PROLOGUE

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EMIGRATE.

Las aves cada cierto tiempo emigraban de su lugar de origen para buscar mejores climas dónde pertenecer, puesto que pasar por un invierno arrasador podría ser perjudicial para su cuerpo, así mismo RenJun había decidido emigrar de su pequeña ciudad y academia de baile hasta llegar a Seoul, una ciudad que le permitiría vivir del ballet o el arte.

Había crecido en una familia cariñosa y tolerante, en su ciudad natal la pequeña academia de ballet que le enseñó todo había sido la que le hizo dar los primero pasos hacia la excelencia. También le había brindado la fuerza para seguir su idea de convertirse en bailarín femenino aún siendo un hombre, no porque quisiera ser una mujer, sino porque genuinamente estaba enamorado de cada solo femenino que existía, amaba la delicadeza de los giros, las manos y cada movimiento, él quería hacer eso con su cuerpo y el hecho de que tuviera una anatomía pequeña apta para ser lo que quería, fue impulso suficiente para tomar las puntillas. Además de eso había tomado otras decisiones, a los 16 años acudió a médico para conseguir (después de los debidos test psicológicos) inyecciones de hormonas que frenaron su crecimiento como hombre, le mantuvieron con una voz ligera y una anatomía pequeña, además de la facultad de adquirir grasa en zonas como las caderas, así como otras que no gustaba mencionar demasiado.

Así se había formado él, con la determinación de perseguir su meta en la danza clásica, a pesar de que en ocasiones ésta parecía demasiado estricta, una relación que le agotaba desde los cimientos. Aún así, el estar rodeados de amigos tan dulces le sirvió. Todavía recuerda cuando todos comenzaron a crecer y él permaneció pequeño, incorporándose a los retos de giro de los hombres, siempre había recibido tantos halagos que terminaba riéndose en el piso por lo forzados que sonaban, pero lo sinceros que eran ante la idea de hacerle sentir contento con quién era, esos días eran bellos, los anhelaba como un tesoro precioso. Los anhelaba.

Si China le había enseñado el coraje y el autoestima, Corea le había enseñado la desdicha y la vergüenza, fue en la ciudad de las luces que se sintió avergonzado por primera vez de su anatomía.

- Hey! Yo también conozco esta- Mencionó en un acento algo notorio, acercándose a jugar con los demás a hacer la Coda del lago de los cisnes. Sin embargo, en lugar de las risas acostumbradas obtuvo comentarios a sus espaldas.

- "¿Por qué siquiera se acerca a nosotros?"

- "Es muy raro, ¿Verdad? Su cuerpo realmente parece el de una chica, que asco".

-"De todos modos ¿No te da curiosidad? Ya sabes".

La bilis subió por su garganta como si fuese veneno del infierno, sentía ganas de taparse y vomitar, jamás pensó que el uniforme femenino le valdría comentarios así. Se cuestionó a sí mismo por traer la faja que la maestra SungMi le había pedido para adecuarse al corset ¿Por qué me vestí así? Se preguntó mientras acababa su danza para correr al baño y coger su sudadera. Quería taparse, quería llorar. Tenía las palabras que quería responder en la lengua pero no había sido capaz de mencionar ninguna de ellas, estaba tan avergonzado de su cuerpo. Se arrancó la falda de golpe sin importar si rompía la delicada seda, sólo quería alejarse.

Al día siguiente fue con pantalones deportivos, el uniforme estaba cubierto en cada rincón, incluyendo la faja; la falda de seda negra estaba olvidada en una esquina mientras su rostro se tornaba frío como el hielo. No había más amabilidad en él, se consideraba truncado y estancado. Había emigrado para encontrar otra primavera, pero se había dado de frente con un invierno arrasador.

LOVELESS

- Mamá, te dije que estoy bien, no es necesario que me mandes dinero, ahorré suficiente para poder venir acá- Discutir con su madre sobre el dinero no era una novedad, no porque ella fuese tacaña al respecto, muy por el contrario ella seguía queriendo darle dinero como si no hubiese ahorrado desde que empezó a trabajar para su estadía ahí. Esa misma mujer le había enseñado a ser precavido, así que siempre supo que quería estudiar en Seoul, por ello mismo había comenzado sus ahorros para la universidad, ahorros que habían resultado en una enorme cantidad que le permitió subsistir cómodamente en la actualidad. - Ma, te amo mucho, por favor deja de discutir con tu hijo.

Snow Queen? ; RenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora