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(𝕎𝕙𝕚𝕥𝕥𝕞𝕠𝕣𝕖)

Han pasado dos días desde que estoy en esta casa que ha perdido su magia. Es decir, queda un poco, pero no creo que dure mucho. No me he movido de la habitación para hacer gran cosa, ni me he metido a explorar la última habitación que me quedaba por revisar. Estoy seguro de que está cerrada como las demás.

Ver a Senpai recuperarse es un proceso muy curioso. Los músculos y cartílagos crecen lentamente milímetro por milímetro. Su rostro empieza a tomar forma muy lentamente. Es como ver formarse un bebé, solo que uno ya crecido y fuera del vientre materno; o algo así.

Solo lo he dejado solo para cuando me da hambre o necesito usar el baño. Hay un restaurante a la vuelta de la casa, siempre voy allí. Tenía algo de dinero en los bolsillos así que el primer día ordene una comida completa y use su baño. Sin embargo, viendo que mis ahorros se estaban agotando bastante rápido, decidí invertir el resto en botellas de agua y paquetes de galletas saladas.

No he vuelto a casa todavía, estoy seguro de que Hex y Carol están preocupados. Quizá pensaron que tuve una discusión con Senpai y que una cosa condujo a la otra y que ahora estoy tirado muerto en alguna zanja. Sé que debería de volver a casa y contarles todo, pero no puedo. No quiero separarme de él, quiero cuidarlo. Fue algo que sentí la primera vez que lo vi: Curiosidad. En verdad, nunca había visto a un chico tan guapo ni tan cabezota. Y la segunda vez, me lleno el corazón de lastima. Algo dentro de mí supo que entre nosotros surgiría algo, pero yo no tenía manera de probarlo ni de aceptarlo. Quizá por eso me costó un poco entregarme a sus cariños.

Me gusta repasar la vida de Senpai. Quitando todas las cosas horribles que ha pasado, el resto es azúcar pura. Me sonroja el pensar que él pensaba en mí básicamente a todo momento. Sé que suena algo obsesivo, pero ¿Habría otra cosa que pudiera hacer? Mi amor lo calmaba y esa sensación apaciguaba a sus demonios internos. No hay crueldad en eso.

Ahora que ya no está obligado a pensar en mí a cada momento, me pregunto cómo se sentirá. Si quizá piense que su cariño por mí ha disminuido o algo. Le dejare en claro que lo sigo amando del mismo modo que lo hacía desde que me enamore de él. Y también le pediré perdón por toda la faena por la cual ha tenido que pasa por mi culpa estos días.

No quiero revivir como se sintió cuando yo lo confronte la primera vez en este cuarto. Me hace sentir como un monstruo, y estoy seguro de que a él no le gustaría que me sienta así. Pronto lo superare, y sanaremos juntos.

Poco a poco los recuerdos de Senpai se van disolviendo en mi cabeza. Tarde o temprano, olvidare su vida. No importa, he escrito las partes que más me gustaban en una hoja de papel que guardo en el bolsillo. El resto, es privado.

En la tarde del tercer día, cuando yo he vuelto de la calle luego de usar los servicios del restaurante de atrás, me he encontrado con el rostro más bello dormitando suavemente sobre su cama. Corrí y pegue la cabeza a su pecho, rezando porque empezara a latir y subir y bajar como cualquier pecho humano debería de hacer.

Unos minutos después, el proceso humano que ha pasado por muchos cambios evolutivos empezó. Suavemente, se hincho de a pocos y luego expulso el aire. Su corazón latía y en todo este silencio podía oírlo claramente. Quería llorar, pero no lo hice. Ahora solo quiero que despierte y se encuentre con una gran sonrisa.

Sus tersos parpados temblaron un momento. Abrió los ojos con sueño suavemente. Por un momento, se miró confundido y aturdido, pero al siguiente cambio a sorpresa y pánico. Me relaje, sabía que esto pasaría.

Como estaba viendo al techo, no notó cuando mi mano se deslizo sobre la suya. Bruscamente, giro el rostro hacia mí y se quedó mirándome pasmado. Prácticamente renació, y no creo que recuerde con exactitud qué ha pasado estos últimos días.

̶ ¿Whitty? – Su voz sonaba rasposa, como si tuviera carraspera. Recordé ofrecerle una de mis botellas de agua en cuanto se sintiera mejor.

̶ No tonto, Sam – Le guiñe un ojo, intentando ser gracioso. Pensé que Senpai se pondría contento y se abalanzaría a mis brazos para llenarme de besos, pero en cambio, su rostro se tornó en una meuca de pánico alivio mientras las comisuras de sus labios empezaban a temblar. Rápidamente, paso sus brazos por mi cuello y me abrazo. Yo quede anonadado, supongo que en realidad ahora no sé qué cosa quiere con exactitud. Debo recordarme que ahora no está atado a mis emociones y deseos plenamente.

Lloro sobre mi hombro, por el dolor de sus heridas que aún no sanaban completamente y por verme de nuevo, creo. Lo consolé, acune su espalda entre mis brazos y deje que se descargara sobre mí. Le dije a Spirit que haría bien las cosas a partir de ahora, y ese es mi plan.

̶ ¡Yo ... ¡ – Hipó. Sus llantos no se escuchaban tan armoniosos como solían ser. Eso me descoloco un poco, pero lo deje estar ¡No me había sentido tan desamparado como ahora nunca ... !

Asentí un poco, creo entender. Digo, a pesar de estar en su cabeza, Spirit era algo así como la compañía. A donde fuera que vaya, no estaría solo. Ahora tiene un cuerpo para él solito, me imagino que tan grande ha de sentirse el vacío.

Le arregle el cabello e hice que me mirara. Le seque las lágrimas y bese su frente. Cielos, estaba tan contento de que ahora fuera su rostro y no un agujero del tamaño de una pelota de tennis.

Lentamente, acerque mi rostro al suyo. Él compendio rápidamente que quería hacer, así que se dejó de melodramas y puestas en escena y me beso. Fue más brusco de lo que alguna vez hubiera podido ser, pero no me importo. No se sentía en absoluto como alguno que nos hubiésemos dado antes, ni siquiera el primero que nos dimos. No diré que se sentía más real, sino más bien ... Personal. Senpai besa muy bien de todos modos, es lo de menos. Y para mí, fue perfecto.

Se separó de mí y se acurrucó en mi pecho. Empezaba a excusarse e intentaba explicarme todas esas cosa que ahora ya sé. Me pregunto si recuerda haber estado dentro de mi psique, o si recuerda que yo estuve en la suya.

̶ Oye, lindo – Lo llame, él levanto la vista con las mejillas rojas. Por el llanto, por el alago – Por si te lo preguntas, todavía te quiero y no cambiara nada entre nosotros. No te preocupes por los detalles, los tengo resueltos.

Senpai me miro, y en sus ojos todavía podía notar ese brillo único que él posee. Como dije antes, soy muy afortunado de ser el único que se refleja en sus ojos con tanto amor.

̶ Hay que volver a casa, he desparecido tres ... Cuatro días, jej.

Mi rubio levanto las cejas, pero luego me sonrió tímidamente.

Me dijo que todavía sentía el cuerpo algo adolorido y yo me ofrecí a cargarlo hasta casa. Él pregunto si no sería mucha molestia, y yo me reí y le dije que no. Que hiria con él hasta el fin del mundo así tuviera que cargarlo para siempre.

Para su mayor comodidad, lo cargue al estilo nupcial. Salimos de la casa y dejamos la puerta abierta. No había mucho adentro que pudiera poseer un gran valor. Y las cosas que si lo tenían, no tenían alguno en las manos equivocadas.

El sol cae perezosamente por la calle, le baña la mitad del rostro. Y en esta luz solo puedo contemplar al chico más bello del mundo. Hay algo en él, algo mágico, que me impide no amarlo. Ahora sé, que estamos enlazados para siempre. No me molesta, nada de él lo hace. Lo adoro tal y como es; cursi, sentimental, pasional, etc. Amo cada detalle suyo, amo cada cosa que hace por mí y amo como me mira, como me sonríe, como ama. En fin, estoy enamorado de Senpai. Tan simple, pero tan imposible como lo es eso. 

Strange Lover (LongShot) (Whittpai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora