FALOFILIA [Catradora G!P] (Adaptación)

Mi nueva amiga...Adora Grayskull

—¡Realmente tienes que...! ¡Tienes que estarme jodiendo, Catra! —gritó Scorpia, golpeando el suelo con su puño.

Se había caído de la cama de la castaña, en la cual se encontraban originalmente hablando después de que la menor llamase a su mejor amiga en busca de desahogar todo lo que tenía en su interior desde aquél infortunado suceso. Debido a la exagerada risa maníaca que no había cesado desde que Catra empezó a relatarle su primera charla con Adora Grayskull.

—¡Demonios, Scor, deja de reírte! —Exclamó Catra, lanzándole una almohada en el rostro a su mejor amiga, frustrada, avergonzada y muy roja—. Me haces sentir mucho peor.

La mayor inhaló un par de veces antes de encontrar su voz.

—No creo que eso sea humanamente posible, Catra —confesó su mejor amiga, apoyando sus codos en el colchón de la cama, aún sentada en el piso—. Es decir, lo primero que sale de tu boca la primera vez que hablas con una criatura inocente como Adora Grayskull es "¿Me dejas chupártela?" —Las mejillas de Weaver en estos mismos momentos, estaban de un color carmesí. —Sólo porque quedaste sorprendida por el tamaño de su mini-Adora no tan mini por lo que me cuentas... No te da derecho de ser una indecente. Debiste invitarle un café primero.

—¡Scorpia, ya basta! —Gritó Catra, tirándose de espaldas en su cama, cubriendo su rostro con una almohada, ahogando un grito de frustración en ella.

Tenía ganas de llorar debido al bochornoso momento que había vivido con Adora. Demonios, después de haber soltado tal vulgaridad, no se dio cuenta de la estupidez que había dicho hasta que el rostro entero de la rubia se volvió tan rojo como una manzana madura. El labio inferior le tembló, no pudo decir ni una sola palabra y Catra, en seguida, se dio cuenta de lo profundo que había metido la pata.

—L-lo siento...Creo que debo irme.

Fue lo único que logró articular la chica, quien se olvidó al instante de su ducha ("olvidar" según Catra), y salió corriendo con la ropa a medio poner, dejando a Catra con una disculpa en la boca y la vergüenza más enorme que había experimentado en su vida.

—Debo disculparme con ella —balbuceó Catra, aún con el rostro enterrado en la almohada.

—¿Hm? —Inquirió su mejor amiga, subiéndose en la cama y quitándole la almohada del rostro— ¿Qué has dicho?

—Que debo disculparme con ella. No podré vivir en paz conmigo misma si ella sigue teniendo esa errónea impresión de mí, Scorpia. —Dramatizó la menor, sentándose sobre sus pantorrillas y meneando a su amiga de los hombros— ¡La traumaticé!

—Sí, eso me ha quedado bastante claro —ironizó su amiga, rodando los ojos—. Pero créeme cuando te digo que Adora va a estar ignorándote hasta en los almuerzos. Debe estar tanto o más avergonzada que tú.

—Por eso tú me ayudaras a atraparla —canturreó Catra, sonriendo exageradamente.

—Sí, la vamos a "atrapar", se va a asustar mucho más. —Analizó la mayor, llevándose un dedo a la barbilla, como analizando la situación.

—¡Scorrrr! —Lloriqueó Catra—. Debes ayudarme...Quiero disculparme con Adora, no puedo dejar las cosas así aunque me muera por tener ese gran pene entre mis manos, quizás si me disculpo con ella podríamos ser amigas y me deje... me deje... oh, demonios, voy a tener que cambiar mis bragas si sigo pensando en ella.

—¡Ew, Catra, eres una asquerosa! —Dice Scorpia empujando a su mejor amiga, haciéndola caer al suelo—. Pero te ayudaré sólo porque tú me ayudaste a pedirle una cita a Perfuma antes de que fuéramos novias. Te la debo.

—¡Eres la mejor amiga del mundo! —Gritó Catra, lanzándose a los brazos de Scorpia.

—Vale, te ayudo, pero a cambio de una sola cosa —pidió la peliblanca, apartándose del abrazo.