ME GUSTAS 💌 |COMPLETA|

CAPÍTULO DOS.

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Querido, Marc:

Seré simple, directa y sin tantos rodeos, me gustas y quiero cortejarte, sé que esto puede sonar raro ya que no nos conocemos y ni me conoces, sé que puedes dudar de mi o creer que es una broma, OMG, o creer que es una apuesta, pero déjame decirte que no es así.

Realmente me gustas.

Con amor.

Lana ❤

100, 100 veces Marc había leído la carta, 100 veces donde en cada una de sus leídas, trataba de encontrar la letra pequeña, incluso había notado que su letra era algo torcida, utilizaba el punto para la ies y era algo grande.

Gracias a sus amigos o más bien chismoso, había averiguada que Lana pertenecía a la facultad de Lenguas Extranjeras, que era una de las chicas más perseguidas de toda la universidad y que cada día se le confesaban, también sabía que a todos los rechazaba y que justo ayer, después de su confesión, comenzó a decir que ya charlaba con alguien y que nadie más le interesaba.

¿Sería él?

No lo sabía, pero muy en el fondo eso lo hacía remover algo, bueno, la verdad que si lo hacía un poco feliz.

¿Por qué él y no otro?

El campus era enorme y él sabía muy bien que existían hombres de todos los tipos, sabores e incluso colores, toda una carta de menú para sus gustos.

¿A algo como él?

Lana era ese tipo de mujer que marcaría tu vista.

—Sigues pensando en el pastelito ¿Cierto?

Su compañero lo miraba fijamente, estaban en la cafetería y unos cuantos ojos lo miraban curioso.

Desde ayer todo el mundo sabía quién era Marc. Precisamente había escuchado un apodo no tan apodo.

El Marc de la diosa Lana.

Si, así mismo.

Sentía que Lana lo había orinado encima, que muchos hombres lo miraban mal y las mujeres se alejaban más de él.

—¿Qué dices? — respondió metiéndose el arroz a su boca. —¿Por qué voy a estar pensando en ella?

—Porque no dejas de mirar la carta de ayer— aquello lo hizo atragantarse con el arroz, trato de buscar agua y de la nada una botella de jugo hizo aparición, la tomo como si su vida dependiera de ella.