Capítulo 2

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El peliverde se encontraba acostado, hacía poco que su madre le había despertado, pero no quería moverse de la cama.. hoy era el día donde conocería en persona a quien sería su prometido. No quería. Él no quería estar prometido, no quería casarse con quién no amaba.. y por el momento, no lo haría. No tenía mucho elección.. pero juraba negarse ante aquel hombre, a parte, le llevaba como cinco o seis años! Definitivamente no.

Luego de que su madre, casi que le obligara a cambiarse para salir a conocer a su prometido, no tuvo de otra que de hacerle caso. Se vistió con aquel traje que su madre le había dejado sobre la cama, lo miró por un poco y finalmente se lo probó. Le gustaba como le quedaba, no lo negaría..

-dibujito feo del traje- ignoren el resto de cosas que hay dibujadas JAJAJ-

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-dibujito feo del traje- ignoren el resto de cosas que hay dibujadas JAJAJ-

Al salir a la sala principal, el peliverde se encontró viendo a un hombre más alto que él por varios centímetros, se notaba de lejos la diferencia de edad. Aquel peliazul se acercó a nuestro Izuku, tomando su mano y dejando un beso en esta, como todo un galán.

—Encantado, príncipe Izuku.. puedes decirme Tomura.— habló el peliazul dándole una arrogante sonrisa, por la expresión que hizo el menor, era obvio que no quería estar con él, y eso era algo que el mayor amaría.. pues claro, no esperaba que en algún momento decidiera negarse.

—Sí, sí.. ya sabrás quién soy así que ni me presento..— apartó la mirada al igual que su mano cuando besó esta. Esta situación era bastante incómoda a decir verdad, para el menor por lo menos.
El adulto frunció el ceño pero luego sonrió, esto sería divertido. Sabía que tarde o temprano deberían hacer algo, le había tocado el premio gordo, debido a que aquel príncipe peliverde era un doncel, por lo que podrían tener descendencia. Se acercó a este, tomándole por la cintura y apegándole a él, si antes o después deberían hacer algo, porque no comenzar ahora?

Aquel pecoso era el chico más codiciado de todo el reino por su esbelta figura y hermosas facciones, no desaprovecharía.
El peliverde se quiso retirar un poco hacia atrás, no quería esto, desde luego que no. Que tanta confianza tenía aquel chico para acercarse tanto a él acabando de conocerle?!

—Ow.. tú no quieres estar conmigo.. cierto?— preguntó en un susurro al oído contrario, al no recibir respuesta más que una mueca que demostraba la verdad, sonrió alejándose.
—Es una pena.. porque vas a estarlo, su majestad..~— habló finalmente separándose un poco. Izuku trataría de soportarlo por el bien de su reino y detener la guerra.. pero a la mínima, me alejaría, no quería estar con aquel chico, suficiente que le soportará por su pueblo.

Aquella tarde y luego de que el peliazul marchara de vuelta a su reino, Izuku salió por la puerta de atrás, dirigiéndose al lugar donde siempre quedaba con su amigo.

—Hitoshi-Kun! Ya llegué! Lamento la demora!— dijo al llegar al lugar donde el violáceo le estaba esperando.
—No te disculpes alteza, seguro que tendrías cosas más importantes que hacer— contestó el mayor de su típica forma indiferente.
—Ya te dije muchas veces que no hace falta me digas así! Somos amigos Hitoshi-Kun, no tienes porqué decirme así.. y no es que estuviera haciendo cosas más importantes! Nada es más importante que esto.. pero mi madre me arrastró a conocer a "mI pRoMeTiDo".. es un viejo perverso.. no me quiero casar con él— suspiró afligido el menor, siendo poco después abrazado por el contrario. Luego de hablar un poco de este tema y que el pecoso se sintiera mejor, comenzó el entrenamiento de Shinsō, como todos los domingos hacían.

Will you be mine? ×Shindeku×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora