Capítulo 3

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Dos horas y media luego de aquel entrenamiento, Izuku se detuvo, viendo al mayor con una pequeña sonrisa. Se notaba de lejos el progreso que el contrario hizo con su entrenamiento. Podría decir fácilmente que estaba a su altura, o al menos así lo veía el peliverde, quién siempre veía lo mejor de aquel chico frente a él..

—Oye, ahora que acabamos el entrenamiento..crees que tengamos unos minutos para hablar?— preguntó el mayor, recibiendo un asentimiento como respuesta. —No quiero que te cases con ese idiota. No me malinterpretes, se que no soy nadie para decidir esto.. pero es lo que TÚ quieres! Tú no quieres casarte con él, apenas y me lo dijiste, pero igual lo harás.. se que es por el reino pero que hay de ti? Nadie toma en cuenta tus sentimientos, y eres mucho más importante que este tonto reino..!- ..... Espera no-! No quise llamar tonto a tu reino- ugh, ya entiendes..— suspiró finalmente tras soltar aquello, levantando luego su mirada para encontrarse con unas lágrimas recorriendo las mejillas del peliverde mientras le veía, esto le hizo tensarse.

—Dije algo malo? Lo lamento, majestad! No tenía intenciones d- — antes de poder terminar el pecoso le abrazó.

—No dijiste nada malo, perdón.. solo, es lindo ver que alguien también se preocupa por mi y no solo por el reino— habló dando una leve sonrisa mientras le veía, al escuchar esto el mayor suspiró y correspondió.
—Eres tonto por llorar por cosas así.. no debería parecerte lindo, debería parecerte normal.. pero desgraciadamente la gente piensa tan poco en ti en ese sentido, que ves lindo cuando lo hacen..— Un pequeño silencio se instaló entre ambos en aquel momento, luego el pecoso dictó nuevamente.

—Ya.. pero no importa, y no, contestando a lo de antes, no le rechazaré.. no por ahora. Trataré de soportarle, pero luego no puedo confirmar nada.. es por el bien del reino, puedo detener una guerra si lo hago.. vale la pena tratar de soportarlo, supongo—

El violáceo solo aferró su abrazo, realmente aquel era el mejor príncipe que había tenido este reino hasta donde su padre le había contado.
Debía admitir, no únicamente se negaba al matrimonio por el bien de Izuku, sino porque también había comenzado a desarrollar sentimientos hacia él.. cosa que no mencionó, pero creía que suficiente que aquel príncipe fuera amigo suyo, que eso era ya un milagro.. que no le esperaría nada más que eso, aún siendo destinados!

Lo que no sabía era qu Izuku sentía lo mismo, este no tenía problema en decírselo.. y de echo, lo haría. En unos días.. pero temía que su madre o cualquiera les descubrieran juntos como pareja. Tuvo que insistir demasiado para que simplemente le dejaran salir con el una vez por semana.. resulta que él era el único que no pensaba mal de los plebeyos, porque no simplemente ser todos iguales y ya? Izuku siempre había destacado por ser diferente, pero no solo en comportamiento sino en pensamientos también. Cualquier otro príncipe o rey, diría que los plebeyos eran solo esclavos para ellos.. Izuku solo les veía como uno más de su reino, como cualquier otro, ya fuera o no de clase baja. Para él, todos eran iguales.. o de echo no. Nadie era igual a shinsō.. shinsō era alguien increíble a quien Izuku admiraba, sí, admiraba. Su determinación y su iniciativa para nunca haberse rendido en su sueño de ser guerrero.

Haber entrenado solo por años sabiendo que no podría aspirar a donde mucho otros pero demostrando que es alguien fuerte y lo útil que sería para todos en la guerra..

Will you be mine? ×Shindeku×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora