𝑺𝒂𝒃𝒐𝒓 𝑳𝒂𝒕𝒊𝒏𝒐

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Disclamer: Una pequeña fusión de épocas... para la música xd

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𝑫𝒂𝒏𝒛𝒂 𝑲𝒖𝒅𝒖𝒓𝒐 — 𝑫𝒐𝒏 𝑶𝒎𝒂𝒓 𝒇𝒕. 𝑳𝒖𝒄𝒆𝒏𝒛𝒐, 𝑫𝒂𝒅𝒅𝒚 𝒀𝒂𝒏𝒌𝒆𝒆 & 𝑨𝒓𝒄𝒂́𝒏𝒈𝒆𝒍

𝑩𝒂𝒍𝒂𝒏𝒄̧𝒂𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒆́ 𝒖𝒎𝒂 𝒍𝒐𝒖𝒄𝒖𝒓𝒂
𝑴𝒐𝒓𝒆𝒏𝒂 𝒗𝒆𝒎 𝒐 𝒎𝒆𝒖 𝒍𝒂𝒅𝒐
𝑵𝒊𝒏𝒈𝒖𝒆́𝒎 𝒗𝒂𝒊 𝒇𝒊𝒄𝒂𝒓 𝒑𝒂𝒓𝒂𝒅𝒐
𝑸𝒖𝒆𝒓𝒐 𝒗𝒆𝒓 𝒎𝒆𝒙𝒆 𝒄𝒖́ 𝒅𝒖𝒓𝒐
𝑩𝒂𝒍𝒂𝒏𝒄̧𝒂𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒆́ 𝒖𝒎𝒂 𝒍𝒐𝒖𝒄𝒖𝒓𝒂
𝑴𝒐𝒓𝒆𝒏𝒂 𝒗𝒆𝒎 𝒐 𝒎𝒆𝒖 𝒍𝒂𝒅𝒐
𝑵𝒊𝒏𝒈𝒖𝒆́𝒎 𝒗𝒂𝒊 𝒇𝒊𝒄𝒂𝒓 𝒑𝒂𝒓𝒂𝒅𝒐, 𝒐𝒉-𝒐𝒉
𝑶𝒊, 𝒐𝒊, 𝒐𝒊, 𝒐𝒊, 𝒐𝒊, 𝒐𝒊, 𝒐𝒊

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Los Madrigal eran las personas más extrovertidas y expresivas que podías encontrar, cada uno era portador de un carisma único y brillante, con o sin don, podían alegrar el ambiente con solo su presencia en cualquier sitio, ya se iniciando el baile en la fiesta, trayendo uno que otro aporte como bebidas, comida, etc. O incluso siendo los anfitriones de la misma.

Daba igual a quien invitases a tu casa, sea cual sea el Madrigal, la fiesta estaba asegurada a ser un éxito.

Aunque claro, cada uno tenía su especialidad.

Si quería que la fiesta fuera animada, explosiva o incluso divertida, podías acudir a Mirabel, Camilo o Félix, considerados los más enérgicos (excluyendo a Antonio, él aún no iba a ese tipo de fiestas... tal vez un cumpleaños) 

Le daban sazón al sitio.

Si querías una fiesta divertida, pero no tan descontrolada, Isabela, Pepa, Julieta y Luisa eran la mejor opción, las cuatro sabían animar el ambiente y al mismo tiempo que no se descontrole.

Por otro lado, una fiesta calmada, para pasar el rato entre risas y juegos de mesa, Agustín, abuela Alma y Dolores (quién prefería ese tipo de reuniones) eran los indicados para este trabajo.

Todo aquel o aquella que hiciera una celebración, no se les olvidaba nunca invitar a los Madrigal.

Camilo con gusto aceptaba cada invitación que se le entregaba, amaba pasar un buen momento, convivir con la gente nunca fue un problema para él en lo más mínimo.

De hecho, justo ese día un chico lo había interceptado en la calle para invitarlo a una reunión que haría su familia esa noche, al parecer sería de esas fiestas donde la diversión no paraban

Aceptó sin dudarlo.

Claro... después de avisar en casa, no podía ir sin permiso.

—Ya me voy mamá— aviso una vez dieron las 5 de la tarde 

—¡Diviértete y no llegues muy tarde!

—¡Claro!

Sin más el chico emprendió su camino a la casa de los Rosales, donde sería la fiesta a la que fue invitado.

Por el camino se topó con sus mejores amigos, Samuel, Emiliano, José, Nicolás, César.

Su grupo de siempre.

𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐭𝐮𝐬 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐨𝐬 ||𝐂𝐚𝐦𝐢𝐥𝐨 𝐌𝐚𝐝𝐫𝐢𝐠𝐚𝐥||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora