☀️Epílogo🌻

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Gulf🌻
       

                 
               7 años después.


Hubiera creído que, después del cuarto embarazo, caminar con una bola de boliche debajo de la ropa sería más fácil. No puedo ver mis pies, pero sé que están hinchados y se siente como si alguien estuviera intentando convencer a mi columna para que adopte una curva permanente.

Natasha está jugando en la sala, una niña delgada con el cabello delgado y dorado igual al de su padre. Ella era adorable.

Mew está jugando en el suelo con Alexander, nuestro hijo de cuatro años cuyo cabello es más oscuro que el mío y con win, nuestro hijo de dos años, que tiene los ojos del mismo color que los de su padre y mi complexión.

El caos del desayuno ha pasado, los gritos han cesado en su mayoría y obtuve un momento de relativa calma mientras doblaba la octava carga de lavandería. Mew pretendía rodar sobre Alexander, quien se reía furiosamente e intentaba trepar sobre su padre como un caballo. Natasha observaba y caminaba hacia su pila de animales de peluche para agarrar su favorito.

Mew, incluso cuando pretende jugar al caballito con Alexander, es muy gentil. Él también es paciente y agradecido por cada momento que pasa con sus hijos. El matrimonio en sí es difícil a veces y el matrimonio con tres, casi cuatro, niños puede ser más difícil aún. Sin embargo, con Mew, mi amado sol, se siente maravilloso.

Como si pudiera leer mis pensamientos, los ojos de Mew me miran y la luz del sol que pasa por la ventana los alumbra de una forma que yo nunca puedo resistir.

Mew le dice a Alexander algo que el caballo necesita un descanso y gatea hasta mi lugar en la parte trasera de la habitación. Su cabello está despeinado y él sigue usando su sudadera, pero por la forma en que se mueve, yo sé que está pensando en mí. Ya hay un pequeño bulto en su frente mientras se acerca y yo no puedo evitar sonreír.

Mew agarra mis piernas con sus brazos, forzándome a dejar la lavandería. Me inclino y lo abrazo, percibiendo su aroma mientras entierro mi rostro en su cuello.

Natasha hace un sonido propio de una adolescente, burlándose de nosotros mientras recoge varios materiales de arte y va a la cocina. Mew se ríe, pero no se gira para verla irse. Me besa desde el cuello hasta mi panza de embarazo, y luego le da una palmada a nuestro pequeño debajo de mi camisa. Siento que el bebé empuja un poco, como si le dijera, «hola» a su papá.

Mew regresa a besarme y deja sensaciones calientes por la curva de mi cuello, mi oreja y mi barbilla. Finalmente, se detiene en mi boca y me da un anticipo de lo que se viene en la noche.

—Eres hermoso, ¿lo sabes? —me susurra al oído mientras sus grandes manos masculinas acarician mi panza.

—Solo intentas acostarte conmigo —le susurro de vuelta y él sonríe de forma traviesa.

Regresa a ponerse en cuatro patas y gatea hacia nuestros dos hijos más pequeños y sigue jugando, pero yo logré ver que sus ojos se levantan para encontrar los míos.

Mew me guiña un ojo.

—Te amo, mi girasol —dice por encima de la cabeza de Alexander.

Sonrío con mi cesta de lavandería y lo miro con amor

—Yo también te amo, mi sol —digo en respuesta.

«Quizás cuatro bebés no son suficientes», pienso mientras regreso a doblar la ropa.



                        ☀️Fin🌻









Muchas gracias por sus lindas ⭐ y comentarios. Las quiero mil. 💗💗💗

Buscando un Bebé.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora