☀️Capítulo 8🌻

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Mew☀️

Apenas entré en su habitación, sentí que el cavernícola había tomado el control sobre mí.

Éste hombre, éste hombre elocuente, hermoso, radiante e inteligente había aceptado mi propuesta. Dijo que sí iba a ser mi esposo. Dijo que sí iba a ser mío. Estaba cerca de estallar de la emoción, mi Gulf me hizo tan feliz y después, mientras estuvimos acostados y cansados de hacer el amor, me dí cuenta de que este era el comienzo de un, “para siempre”.

No podía esconder mi sonrisa mientras giraba hacia Gulf, su cabello estaba enredado en mis manos. Peiné su cabello para exponer abiertamente esos ojos que parecían exudar energía, su energía. No pude hacer otra cosa que no fuera inclinarme para besar su nariz, sus mejillas, su barbilla y oler su cuello. Amo su aroma.

—Me has hecho tan feliz, mi girasol —dije sobre sus labios antes de juntarlos más con los míos.

Nuestro beso fue gentil. Cansados después de hacer el amor solo nos abrazamos. Gulf acarició gentilmente mi brazo, cerrando sus ojos con la sensación de nuestras pieles tocándose. Miré hacia abajo, hacia su pecho apoyado sobre mi torso superio. El ángulo de su cadera izquierda estaba expuesto debajo de mí, y yo, instintivamente moví mi mano para seguirlo.

Gulf era perfecto.

Cuando regresé mis manos a su cabello, sus hermosos ojos se abrieron para mirar los míos y no pude evitar preguntarme si tuviéramos un bebé, ¿tendría el color de ojos de Gulf o el de los míos? El solo pensarlo me hizo sonreír y me incliné hacia atrás, para preguntarle.

—¿Tienes hambre? Yo sí. Podemos ir a ese pequeño BBQ a la vuelta de la esquina… —iba diciendo mientras entraba a su baño principal.

Iba catalogando mentalmente los lugares a los que podíamos ir para cenar; minutos después pasé a lavarme las manos

—Podemos probar ese nuevo lugar Jap… —intenté sugerir, pero me detuve cuando vi el lavabo.

«¿¡Qué diablos!?». Al lado del grifo de bronce había varias pruebas de embarazo, con cuatro signos positivos en fila. El positivo significaba… Corrí para regresar a la habitación, pero Gulf estaba solo parado fuera del baño mirando hacia la puerta, mortificado y esperanzado al mismo tiempo.

—¿Qué diablos, Gulf? ¿Son estos…?

No pude terminar mi oración. Sabía que eran pruebas de embarazo y sabía que eran positivos. Observé nuevamente las pruebas y luego miré a Gulf, intentando procesar las noticias. En pocos segundos, lo hice. Esta era la razón por la cual él había huido de la oficina. Por eso estaba tan enojado cuando Tul dijo que yo solo quería hijos.

—¿Lo sabías? ¿Por eso huiste? ¿Pensaste que solo querría al bebé y… y no a ti? — logré decir, acercándome.

Las lágrimas colmaron sus hermosos ojos y odié ver dolor en ellos

— ¿Gulf, por qué no me lo dijiste? ¿Hace cuánto lo sabes?

Su labio inferior temblaba mientras las lágrimas caían por sus ojos y me acerqué para secarlas. Me acerqué para tomar su rostro con mis manos y acariciar su mejilla con mis pulgares para hacerlo sentir cómodo.

—Bebé, dime lo que estás pensando —le rogué, esperando que no deshiciera el hermoso momento que acaáabamos de compartir.

—Tomé tres de las pruebas ayer. Tengo varios días con náuseas y mucho sueño y eso es inusual para mí, así que… me tomé las pruebas y luego llamé esta mañana a la clínica de esperma para cancelar mi cita. Ya no era necesaria. —Intentó reírse, pero no lo logró— Luego tuve la charla con Tul y bueno, ya sabes el resto —dijo Gulf, colocando su cabeza en mi pecho en señal de derrota.

—¿Y la cuarta prueba? —pregunté, sin poder evitarlo.

Cuatro positivos. «Demonios», pensó el cavernícola.

—Oh, esa la hice cuando llegué a casa para asegurarme que nada había cambiado —dijo sonriendo, mirándome a través de sus pestañas mojadas— Nada ha cambiado. Yo… yo sigo embarazado. Voy a tener un bebé. Tu bebé, Mew.

Con las últimas palabras que dijo me quedé sin respiración y casi me caigo al suelo. Por un momento, Gulf lucía aterrorizado, pero luego solté una sonrisa. Su reacción cambió al instante y sonrió de oreja a oreja. Casi lo empujo en mi intento de abrazarlo. Lo levanté en mis brazos y lo besé en la frente, cabello, orejas, cuello. Sentí que las lágrimas caían de mis ojos en su cabello enredado, liberando lo último de mis inseguridades y traumas del pasado.
Moví mi cabeza hacia el oído de Gulf y le susurré con gentileza.

—Eres mi familia, mi girasol. Eres mi todo y ahora me convertirás en padre. Gracias, gracias, gracias bebé. Voy a pasar el resto de mi vida intentando hacerte tan feliz como me has hecho a mí.

Gulf se giró para mirame de frente, con sorpresa y admiración en su rostro. Sus palabras me deshicieron.

—Mew, mi sol, mi amor, ya lo has hecho.

No pude evitar que mi cavernícola interior gritara «¡Mío, mío, mío, solo mío!”

Cuando Gulf colocó mis manos en su estómago aún plano y perfecto. Había una vida creciendo ahí, una que nos cambiaría la nuestra para siempre. Yo estaba demasiado extasiado y feliz. Abracé a mi futuro esposo y lo besé con la mayor pasión que pude y lo llevé a la cama.

—Bueno, solo porque ya estés embarazado no significa que tengamos que dejar de practicar. Buscaremos más bebés después de este —le dije y lo acosté gentilmente en la cama. Abrí sus piernas ampliamente y acaricié la piel de sus muslos, vientre, pecho… Justo cuando iba a entrar de nuevo en él, me incliné y le pregunté: —¿Quieres practicar conmigo? ¿Lo quieres bebé?

Gulf comenzó a dar carcajadas y me miró con alegría en sus ojos.

—Por supuesto —dijo, sonriendo aún más—. Mew ¿Por qué no? ☀️🌻

Buscando un Bebé.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora