EPILOGUE

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Había caos sembrado por cada rincón del detrás de escena, los bailarines corrían por todos lados con tal de llegar a sus lugares mientras la música estruendosa de la orquesta los acompañaba con trompetas y sonidos estridentes. Por su parte, RenJun se sostenía la cintura mientras ponía resina en sus blancas zapatillas. No importaba el tiempo que pasara, podía acostumbrarse a la faja que definía su cintura incluso más bajo el traje pálido dado por la sastre en la compañía. Se sentía emocionado, quizá por eso toda la ropa se percibía tan asfixiante, era imposible encontrar el oxígeno suficiente ahí dentro, mucho menos cuando sus tics nerviosos atacaban haciéndole checar el cabello y tocado mil veces.

- Te ves hermoso - Escuchó decir a SeulGi, la persona más dulce que jamás había conocido. En esta temporada Huang había tomado el papel de bailarina principal de la compañía, y la ex principal, lejos de frustrarse sólo lo abrazó diciendo que estaba triste por dejar ir el papel de Clara, pero también lo feliz que estaba por verle llegar lejos por su talento. Le ayudó a memorizar cada paso que pudo, la estructura del personaje que ella encarnó mil veces, sólo para que brillara como nunca. - La variación de vestuario te hace parecer un ángel.

- Gracias, sólo espero llenar las zapatillas tan perfectas que dejaste.

- Lo mismo digo, el papel de "Reina de los copos de nieve" fue un papel que inició a tu lado, uno que espero poder llenar a la perfección. Debo salir a escena, te espero, Clara.

Más nervioso que nunca vió a través de la cortina aterciopelada a SeulGi siendo brillante como solista dentro del vals de las flores, ella tenía la habilidad de verse energética con una simple sonrisa serena en su rostro, sumada claro, a un montón de movimientos afilados cargados de precisión. Ella era una bailarina absolutamente talentosa, jamás había creído que ahora él estaría siendo el protagonista del cascanueces, justo después de un año de la primera vez que JaeMin lo vió.

La coreógrafa estaba segura que la tradición de mostrar el cascanueces cada año podía ser algo fatigante, más aún si no había alguna variación excitante dentro de la historia, por eso se aseguraba de siempre hacer cambios en los solos, los personajes y porciones de la historia. Movía algunas coreografías, así como también eliminaba algunas secciones que parecían redundantes. Específicamente, su maestra siempre centró el solo más importante en la agilidad de SeulGi, se encargaba de hacerla ver flotando en el escenario como si nada tratase, por eso había cortado la pequeña sección más extenuante de la coreografía, así la joven no reemplazaba su sonrisa cuidada en una expresión de esfuerzo notable. El problema radicaba en hacer ver esa sección tan característica de la coreana en algo nuevo, en algo que RenJun podía hacer suyo. A diferencia de la antigua principal, Huang poseía una elegancia indudable, además de una capacidad infinita de hacer coreografias complejas y dolorosas, lo había demostrado con "esmeralda", ahora debía volver a probarlo subiendo la dificultad incluso más. Era una sorpresa, la compañía conocía la variación del hada de azúcar tal como la conocía el público, justo antes del clímax, sólo verían eso en cada práctica hasta el día de hoy.

- Vas a hacerlo bien porque juntos cuidamos cada pequeño detalle. Vas a hacerlo bien y demostrarás que viniste aquí para ser la nueva estrella - La maestra lo empujó hacia su zona de entrada como incentivo, y con esas palabras en la mente, se encaminó entre aplausos hasta el centro.

El silencio reinó.

Juguetonamente meneó sus dedos al ritmo de las cuerdas de un arpa, subió desde su cintura hasta la altura de sus ojos, y cuando estuvo ahí, mostrando su primera sonrisa inició la pieza. Imitó su mano con uno de sus pies, siguió el mismo ritmo antes de dar un brinco, luego de aquello la simpleza abandonaría el espacio para dar pie a las variaciones. Todo mínimo movimiento estaba calculado, la altura de sus manos, la forma en que levantaba su pierna o el cómo sonreía en cada aterrizaje, como si fuese lo más simple del mundo, cómo si no hubiese torturado sus piernas por semanas hasta el sangrado, pero por eso estaba ahí. La adrenalina de esos segundos con mil ojos expectantes eran su razón, de los cuales sobresalía un par que le robaban el aliento. Apenas pudo apreciar su boca entrebierta entre el público creyó que nadie más estaba ahí, sólo era su amado mirando mientras él danzaba a su alrededor, como tanto adoraba hacer en la privacidad. Imaginó que bailaba para sus ojos llenos de miel, para su boca rosa que parecía haber perdido el aliento. Era fácil el dolor cuando todo lo que había en su pecho era amor, amaba lo que hacía, amaba el apoyo de su novio y amaba haber llegado tan lejos, ese preciso instante todos sus amores colisionaban en uno solo, sus amistades, el público, la danza, todo se unía para ver cómo rentaba sus límites.

Snow Queen? ; RenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora