06 | el cruce.

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Narra Giulia:

Me sentía un poco fuera de lugar en la casa de Jean, no porque él fuera malo, sino porque había mucha tensión entre esos dos.

Me encuentro en la tienda ahora poniendo algunas cosas en el carrito, con lo que me dió él me alcanza y nos ha ayudado bastante.

Liberé un bostezo después de unos segundos de ver la fecha de vencimiento de una sopa instantánea, dios como amo esas cosas.

Me acerqué después hacia los congeladores para buscar algún refresco, Mikasa pidió cosas pero ahorita no quería gastar todo lo que Jean me había dado.

Pronto sentí la presencia de alguien más a mi costado, al parecer también quería algo de ahí.

-Disculpa ¿Te puedes apurar? -su voz me parecía conocida.

Un escalofrío me recorrió despacio y giré mi rostro hacia la persona junto a esos ojos verdes, el cabello suelto y despeinado, Eren, ambos nos mirábamos simultáneamente.

-Tu otra vez. -murmuré cerrando la puerta sacando una lata de Coca-Cola.

-Tampoco eres alguien que me agrade ver, solo quiero algo de tomar. -explicó serio.

-Bueno, todo tuyo. -tomé la baranda del carrito y quise avanzar pero él me tomó de la muñeca. -¿Qué? -

-Se te cayó. -señaló el piso hacia dónde había un paquete de galletas de vainilla.

Juro que si nadie me avisa me pueden hasta robar y no me doy cuenta a veces.

-Ah, gracias. -le dije y fui a recogerlas. -¿Qué haces por aquí? -quise saber.

-Vine a ver una película. -contestó con sarcasmo. -Vine a comprar ¿a que más?

-¿Tu no vives lejos?

-Tu también.

-Es que nos votaron de la casa. -dije y él frunció el ceño.

-¿Cómo? -preguntó extrañado.

-No pagamos unos meses y encima el dueño nos tenía bronca. -le expliqué y el abrió el congelador para sacar algo para tomar.

-Ah, que feo ¿Tienes dónde quedarte?

-Si, alguien de la universidad que está medio bobo con Mikasa nos está ayudando. -avisé. -Pero no era tan malo como creí, es que ella suele salir con estúpidos.

-Ah, bueno, entiendo. -respondió mientras comenzaba a contar en dinero y a revisar que más podía llevar.

-¿Por qué eres tan seco?

-¿Ah?

-Intento hablar contigo y dices "ah" "está bien". - dije mirándolo a los ojos. -Ah pero cuando querías follar, ahí decías de la a hasta la z ¿Eh?

-Ya cállate. -me contestó. -Solo no sé de qué hablar, disculpa.

-No te disculpes oye, solo dime si te caigo mal y jamás me aparezco ante tus ojos bonitos. -confesé y noté sus mejillas ligeramente rojas.

-No creo que se pueda, el universo te pone en mi camino a cada rato rubia. -respondió en burla y abrió una lata de refresco tomando unos sorbos. -¿Tienes con qué pagar todo eso?

-Si, bueno, masomenos.

-Yo pago. -él tragó unos sorbos más.

-No te quieras hacer el educado, estoy bien. -insistí.

-Y tu no te hagas la orgullosa, déjame ayudarte. -él dijo. -A cada rato apareces, capaz tengo que hacer algo para que te vayas y ya no vuelvas. -alcé las cejas.

some peace | eren jaeger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora