Strange Lover (LongShot) (Whittpai)

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(AVISO: Agregue algo más al apartado anterior. Por favor, vuelva y termine de leer lo agregado para poder continuar sin dificultades. Muchas gracias por todo su apoyo).

(𝕎𝕙𝕚𝕥𝕥𝕞𝕠𝕣𝕖)

¡Me han dado mi primera paga! ¡Es el día más feliz de mi ... Semana!

De camino regreso a casa, no puedo evitar ponerme a imaginar todas las cosas que hare con este dinero. Podría llegar, saludar e invitarlos a todos a un lindo restaurante. Podría darle el dinero a Hex para que pague el arrendado, podría regalarle material de dibujo a Carol.

Así pues, se concreta la primera fase de mi plan. No voy a hacer ninguna de esas cosas, voy a guardar mi dinero y cuando obtenga más lo guardare también. Así tendré mucho en un futuro no tan lejano y podre conseguir un departamento en una zona de la parte normal de la ciudad (Y obviamente; me llevare a Hex, Carol y Senpai conmigo). Ya estando allí, Hex podría ser consultor informático a domicilio y ganar más dinero que obviamente ahorraremos para conseguir cuatro pases de avión a Malibú. Carol también podría ayudarnos pintando casas o algo así; incluso mi novio, podría ser tutor personal de algún chiquillo que no haya entendido sus clases ... En mi cabeza, ya estábamos todos contentos en el aeropuerto esperando nuestra llamada a subir al gran pájaro con alas metálicas.

Ay, parezco la niña de la cantara con leche.

Haciendo planes cuando tranquilamente podrían robarme antes de llegar a casa.

Mi representante siempre me decía que imaginaba demasiado. Volvíamos de nuestro viaje a Yellow Stone y ya estaba planeando el siguiente. Todas las cosas que haría, todas las cosas nuevas que probaría. Las que sentiría. Tenía mi vida planificada al detalle. Lo que haría mañana, la siguiente semana, los siguientes cincuenta años ... Supongo que me ilusionaba demasiado rápido, o algo así.

Estoy entrando por el gran y viejo arco de cemento amarillo que da la bienvenida a esta parte horrible. Paso por debajo sin mayor escándalo y acelero el paso. El móvil me empieza a vibrar en el bolsillo trasero de los jeans, pero no pienso cogerlo. No me voy a arriesgar a nada. Y cuando menos me doy cuenta, estoy corriendo directo a casa.

(𝕎𝕙𝕚𝕥𝕥𝕞𝕠𝕣𝕖)

Nuestros alientos se mezclan en esta brumosa oscuridad, sus dedos se entrelazan con los míos y sus ojos me observan. No dicen nada, no me comunican nada porque no hay nada que decirse. Ya todo se ha dicho y todo lo sé. Funde su boca con la mía y se apega demasiado a mi cuerpo, tanto que puedo sentir perfectamente la forma de su pecho golpeando el mío. Deslizo una mano por su cabello y le acomodo un mechón por encima de la oreja.

No deberíamos de estar despiertos a esta hora, pero se me ha sido imposible. Fue como si de un modo u otro supiéramos a donde nos dirigíamos sin siquiera notarlo.

Miro de reojo a la ventana cubierta con la cortina y algunas tablas de madera, afuera todavía está algo oscuro y recién se levantan nubes azules a darnos sombra. Corre viento, lo escucho aullar, pero aquí está demasiado tibio y cómodo. Han de ser las cinco.

Su boca pasa por mi cuello en silencio, deslizándose, como una serpiente. No tengo mucho que hacer mientras lo hace, solo me quedo observando a las entrañas oscuras de mi (Nuestra) habitación. Nunca me han besado el cuello como lo hace él ahora, no sé cómo debería de reaccionar. Sus manos en mis caderas y las mías acariciándole la espalda con lentitud. Su lengua busca un lugar en el cual descansar y logra ocasionarme un escalofrió, a lo que él suelta una risita adormilada. Ahora puedo sentir su respiración más cerca de mi oído, tan serena y tan calmada ¿Tanto?