Snow Queen? ; RenMin

08. Fearless

#RENJUN

Al ser una persona homosexual en Asia tenía muy pocos referentes románticos, de hecho, en China estos eran nulos debido a la homofobia, es por eso que al llegar a Corea me atasque a películas que representaran mi forma de amar, fue ahí cuando descubrí que el amor no estaba hecho para las personas como yo. La mayoría de los filmes que ví acaban en tragedia, unos se casaba por aparentar, otros morían o simplemente todo se limitaba a la absoluta desolación. Fue a través de ello que me formulé una idea donde yo jamás podría ser feliz, porque no había espacio para un amor como el mío dentro de este mundo lleno de miradas juzgantes, así que era entendible. Comprensible era que temblara a las afueras de la clínica de prácticas, siguiendo con la mirada a cada persona que salía con un agujero en el estómago, luciendo por primera vez una camisa blanca ajustada y una chaqueta denim corta, acompañada de unos skinny jeans. Definitivamente había trabajado para pararme aquí, justo como era, listo para proponerle a JaeMin una historia sin finales trágicos. Sin embargo, parecía que mi espera no daría frutos. Tras una hora esperando con las manos sudadas y Ed Sheeran sonando en mis audífonos, ninguna figura como la suya apareció, estaba listo para irme, cuando al fin le ví, saltando a mi vista al instante su cambiado aspecto. Na parecía realmente esforzarse por mí, siempre que le venía a buscar usaría un cuidado conjunto semi formal con chaquetas de cuero, muy diferente a su actual conjunto deportivo holgado con gorra de visera. Aún así se veía guapo, aún si las ojeras adornaban sus ojos y ese maldito café asqueroso tocaba sus labios de sorbo en sorbo a través de un sorbete.

— Hola — Murmuré estúpidamente, con el labio inferior vibrando y las manos cada vez más húmedas. Escondí un mechón largo de mi cabello tras mi oreja, esperando verme lindo. No sé que esperaba de él, quizá quería que me abrazara con fuerza y dijese que me estaba esperando, cosa que dista en exceso de su rostro sorprendido y semblante rígido. Parece nervioso por un segundo también, acomoda su cabello ligeramente sucio bajo su gorra, como si quisiera arreglar su imagen; para mí seguía siendo lindo, aunque la mascarilla negra tapaba la mitad de su rostro.

— Hey — Replica con sutileza, y quiero creer que las arrugas de la tela en su rostro son una sonrisa, porque no podría soportar un gesto de disgusto hacia mí de su parte, y parece entender la incertidumbre, porque baja aquello que esconde sus facciones revelando sus labios resecos, así como esa sonrisa que imaginaba.

Yo no podía saberlo, pero JaeMin también había pasado su propio proceso. Días en vela encarnó meditando el como se había alejado sin decir una palabra, arrepentido por no haber sido claro y simplemente huir, porque jamás había estado seguro de que yo estuviera en algo con JeNo, él desconocía mi amor, por muy evidente que fuera. Así que se había debatido por mil y una noches si había hecho lo correcto, en ocasiones, se asomaba por la ventana de la sala de prácticas para verme en secreto, pensando que apreciar mi imagen al danzar le ayudaría a decidir qué hacer, pero se había encontrado aún más confundido, peleando entre respetar su decisión y el correr a decirme lo que realmente sentía, quedando en una absoluta nada carente de acciones que, tal como yo, acallaba con trabajo excesivo. No obstante, yo le había ganado, el vacío de mi corazón me había hecho correr hacia él primero, por primera vez redireccionando la carrera hacía el lugar correcto, porque yo no debía alejarme de él, sino debía correr hacia sus brazos, a los brazos de la única persona que jamás me juzgó, de esa persona que me entregó paz en lugar de incertidumbre. — Yo estoy muy sorprendido de verte aquí— Mencionó ante mi silencio.

— Tenía la esperanza de poder charlar algo contigo — Me balancee sobre mis pies cuál niño frente a su amor platónico de primaria, mirando hacia arriba como fruncía su ceño con curiosidad. — ¿Me sigues a la sala de prácticas? Me gustaría que fuese un lugar más reservado, además debo ensayar en veinte minutos.