Buscando un Bebé.

☀️Capítulo 6🌻

Mew☀️

Tul me sujetó por los hombros sin mirarme a los ojos mientras lo hacía.

«Me retuvo para que no persiguiera a Gulf», pensé mientras la confusión me invadía.

«¿Qué diablos hiciste ahora, Suppasit?». Por más que me lo preguntaba no lo comprendía. No tenía idea de lo que había hecho. Pensé que lo estábamos pasando bien. Pensé que Gulf se estaba enamorando de mí. Le estaba dando espacio...

¡Maldición!

Me solté de Tul con más violencia de la que quería, su hombro izquierdo golpeó la pared con un duro golpe y, definitivamente, le iba a dejar una marca.

-Desquítate conmigo si lo deseas, Mew, pero no puedes seguirlo. Todos en la oficina van a creer que eres un loco y no puedo influir en Control de daños ahora mismo. Solo entra a mi oficina, por favor -añadió Tul mientras miraba mi apariencia.

Sabía que parecía un cachorro triste y confundido.

Gulf se había ido. Gulf no quería verme.

Mientras cerraba la puerta de vidrio detrás de nosotros, Tul se inclinó sobre el frío mango de cromo, mientras decía.

-¿Me puedes explicar qué mierda sucedió ahí?

Solté un suspiro y comencé a moverme, no tenía idea por dónde comenzar.

-Todo lo que sé es que lo estábamos pasando bien después de... ya sabes, su cumpleaños. Quisimos ser cuidadosos porque no estábamos seguros de las políticas de la compañía, pero nos estábamos divirtiendo. Mensajes de texto, agarradas de trasero en el pasillo, cosas así. Luego, fuí a su oficina y él ni siquiera me miraba. Era como si hubiera cambiado sobre cómo se sentía con respecto a mí en menos de veinticuatro horas, y yo ni siquiera estuve ahí para arruinarlo -solté con un largo suspiro y pateé la silla en frente del escritorio de Tul.

Estaba buscando algo más que empujar cuando Tul aclaró su garganta y lo miré. Él no me quería mirar a los ojos y su cabello ondulado era como un escudo entre nosotros. Parecía culpable.

-¿Tul? ¿Qué diablos? -pregunté cuando me acerqué lentamente, agarrándolo por los hombros. Le juré a Dios que si él había coqueteado con mi Gulf, lo mataría- ¿Qué diablos hiciste, Tul? -agregué mientras sentía la rabia en la garganta.

Sabía que era un maldito afortunado por estar en el trabajo o sin duda lo hubiera lanzado al suelo. Tul me miró mientras pasaba sus manos por su cabello, respirando hondo con su nariz perfecta que yo estaba considerando arruinar.

-De acuerdo, no te enojes, pero Gulf vino hoy tempra...

-¿Qué diablos hiciste? -le grité y me acerqué lo más que pude a su cara sin tocarlo.

Creo que nunca me había visto tan enojado; él también lucía violento y ansioso.

-No hice nada, imbécil. Sal de mi cara. -Me alejé un paso, pero no dejé las técnicas de intimidación. -Gulf vino hoy a preguntar sobre ti y yo le conté algunas cosas tuyas. Acerca de lo afortunado que sería de tenerte. De que tuviste un duro pasado, pero que ahora estás bien. De que eres un buen tipo. Eso es todo, amigo. Lo juro -soltó con un largo suspiro, claramente sintiéndose mejor después de la confesión.

Sin embargo, yo no.

-Está bien, Tul. Eso no va a hacer que no quiera estar conmigo. ¿Qué otra cosa dijiste? ¿Le dijiste que me volvía loco en la universidad? ¿Qué le dijiste? -Puse énfasis en la última pregunta con un fuerte empujón de hombros e hice que su cabeza golpeara el vidrio de su puerta.