—¿Pedimos algo para comer? —le pregunto a mí amiga. —¿Tendrás dinero que me prestes?
—Nada.—respondió.
—¿Enserio? ¿Cuando estabas con Jean no pudiste pedirle algo? —cuestioné cerrando la puerta del lugar.
—No creo que me fuera a prestar algo. —suspiró cansada. —Estaba durmiendo y no quería interrumpir. —
—Bueno en ese caso, no tengo idea de que hacer. —dejé las llaves a un costado. —Espera a que se me ocurra algo. —dije, el trabajo en el que estoy no es fijo, son solo horas, hago servicios en la biblioteca de la universidad, organizar ciertas cosas, no es algo muy díficil de hacer por lo que cuesta menos.
Me pagan los días de semana, sin embargo los fines de estos Mikasa y yo solemos batallar con el dinero.
—Me voy a morir. —dijo Mikasa quejándose, tal vez sus náuseas volvieron. —Algún día me casaré y no haré absolutamente nada. —
—Ya, no seas exagerada. —Mikasa me dice desde allí aún con sueño. Ella siempre ha tenido ese pensamiento y aunque no esté del todo correcto pensar en depender económicamente de alguien, ya lo hace, de mí, solo que no estamos casadas.
Desde pequeña ha visto las diferentes clases sociales que hay, desde la gente que enseñaba en su escuela, hasta la gente que ganaba mínimo limpiando, no está mal pero ella quería más, siempre ha querido ser de las que enseñan, idolatran, y con buen sueldo. No hace nada para conseguirlo, pero lo ha querido siempre.
Su madre trabajaba en un áreas de diseño de interiores. Veía que siempre ayudaba a los demás en su hogar soñado, pasaba por miles de pisos millonarios, sin embargo también a los que atendía, los que solían ir tenían el dinero suficiente como para pagar sus servicios. Veía a su mamá agotada hasta tarde trabajando en los planos y distribuciones de estos hogares.
Por otra parte veía a los que eran dueños de las casas, veía su vestimenta, su forma de hablar y sobre todo como podían acomodar su casa de la manera que se les plazca con dinero.
Con el tiempo no solo se convertía solo en sus hogares, veía que esos trozos de papel conseguían ropa, comida, en mayores o pocas cantidades, en mejor o peor calidad. ¿Es algo que todos deberíamos saber? Si, el problema era que desde los ocho años comenzó a cuestionarse demasiado esa situación.
Su papá no estuvo presente en su vida, al cumplir los doce sus padres se divorciaron y él dejó de visitarla por completo, en un primer momento soltaba todo lo que sentía al respecto a ese choque tan duro. Pero cuando creció aprendió a reprimirlo más y comenzó a salir con chicos, realmente no le importaba mucho las relaciones formales, pues sabía que la querían por su cuerpo o para el rato, pensaba que estar consciente de eso hacía que doliera menos.
No sé cuántas veces la he visto llorar por esa situación, a veces solo se ríe o busca otro tema de conversación que no sean sus salidas ocasionales con hombres. Pues trataba de no encariñarse, pero con el más mínimo gesto que tenían con ella, como llamarla al siguiente día o escribirle, su estómago revoloteaba.
Y cuando no lo hacían se sentía devastada, no había punto medio.
Mikasa parece una chica fuerte, pero hay situaciones en las que no lo es.
—¿Crees que yo debería buscar empleo? —ella habla de repente.
—Uhm, si quieres, no sería mala idea. —contesté extrañada, no sé de dónde venía eso.
—Es que Jean ayer me dijo si trabajaba en algo y lo evadí, tal vez le gusten las mujeres con metas profesionales. —miraba hacia un punto fijo mordiendo sus uñas.
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some peace | eren jaeger.
Fanficfanfic eren x oc fem. donde giulia y eren se conocen en una fiesta de cumpleaños, por ciertas situaciones del destino vuelven a encontrarse una y otra vez, y cada vez es más difícil sacarlo de su mente. ¿habrá algo más fuerte que sus miedos? por más...