𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐭𝐮𝐬 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐨𝐬 ||𝐂𝐚𝐦𝐢𝐥𝐨 𝐌𝐚𝐝𝐫𝐢𝐠𝐚𝐥||

𝑬𝒓𝒓𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒂 𝟒

Disclamer: Este escenario se hizo muy largo posiblemente tendrá parte 2, especial de San Valentin re atrasado.

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Y si... ¿la familia Madrigal fuese más grande?

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Todos conocían a los encantadores Madrigal, la familia del pueblo de Encanto, quienes recibieron un milagro por parte del deseo de seguridad del difunto Pedro Madrigal, deseo que les concedió un hogar del cual no tendrían que huir nunca más

Gracias a una vela mágica, que poseía el don de nunca consumirse, y mientras seguía intacta más brillaba, otorgando dones a los miembros de la familia y a las futuras generaciones de la misma.

Entre ellos estaban Alma Madrigal, la matriarca de la familia, quien fue la poseedora del milagro y quien guio al pueblo de Encanto en el momento más oscuro.

Sus hijos, Julieta, las gemelas Pepa y Amelia y finalmente el menor Bruno.

Si, Alma Madrigal se había embarazado de cuatrillizos, un embarazo algo difícil, pero que con ayuda y apoyo de su difunto esposo, pudo salir adelante.

Todos en el pueblo conocían a esos cuatro, Julieta era amable, dulce, calmada y maternal... y sin olvidar su don, curar con solo su comida.

Pepa y Amelia, eran las gemelas más opuestas que podías conocer, pero al mismo tiempo las más cercanas... 

Pepa era una niña radiante y sumamente emocional, sin embargo no se dejaba vencer fácil

Mientras que Amelia quien era más metódica y astuta, no quitaba que compartía el mismo sentimentalismo de su hermana... solo que sabía manejarlo

Ambas recibieron dones muy distintos irónicamente.

Por el lado de Pepa, el clima se veía afectado por sus emociones y por el lado de Amelia, el poder estirar su cuerpo sin verse afectada en lo más mínimo... claro, tenía la peculiaridad de que sus emociones podían también afectar un poco dicho estiramiento

Y luego estaba Bruno, el único hombre hasta el momento de la familia, retraído, tímido, introvertido y algo reservado, se le otorgó el don de ver el futuro.

Los cuatro hermanos, aprovecharon sus dones para brindar soporte y apoyo a la comunidad en agradecimiento al encanto que recibieron.

Y con el pasar de los años, los hijos de los mismos hermanos, también recibirían dones mágicos con los que seguirían los pasos de sus padres y así traer orgullo a su familia.

Isabela Madrigal, primera bendición del matrimonio de Julieta y su esposo Agustín, la consentida de la abuela, la preferida por el pueblo, una hermosa niña de cabellos castaños tan oscuros que se podría decir que eran azabaches, ojos marrones y piel canela, fue la primera de los nietos en recibir su don...

...Tan perfecto como ella, obtuvo el don de hacer florecer las plantas más hermosas que podrías imaginar, ganándose la admiración y favoritismo del pueblo.

Dolores Madrigal, primer brote del amor de Pepa y Félix, una niña de hermosos rizos bien definidos color chocolate, ojos grandes cafés y piel morena, fue la segunda en recibir un don mágico, algo callada, y su don iba perfecto con ella, pues se le otorgó el don de la super audición.

Escuchaba hasta el caer de un alfiler.

Luisa Madrigal, la segunda hija de Julieta y Agustín, una niña entusiasta, algo imaginativa, pero de un corazón de oro, cabellos castaños y piel ligeramente más clara que su hermana y prima, la niña de los ojos de Agustín, recibió el don de la fuerza.