Capítulo III

8 2 0
                                    




Aurora

Temblando y tratando de no gritar.

Así me encontraba en todo el transcurso. Escuchaba a Kai gritandome que abriera los ojos y gritara junto con él.

Pero no era capaz, luego, sentí su mano tomar la mia y levantarla hacia el aire. Inconscientemente abrí los ojos, miré todo lo que tenía frente a mí.

El cielo azul, las nubes, los rayos del sol, y todo a velocidad. Sentir su mano tomando la mia con fuerza hizo que mi corazón bombeara rápido la sangre.

Sé que me sonroje, me quedé paralizada viendo todo. Lo escuché gritar nuevamente.

- Grita Aurora ¡Tienes que gritar! -dijo con mucha fuerza y eso hice. Grité.

Gritabamos juntos, cuando bajamos con fuerza reíamos por que sentíamos que saldríamos volando de los asientos.

Nunca me había sentido tan viva, tal vez Kai y yo podamos ser amigos. Si tan solo tratara de no coquetearme.

Finalmente el juego se detuvo y yo seguía con vida. Lo cual era sorprendente y magnífico. Por momentos sentía que la vida se me iba allá arriba.

Kai se quitó el cinturón y bajó. Y yo como idiota tratando de quitarme el cinturón ¿Por qué soy tan torpe?

Se dió cuenta de mi pequeño problema y me liberó del asiento. Tomé su mano y salimos de ahí. Y me llevó a la casa del terror.

Una casa muy grande, negra con diseños horrorosos pero atrayentes. Y su letrero que decía 'La Casa del Terror'

Había un tipo de seguridad en la entrada. Dijo que teníamos que comprar tickets para entrar.

- Tú quédate aquí, yo iré por los boletos -dijo mientras se alejaba.

- Como digas -le respondí, viendo como se perdía entre la gente.

- ¡Y NI INTENTES ESCAPAR! -ajá, como si pudiera.

Regresó con dos boletos y una gran sonrisa en el rostro. Algo me decía que la idea de entrar a este lugar le gustaba. Y que no me gustaría a mi.

Nos acercamos al guardia y Kai le entregó los boletos. El guardia nos quedó mirando, analizando.

- Para entrar no tienen que sufrir alguna enfermedad al corazón o taquicardia o no se qué. Esta casa esta catalogada como una de las mejores 5 casas del terror en todo el país. Así que si son sensibles por favor se retiran.

Creo que es un buen momento para decir que me puedo desmayar con facilidad.

- Si si, como sea. Vamos a entrar -dijo sonriente y entró. Yo entré detrás de él.

Yo moría de miedo y él miraba todo a detalle, no se perdía de nada. Era un pasillo normal, como para entrar en ambiente.

Pasillo color crema y unos cuantos cuadros de payasos asesinos, un tipo con una motosierra, la llorona, una sombra muy extraña. Ya saben, cosas típicas para asustar.

Y se veían muy realistas. Kai avanzó hasta llegar a la siguiente puerta. Yo miraba los cuadros. Vi a Kai detenerse y leer unas cuantas instrucciones.

De pronto, me sentí observada. Miré los cuadros y juraría que el del payaso hace unos minutos estaba mirando al frente. Ahora miraba hacia un costado, en mi dirección.

Bueno, ya hay que irnos.

Kai abrió la puerta a la siguiente habitación y me quedó mirando. Sonrió.

First Love || Primer Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora