fue mi sorpresa al intentar manipular mis brazos y solo recibir un jalón por respuesta.
Espabile por completo al sentir cómo mis brazos estaban atrapados por algo, y rápidamente todo lo que había pasado después del balonazo hizo presencia en mi cerebro, como accionando un interruptor.
El recordar cuando Damián y yo buscábamos las llaves bajo el asiento hizo a mi cerebro espabilar como un chispazo, y el recordar el cómo luché por mi vida cuando cubrió mi rostro con ese trapo hizo que me faltara el aire.
A jalones intenté soltarme, pero no he sido capaz. Mis manos estaban retenidas con cinta gris y cuerdas a la cama, estaba inmovilizado.
Torciéndome todo lo que he podido, he logrado poder sentarme en la cama, pero por mis malos cálculos, mis manos han quedado en mi espalda.
Por esta maniobra tan innecesaria, mis hombros han terminado por entumirse, y la circulación a mis brazos faltaba.
Analice el lugar para buscar algo para huir, pero no había nada a mi alcance o suficientemente útil.
La habitación en colores azul claro parecía ser lógicamente la habitación de Damián. Sabía que era su habitación, había un portarretrato con una foto de el y sus padres sobre el escritorio, que era lo mas obvio, pero había cosas que guiaban lógicamente a el.
Damián en su habitación tenía montones de reconocimientos por futbol, tenía todo tan detalladamente acomodado, y tenía esas lindas luces que Mateo ha pedido para la habitación de casa, pero no le han llegado por sus malas notas.
Divagando, he encontrado algo que ruego que me pueda servir. En la mesita de noche de la litera, hay una impecable Alexa en color blanco, con la cual, podría mandar alguna señal de ayuda.
ESTÁS LEYENDO
Monstruos
RomanceIsaac, un Niño de 14 años que no tiene nada de especial, un ser igual a todos los demás seres que han pisado la tierra. Pero tiene algo, algo que provoca querer golpearlo sin ninguna razón aparente. Es de esas personas que lo ves y te cae mal, que l...