Arco de BLACK DRAGON
Podía resultar difícil el poder conciliar el sueño del todo, pero en algún momento parecía haberlo conseguido, se sentía como estar flotando en la nada, hundiéndose lentamente en una oscuridad que parecía engullirle, no podía respirar, tampoco gritar, tan solo ver como la claridad se extinguía lentamente alzando una de sus manos como intentando alcanzar aquello. Se despertó sudando, asustado, algo desorientado, buscando con la mirada algo que le indicara dónde se encontraba, o más bien en que época. El calendario en su cuarto indicaba que seguía en el pasado, el reloj en el anticuado celular de tapita que aún estaba ahí, marcando casi las seis de la mañana, pero no había sido eso lo que le hizo reaccionar de esa forma, alguien parecía estar llorando, murmullos leves en la sala del departamento que sus padres le habían dejado, con algo se ensoñamiento, el cabello completamente despeinado y el sudor aun cubriéndole la frente salió casi de hurtadillas de su propio cuarto, con algo de temor de encontrarse a algunos ladrones dispuestos a lastimarle, después de todo Takemichi seguía siendo algo cobarde pero de todas formas estaba dispuesto a enfrentar a los maleantes pero se detuvo cuando distinguió las siluetas que hasta cierto punto ya le eran conocidas.
Estaba Hakkai abrazando a alguien, una mujer algo más bajita, menudita que se ovillaba entre sus brazos sollozando, era alguien fuerte, la vio en alguna de las líneas temporales enfrentarse a otros pandilleros, defender a su hermano, estar dispuesta a matar al mayor de los Shiba solo por protegerlo, pero en ese momento se veía frágil, casi destruida, con el rostro cubierto de lágrimas, la mejilla inflamada, el parpado de uno de sus ojos rotos, así como sus labios agrietados, le había visto lastimada alguna vez, pero nunca tanto como al punto de verle llorar, siendo consolada. Quería preguntar por lo sucedido, pero casi se encontraba en estado de shock, tan solo cuando el de cabello azul notó su presencia fue que pudo reaccionar. – Hanagaki ... . – Susurró casi conteniendo las lágrimas para no quebrarse junto a su hermana. – Hakkai-san... . – Se miraron por unos segundos antes que el se girara en búsqueda del botiquín de primero auxilios que había en el baño y se aproximara a ambos, dónde Yuzuha ya estaba tratando de limpiarse el desastre de rostro que tenía. – ¿Que sucedió? . – Preguntó a medida que sacaba el desinfectante de heridas junto al algodón. – Taiju. – Y pudo ver en ese momento la misma colera que en "ese incidente" en la iglesia en los ojos de Hakkai.
Dejaron a Yuzuha durmiendo en la habitación la cual Hanagaki le prestó al menor de los Shiba, un último vistazo al cansado cuerpo que yacía sobre la misma antes de cerrar la puerta tras ellos. – Lo odio. – Y con justa razón Hakkai decía aquello, conteniendo la ira mientras apretaba con fuerza los puños a los costados, el viajero en el tiempo no sabía que decir para poder calmarle, pues nada serviría, estaba seguro de ello, pero tampoco le permitiría cometer alguna locura. – Siempre ha sido así. – Continuó el más alto. – Desde que somos pequeños... Yuzuha me ha protegido, soy un cobarde incapaz de hacer nada. – Se lamentaba mientras el rubio teñido se le acercaba para sostenerle de alguna forma, darle consuelo, sabiendo que no era la primera vez que le oía decir aquellas palabras de desprecio hacia su persona. – Mi hermana ha hecho todo, soportado a causa mía ese dolor, y ahora que él sabe que yo... Yo no soy normal. Simplemente la dejó de esa manera. – Las lágrimas escurrían por sus mejillas, sollozando en voz baja para no despertar a Yuzuha mientras se ahogaba con su propio aliento. Quedaba tan solo dos días para navidad y todo parecía teñirse de negro, como en su propio sueño.
Takemichi... . – Las palabras lograron sacarlo de sus pensamientos. – Eres mi amigo, me acogiste en tu casa y no me juzgaste por ser... . – No podía decirlo en voz alta, aún le costaba admitirlo. – Necesito que me ayudes. – El viajero en el tiempo se mantuvo firme antes de asentir, le ayudaría a enfrentar a los Black Dragon, a derrocar la tiranía de Taiju, y si eso implicaba hacerlo a la fuerza, hacerle entender muchas cosas como el que Hakkai estaba enamorado de otro hombre. Esta vez no necesitarían la ayuda de Koko para obtener la información, ni mucho menos de Kisaki, para su suerte, pero si necesitaría la ayuda de Chifuyu, así que fue al primero que llamó en ese momento y acordaron reunirse todos en la plaza frente al departamento para no molestar a Yuzuha, aunque no esperaba que llegase junto a este Baji y mucho menos Kazutora. – Capitán. – Llamó el rubio más bajo acercándose junto a los otros dos más altos, se le hizo extraño a Takemichi ser llamado de esa forma, pues estaba acostumbrado a que el otro le llamase "compañero", tendría que acostumbrarse a que esa amistad que tuvieron en el pasado, en ese momento ya no existía más. – Kazutora-kun, Baji-san. – Saludó el viajero a ambos, recibiendo inesperadamente un abrazo por parte de Baji, después de todo gracia a él en ese momento el azabache seguía con vida, aunque la mirada algo avergonzada del otro indicaba que aún se sentía culpable de lo ocurrido en el llamado Blood Halloween.
Me estas diciendo que quieres atacar al líder de los Black Dragon tu solo. – Detuvo en seco Chifuyu mientras terminaba de exprimir la caja de fugo que tenía entre los dedos. – Mas o menos. – Se rascó la mejilla Hanagaki mientras los demás, que no estaban totalmente al tanto de la situación le miraban perplejo, incluso el menor de los Shiba no esperaba dicha declaración, pues desde el primer momento la intención de este era él ser quien hiciera eso. – ¡¿Estas demente?!. – Baji fue el primero en decir lo que probablemente todos pensaban en ese momento. – Baji-san, no tienes derecho a decir eso luego de que fuiste tu mismo el que se acuchillo con la esperanza de acabar con la batalla. – Quería refutarle a Chifuyu, pero bajo esa lógica no pudo, en cambio Kazutora guardaba silencio. – Se que suena demente, pero tengo mis motivos, y bueno... No puedo dejar que Hakkai-kun se enfrente solo a Taiju. – Esto sorprendió a todos. – Se que al momento que me dijiste eso en casa, tenías pensado hacer algo. – Le dedicó una sonrisa de soslayo al peliazul, quien curvó la mueca como si de nuevo quisiera llorar y se abalanzo a abrazar a Takemichi, frotándose con fuerza. – Gracias. – Repitió varias veces mientras el rubio teñido le daba leves palmadas en la espalda. – Supongo que ya tienes un plan. – Por fin habló el del tatuaje de tigre, consiguiendo que ahora las miradas se posaran en él. – Digo, somos un exconvicto, un invalido de mierda, un enano, un llorón y un poste de luz que ni siquiera sirve para iluminar. – . – ¿A quien le dices inválido de mierda? . – Las mejillas de Kazutora fueron atrapadas por las manos del azabache quien empezó a tirar con fuerza de la piel. – No apoyo los sobrenombres que nos puso Kazutora-san pero tiene razón. – Concluyó Chifuyu. Todos se quedaron pensando, pero entre todos ellos ni siquiera formaban una neurona.
Estuvieron así por tanto tiempo que siquiera se dieron cuenta de lo tarde que ya era, ninguno tenía idea de como enfrentarse a Taiju, si no fuese por el detalle que Takemichi solo sabía que estaría sólo y probablemente con Inupi y Koko el 24 de diciembre en la iglesia, más allá de eso no tenía nada más pensado. Sin llegar a nada concluyente quedaron de ir a la iglesia mencionada por el viajero del tiempo el día acordado, mientras que el rubio regresaría con el más alto hasta el departamento, que se encontraba en completo silencio. – Yuzuha debe seguir durmiendo. Dormiré en el sofá para no molestarla. – Indicó Hakkai mientras Takemichi asentía y le llevaba un par de mantas para que no pasase frío aquella noche. Mañana se reunirían en la noche en aquel lugar dónde por primera vez estuvo a punto de perder la vida en base a puros golpes, pero no estaba consciente de algunos detalles que escapaban de su entendimiento, uno era que Yuzuha ya no se encontraba en el departamento, y lo otro era que Mitsuya estaba haciendo lo propio sin decirle a absolutamente nadie. Y ambos tenían la misma sed de venganza.
Buenas, vengo a actualizar luego de mil años hahaha. La culpa la tiene el covid (?)
Estuve malito varios días, no, no era covid, pero con eso no podía siquiera concentrarme.
El siguiente capitulo entra en escena Koko e Inupi!
¿Qué estará planeando Mitsuya? ¿Dónde fue Yuzuha? Son preguntas que no tendrán jamás respuesta, okay no.
En resumen Mitsuya fue a hacer lo mismo que la primera vez, "dialogar" con Taiju, PD: no resulta bien
Luego de el próximo acto vienen lo que se podría llamar OFF time que sería fuera de la línea que sigue Takemichi y sería narrado desde otra perspectiva.
Gracias por leer y el apoyo!
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Una oportunidad más {TOKYO REVENGERS}
FanfictionCon algo de información, mucha investigación y cursos intensivos con Naoto y luego de presenciar muertes, en diferentes formas y de diferentes futuro, Takemichi descubrió como retroceder el tiempo, no lo suficiente como para evitar cada indecente en...