Capítulo 1

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Izuku era un príncipe medieval que buscando ayudar a su reino, entró también en aquella academia de formación para guerreros. Quería ayudar a su reino cuando hubiera una guerra. No sería de los típicos que se quedaba de brazos cruzados en su castillo esperando que sus fieles guardias dieran la vida por él. Sí algo le sucedía, sabía que podía dejar el trono a su fiel mejor amigo, Katsuki Bakugou.

Alldrom, el reino de Izuku, estaba en guerra con el Reino vecino, Staindor.. por suerte, parecía ser que había una forma de parar esto, su madre, la reina, fue quien lo pensó. Sí unían los dos reinos podrían detener esta guerra, unificando ambos reinos.. y como se haría eso? Así es. Casarían a los dos príncipes de ambos reinos, un matrimonio arreglado.

Tomura Shigaraki, el príncipe del reino vecino, estaba más que encantado con eso. Sabía bien de sobra como era el peliverde, un dulce príncipe con perfectas facciones y suave piel.. no podía dejar pasar el tiempo antes de tenerle entre sus manos.
Por otra parte, Izuku Midoriya, no aceptaba casarse con aquel hombre. Lo primero es que le sacaba siete años! Y lo segundo, ni siquiera le conocía! Solo sabía que muchas de las acciones que terminaron con la vida de muchos de su reino, estaban en manos del peliazul. No pensaba casarse con ese hombre, a parte de que ya tenía a su destinado.


-Hey! Tú!- exclamó el peliverde corriendo hacia un chico de morados cabellos, estaba paseando por el reino cuando vio un hilo rojo aparecer en su dedo meñique. Cuando dos destinados por el hilo estaban a menos de 30 metros, el hilo se había visible para los destinados y solo para ellos. Por eso, al ver su hilo, el pecoso comenzó a seguirlo hasta dar un un lindo chico, sin camisa, estaba sudado y parecía que había estado entrenando. Con aquel chico es con el que su hilo rojo de unía.

Al escuchar una voz que no era la de su padre, el violáceo no tardó en voltear la mirada, encontrándose con el príncipe izuku. En cuanto le vio, tardó poco en hacer una reverencia ante la presencia de aquel chico, no se había dado cuenta siquiera de que su hilo rojo había aparecido.
-Su majestad.. que le trae por aquí? A hablarle a un simple campesino?- preguntó en un tono firme para demostrar respeto ante el príncipe, quién no evitó una pequeña risa.

-No hace falta que hagas una reverencia.. y porque no podría estar aquí o hablarle a un campesino? Todos son iguales para mí, pero para responder a tu pregunta..- se quedó por un poco en silencio, luego levantando su mano para que se viera aquel hilo rojo atado a su meñique, conectado al hilo rojo atado en el hilo del violáceo. Al darse cuenta, este se quedó boquiabierto, inconscientemente se disculpó, pensando que estaba enojado porque su hilo rojo fuera un simple campesino, pero Izuku negó repetidas veces a sus disculpas, diciendo que no debía disculparse, y luego de hablar por un tiempo, ya que por el momento ninguno de los dos pensaba en el amor, decidieron quedar como amigos, viéndose casi todas las semanas, Izuku querría verle diariamente pero el trabajo como príncipe más la escuela de formación.. era difícil tener tiempo.


Izuku no paraba de negar ante el echo de tener que casarse con aquel hombre al cual no conocía de nada mas que de malas palabras. No. No iba a permitirse eso.. hacia dos años que conoció al violáceo y no había podido evitar desarrollar unos sentimientos hacia este, es decir, era realmente lindo y tenía buen cuerpo.. cierto, no se mencionó?
La mayoría de veces que ambos de veían no era para pasar el tiempo. Luego de hablar un poco y también después de muchas súplicas, Izuku aceptó entrenar a Hitoshi como se le entrenaba a él. Resulta que Hitoshi era un campesino que deseaba convertirse en un guerrero para proteger a su majestad, más todavía luego de hacerse amigo de este, pero, las plazas en la escuela de formación eran muy limitadas y no había espacio, a parte que si lo hubiera, siendo un campesino sería muy difícil lograr entrar. Por lo que Izuku aceptó entrenarle, prometiendo que en el momento que alguien dejara la academia, él tendría un puesto fijo, porque él, el mismísimo príncipe, le recomendaría, y nadie se negaría a eso.

Will you be mine? ×Shindeku×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora