El Secreto

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Amanezco con un brazo tatuado envolviendo y apretando mi cintura.
-Despierta rubia -me tapo con las mantas, queriendo dormir más. -Sino te despiertas habrán consecuencias -me giro, descubro un poco las mantas y le saco la lengua, en cuestión de segundos unas fuertes manos empiezan a hacerme cosquillas en la barriga, yo intento hacer todo tipo de movimiento para poder deshacerme de su agarre pero es en vano, finalmente me doy por rendida.
-Esta bien ricitos tu ganas -levanto las manos en señal de rendición y abro los ojos, su intensos iris están clavados en mí.
-Rubia sinceramente estas buenísima -dice mordiéndose el labio inferior. Su mirada esta puesta en mi, exactamente en mi barriga, me miro y mis mejillas se tiñen de un rojo carmesí.
Al moverme tanto la camiseta se ha subido, enseñando mi piercing del ombligo, el borde de mis pechos y por mala suerte mi cicatriz en el hueso de la cadera. Me tapo la cara avergonzada al notar el tacto de sus rugosos dedos acariciar mis curvas y luego mis cicatrices.
-¿Y esto? -sigue acariciando las demás cicatrices por mis muslos , al lado de mi pecho derecho y la ultima en mi brazo.  Una lágrima resbala por mi pómulo, pero no dejo que llegue hasta mi mandíbula y la limpio rápidamente -¿Quien ha sido Charlotte? Juro que acabare con ese...-lo interrumpo preguntándole que quiere para desayunar, aparto sus manos de mi cuerpo y me levanto de golpe, me bajo la camiseta y fuerzo una sonrisa que se parece más a una mueca que a una sonrisa. Salgo de su habitación, y en un ágil movimiento estoy en su hombro, él me hace cosquillas causando una risa frenética por mi parte.
-Esto me recuerda a como nos conocimos ricitos, sólo que en ese momento no podía hacer esto -acto seguido pellizco su pompis.

Brad empieza a reír a carcajada limpia y pura, llegamos a la cocina americana y me deja encima de la isla donde empieza a cocinar.
-¡Oyeee ricitos que quería cocinar yo! -me quejo como una niña de 5 años cruzando los brazos y frunciendo el ceño en modo de enfado. Él se gira, me baja de la isla y sirve nuestro desayuno.

Meto el tocino con huevo y pan en mi boca, y degusto el sabor.... Hace años que no desayunaba así, prácticamente dejé de comer, al recaer en los malos hábitos tuve un desorden alimenticio que paso a ser depresión y después pasé tres meses en el hospital de rehabilitación. Borro de inmediato esos malos recuerdos y continuo disfrutando del desayuno. Una vez acabado, subo al baño, me cepillo los dientes, cojo los libros de Biología y bajo al salón.
Brad esta viendo una película de miedo, me estiro a su lado y apoyo mi cabeza en el respaldo del sofá, y mis piernas reposan en sus piernas. Mientras releo y miro los apuntes, me doy cuenta que inconscientemente traza círculos en mis desnudas piernas. Sigo con mis apuntes, miro el reloj apoyado en la pared y pego un grito.
-¡Mierda! -subo corriendo hacia mi bolso, y llamo a casa- ¡Hola mamá! ¿Como estas? Si. Si, losé, tranquila que no volverá a pasar ¡Que bien! Si, la verdad es que estoy súper impaciente por hacer Skype, el próximo sábado ¿te llamo? Ajá , uhm esta bien ma. Ya, chao, cuídense -me giro y veo a Brad apoyado en el marco de la puerta y poniendo cara de curiosidad.
-¿Hablas español? -me mira detenidamente.
-Hay muchas cosas que no sabes de mi, ricitos -lo miro y me pongo los leggins- Deberíamos irnos ya, ¿no crees? -digo cogiendo mi bolso y bajando al sofá a por mis apuntes.
-Sólo si me das un beso -contesta jugetonamente.
-Tendrás que ganártelo Bradleeeey -contraataco alargando "ey", en menos de dos segundos su expresión cambia radicalmente, su mandíbula se tensa, sus nudillos se encuentran blancos por toda la fuerza retenida en ellos. De un momento a otro me encuentro acorralada en la pared.
-Te dije que no me llamaras así, rubia -suelta cada palabra con rabia y veneno cerca de mi oído.
-Bipolar y gilipollas ¿lo tienes todo, no? -le digo , ignorando su comentario- ¿Te crees que te tengo miedo? -río fuertemente y lo empujo -Lo siento cariño no soy una de esas sumisas que te tienen miedo sólo al chasquear los dedos, no no, yo no soy así. -puntualizo mientras me alejo de él y llamo a un taxi.
-Te recuerdo que hay una banda persiguiéndote -dice mientras coge mi móvil y cuelga la llamada del taxi -Nos iremos en la moto pero eso será mañana, el examen de Biología es por la tarde -lo miro y me sonrojo, estaba en lo cierto.
-Pues hagamos pizza, he acabado de estudiar -digo en un repentino cambio de humor.
-¡Si señora! -exclama con entusiasmo al mismo tiempo que se coloca la mano derecha en la sien, como un soldado saludando al capitán.

Definitivamente cualquiera que nos viera pensaría que sufrimos una grave bipolaridad.

Mientras preparo la masa de la pizza su cabeza se apoya en mi hombro y en un momento inoportuno un brazo tatuado me tira harina en la cara. Yo empiezo a reír a la vez que le exclamo ¡Braaad eso es muy cliché! . Tras media hora jugando y preparando la pizza, la dejamos en el horno y esperamos a que este lista.  Esperamos otra media hora más y la sacamos del horno, Brad pone una película de miedo y yo traigo la pizza al sofá.

Mientras vemos la película pienso en el beso de ayer, fue inesperado y a la vez necesitado, como si desde el primero momento que nuestras miradas se cruzaron, nosotros ya ansiábamos besarnos. Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me doy cuenta que mi cabeza esta apoyada en su pecho y nuestras manos están entrelazadas, ni siquiera he comido mi trozo de pizza, pero ya no tengo hambre así que me da igual; en cambio él lleva cuatro trozos digeridos y se esta comiendo el quinto.

[...]

El lunes por la mañana me doy una ducha rápida, Brad y yo desayunamos y volvemos a la Universidad.
El pasillo esta desierto, es obvio que todos están en sus respectivas clases, pero todo eso depende del horario y el itinerario de clases que hay. Coloco la nueva llave en la cerradura, y antes de poder abrir la puerta, la muñeca de Brad agarra mi brazo fuertemente.
-Rubia lo que ha pasado en la cabaña será un secreto. Pues si se enteran de que has estado conmigo , irán a p...
-¡Ya lo he entendido! -ruedo los ojos- Brad ya he pasado por esta situación mucho antes de conocerte y ver eso en el muelle -digo esto a la vez que disminuyo mi tono de voz hasta quedar en un hilo inaudible.

Risk It AllDonde viven las historias. Descúbrelo ahora