ME GUSTAS 💌 |COMPLETA|

CAPÍTULO ONCE.

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El último día del semestre había llegado y todos los estudiantes celebran al salir de sus salones, las semanas de exámenes habían sido tan agotadoras que Lana se lamentaba no haber pasado suficiente tiempo con Marc.

El estudio, los exámenes y las actividades universitarias le habían quitado tiempo con su hombre y eso que si mucho, se veían una media hora después de clase.

—¿Qué harás ya que salimos del infierno? — la compañera a su lado entrelazo sus brazos, está la miro con puchero y cansada.

—Quiero dormir unos 2 días seguidos.

—¿2? Yo me tomaré unos 5 días. ¿No se supone que la vida universitaria es más fácil que la escolar?

—Bueno, aquí no te obligan hacer cosas.

—¿Y los trabajos no cuenta?

—Eres una perezosa.

—Alabado sea el de arriba que amo los idiomas, sino estaría en otra cosa metida.

—No seas exagerada.

Al bajar las escaleras, al final de esta un hombre joven se encontraba con una rosa en la mano, ellas se miraron extrañadas, al llegar al último escalón este las abordo y se la extendió a la pelinegra.

—Lo siento, tengo novio.

—Lo sé. Él te la envió.

Maravillada, Lana tomo la rosa y la olio, era exquisita.

—Gracias.

Su compañera la codeo y esta le saco la lengua. Marc realmente era dulce, aunque sus flores favoritas no eran las rosas, me sentía en su nube favorita por ese simple detalle.

—¿Lana de diosa de Lengua? — la pelinegra volteo hacia la voz y vio a otro hombre con otra flor, esta vez era girasol.

—¿Si?

—De Marc.

—Oh, gracias.

Dos flores.

Lana trato de ocultar su sonrisa, pero no podía, su corazón estaba que se le salía del pecho.

¿Cómo era tan dulce?

Definitivamente lo besaría hasta que sus labios quedaran tan hinchados y que ambos no puedan respirar.

Oh eso creyó, en el transcurso a la cafetería, Lana recibió: un clavel, un tulipán, una margarita, un lirio, una azucena... y muchas más.

Lana había recibido más de 20 flores y todas eran distintas, de eso estaba segura, su amiga le ayudaba a cargar unas cuantas y la miraba con envidia.

—Ningún hombre nunca me ha hecho algo así.

—¿Huelo a envidia?

—Sí y de la propia. ¿De dónde lo sacaste? Quiero uno así.

—De la facultad de ingeniero.

—Gas, no. De allá es mi ex. ¿Tiene amigos guapos tu novio?