Capítulo 1

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Su primera aparición, y las que le siguieron, no fueron un acto al hazar, sino que algo intencional. Ella simplemente se sentaba, caminaba y, misteriosamente, desaparecía.

Hasta que un día él salió de la garita con prisa, pensando en que debía apurarse porque la tintorería cerraría, pero se detuvo al cruzar su mirada con la de ella. La valla era lo único que le impedía dar un paso más.

Así que se quedó en su lugar, de pie, solo viéndolo.

La chica y el militar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora