Mentiroso

9 0 0
                                    

El camino de vuelta se me ha echo eterno y no se si es por el paisaje frívolo que me rodeaba, o por reprimir las ansias de ver todos los documentos. Llego cerca de las ocho de la noche, abro la puerta de la habitación y para mi sorpresa Mel está en ella con Connor besándose apasionadamente.

- ¿Vosotros dos no estabais de finde? -les pregunto extrañada de verlos aquí.

-Estábamos, tu lo has dicho. Pero el gruñón de Brad la necesitaba para él -me contesta asqueada.

-Así es él ¿no? Bueno solo cojo unas cosas y ya os dejo solitos. 

Cambio mi bolso por la mochila y meto el Mac, los sobres, una libreta y mi estuche. Salgo de ahí, no sin antes gritarles un "Adiós tortolitoooos". Mientras cierro la puerta no paro de darle vueltas a porqué Brad necesita la cabaña.

 No se donde ir, tenia planeado mirar los sobres en mi cama, pero al estar los dos allí me he quedado sin plan. Inconscientemente estoy caminando hacia la habitación de James, toco su puerta y me abre recibiéndome en unos sexys y ajustados boxers negros. Lo miro y me sonrojo.

-Dime por favor que no te he vuelto a despertar.

Me iba a contestar hasta que una voz femenina nos interrumpe  "¿Cariño vuelves a la cama?" Lo miro y me quedo de pie como una tonta hasta que reacciono.

-Veo que estas acompañado -antes de que se excuse le digo- Tranquilo, no me lo tienes que explicar. 

Lo vuelvo a mirar y me voy. No puedo evitar que una ola de desilusión recorra mi pecho pero a su vez pienso que tampoco puedo pretender enfadarme con él, al fin y al cabo solo pasábamos las noches juntos.  

Por lo que veo hoy no es mi día. Ahora si que no tengo a donde ir, solo me queda una opción. Saco el móvil del bolsillo y llamo a Tris, le pregunto si hay alguien en el apartamento a lo que el me responde que no y le vuelvo preguntar si puedo ir allí. Me da indicaciones de donde esconden las llaves de repuesto y salgo de la Uni por segunda vez en el día.



Me instalo en una de las cinco habitaciones que hay y coloco los cuatro sobres encima de la cama: el primero es el mío, el segundo es de Yeray, el tercero es de Brad y en el útlimo solo hay una fecha en cursiva  . Después de que Mel me haya contado que Brad estaba en la cabaña una curiosidad enorme se ha despertad en mi, y abro el sobre rojo con letras blancas con su nombre puesto en él. 

Dentro del sobre hay un expediente de Brad lleno de delitos menores, hay fotografías suyas de la noche del muelle y muchas otras de antes y después de conocerme, en muchas de ellas esta haciendo trapicheos, amenazando o pegando a gente inocente... Un mal cuerpo se me queda al pensar el parecido que tiene con Marcus. Hay bastantes artículos de periódico en los cuales se habla de disturbios y conflictos de una banda de traficantes bastante conocida en Inglaterra con la que parecer ser la banda de Brad. Abro un sobre pequeñito y la rabia me hierve la sangre, me da asco ver fotos con ella, no entiendo porque me miente, me estoy cansando de ser su pasatiempos, él ha acabado con todas las posibilidades que tenia de darle otra oportunidad, ahora sí que ya se acabó. Si quiere jugar, que juegue con el zorrón de Melanie.

Cegada por la traición, recojo las cosas de mala gana y las meto en mi mochila. Voy a salir del apartamento para conducir hasta la cabaña, y antes de poderlo hacer él ya esta abriendo la puerta y me ve de pie en el salón.

Ha llegado el momento de aclarar las cosas, Brad se enfrentará a mi le guste o no... 

-¿Tanto me echas de menos, que me vienes a buscar hasta aquí? -dice con arrogancia.

Saco todas las fotos y se las tiro a la cara.

-Quédate con ella, y con todas las que quieras, este jueguecito se acabo Bradley. 

-Deberías de dejar de investigarme -dice mientras recoge las fotos y deja las llaves en la mesa. 

-Y tu deberías de saber quien puede jugar en la grande liga, tu solo eres un delincuente de pacotilla, al lado de los mayores quedas como el aficionado. 

-Eres solo una estúpida rubia que se cree mejor que los demás, eres una niñita hipócrita y mimada que se piensa que haciéndose la víctima conseguirá engañar a la gente. No soy tonto, sé como eres en realidad, tú eres peor que todas esas perritas del montón que pasan por mi bragueta, eres como un pañuelo de usar y tirar, tan fácil como una puta barata. -contraataca. 

-Ene eso tienes razón soy estúpida por creer que cambiarías por mi, eres un gilipollas. Y que sepas que puta es la que cobra por acostarse con los hombres -le digo con asco.

-Entonces eres mejor que una puta barata, me has salido gratis. -dice con recelo.

Acto seguido le abofeteo su mejilla derecha, y resuena por toda la estancia con un fuerte plaf. Lo empujo y se cae sentado en el sofá.

-Eres un capullo de mierda, por un momento pensé que te importaba de verdad, lo triste es que tu sí que me importas y me gustas, pero veo que solo soy una más en tu lista. Bravo Charlotte has vuelto a caer en la misma mierda de siempre. -Le digo mientras lágrimas ruedan por mis mejillas-. 

Recojo mi mochila del suelo, él se levanta, me coge del brazo para que no me vaya y me dice:

-También me importas, y mucho a decir verdad, creo que incluso me gustas. Lo que pasa es que no se como reaccionar contigo, eres diferente, no puedo controlarte, me desconciertas.

-No se trata a una persona a la cual quieres de esta forma tan denigrante como tu lo has echo. Ahórrate todas tus sucias mentiras, ya no las quiero escuchar porque para mi ya no existes.

Me suelto de su agarre, abro la puerta, y antes de salir le digo "Me has decepcionado mucho, yo creía en ti  y tu me has fallado"  lo miro a los ojos por última vez, y cierro la puerta fuertemente. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 22, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Risk It AllDonde viven las historias. Descúbrelo ahora