capitulo 8 : el fin

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Desperté más temprano de lo usual, salí de casa y me pare enfrente de la tumba de mi madre.

-madre, se que moriste por sacrificarte por un error que cometí yo.

-mate a esos nobles y ahora soy un criminal, te prometo que tu muerte no será en vano, gracias a ti pude librar a todas esas personas de una tarea sagrada horrible y gracias a eso cada persona podrá elegir su tarea sagrada.

-no se si podre volver a visitarte pero si esto es un adiós, siempre te ame y espero que sea donde sea que estés espero que puedas ser feliz.

-adiós mamá.

Tan pronto como termine de hablar unos brazos me rodearon.

-Ayumi... -dije sin siquiera voltear.

Sentía nuevamente como sus lágrimas caían en mi espalda.

-lo siento, pero no podré volver -dije también derramando algunas lágrimas.

-no te vayas Raijin por favor.

-aun que no quiera un caballero de la integridad vendrá a buscarme en algunas horas -dije respondiendo a su petición.

-antes de irme debo darte algo -dije sacando las dos bolsas repletas de oro que saque de aquel tumba del dragón.

-¿que son? -pregunto Ayumi extrañada.

-se que les causare muchos problemas debido a que ahora estarán sin trabajo, pero con esto podrías empezar de nuevo, quien sabe podrías tener tu propio jardín para que seas jardinera y también le podrías comprar una herrería a Rin -dije sonriendo recordando las tareas sagradas que hubiesen elegido si no hubiesen sido sirvientas.

-¿de donde sacaste esto? No puedo aceptarlo -dijo Ayumi.

-si lo que te preocupa es de donde viene te aseguro que no lo robe, pero debes tenerlo, podrán vivir en una casa más grande y tendrán tres comidas al día de por vida con este dinero.

Insistí en que se quedara el dinero hasta que acepto.

-esta es la última vez que hablaremos Ayumi -dije mientras la abrazaba.

-lo se...te quiero mucho hermano gracias por todo lo que hiciste por nosotras, por el dinero y liberarnos de esa horrible tarea sagrada -dijo Ayumi mientras correspondía mi abrazo.

-se que Rin aun que este despierta no querrá hablarme pero dile de mi parte que la quiero mucho y que me perdone, después de todo fue mi culpa que mamá muriera.

-le diré que la quieres pero no debes culparte por la muerte de nuestra madre, Rin algún día te perdonara.

-lo se pero no será mientras este aquí -dije algo decepcionado.

-ahora, me iré debo hacer una cosa más antes de que ese caballero me lleve -dije separándome del abrazo.

-te quiero Ayumi nunca lo olvides.

-yo también te quiero Raijin...adiós.

Con esas palabras me fui de mi hogar para posiblemente no volver jamás, estoy seguro que eventualmente mi hermana Rin algún día me entenderá porque hice todo eso, me lastima un poco irme sin recibir su perdón pero no podía hacer nada más.

Había una última cosa que debía hacer, llegué a ese familiar árbol gigantesco, y allí estaba mi amigo rubio pegandole a aquel árbol.

Estaba por acercarme cuando un pensamiento cruzo por mi mente, ¿que tal si escucho todo lo que paso? ¿Que tal si ahora me odia?.

Mi cobardía no me dejo acercarme, no podía mostrar mi cara a Eugeo siendo un criminal así que me limite a verlo de lejos y me despedí de el desde la distancia.

Si escuchó lo que paso talvez no me extrañe, pero si no escuchó nada será mejor que piense que aún sigo trabajando, después de todo Alice, Kirito y ahora yo lo abandonaríamos.

Lo siento Eugeo, talvez algún día nos volveremos a encontrar...adiós.

Mientras caminaba hacia el pueblo vi una pequeña luz plateada en el cielo que se acercaba rápidamente. Supongo que ya estaba aquí el caballero que me llevaría.

Espere en el centro de la plaza a que aterrizará aquel caballero con su dragón.

Igual que esa vez con Alice todos estaban reunidos en la plaza exceptuando a mis hermanas que posiblemente no querían estar presente en este momento  y tampoco se veía Eugeo por ninguna parte talvez no noto al dragón que se aproximaba a la aldea Ruild.

El padre de Alice que era el jefe de la aldea se acerco como lo había echo en el pasado y hizo una reverencia.

-que se le ofrece hoy caballero -dijo el padre de Alice.

-ya me he presentado antes, soy el caballero de la integridad encargado de vigilar Norlangarth del norte, Deusolbert Synthesis Seven.

-vengo por el criminal Raijin, quien el día de ayer rompió el Índice de tabúes -al decir esto el caballero todos se giraron hacia mí sorprendidos.

Algunos que ya sabían lo que había hecho y otros que no tenían ni idea, yo simplemente me acerque a él caballero sin intenciones de resistirme.

Una vez estaba delante de él empezó a decir la razón por la que estaba siendo arrestado.

-Raijin por el delito del Índice de tabúes serás arrestado, detenido, interrogado y ejecutado.

-el cargo es Índice de tabúes, libro 1, capítulo 5, verso 17...asesinato -dijo el caballero.

Todos los en la plaza me miraban sorprendidos, cómo un niño tan pequeño podía cometer tal delito se preguntaban.

Con mi vista ausente Simplemente me limite a ver a el caballero a los ojos.

Me quedé allí unos segundos hasta que el padre de Alice me aseguró las cadenas que rodeaban todo mis brazos, ya me había acostumbrado a usarlas después de todo el mayor tiempo que pase en ese calabozo las use.

Una vez aseguradas el caballero se monto en su dragón y empezó a volar, una vez estaba arriba mire en dirección a mi casa, allí están dos personas que no distinguía muy bien pero sabía que eran mis dos hermanas, estaban mirándome como me iba.

Mire en dirección hacia donde estaba Eugeo y el seguía pegandole con su hacha al árbol sin darse cuenta de lo que estaba ocurriendo.

Después de unos minutos volando mientras colgaba ya no era visible la aldea Ruild.

No se cuanto nos demorariamos en llegar así que intente dormir pero la voz de aquel caballero me lo impidió.

-niño...

-¿si?

-eres muy raro -dijo el caballero.

-¿porque lo dices?

-naturalmente cuando llevo a las personas atadas y colgando así como tu, lloran y gritan de dolor, pero tu simplemente estás callado y no muestras signos de dolor.

Yo no me moleste en responder, tal vez si le decía que no sentía dolor igualmente no me creería.

El caballero no dijo ninguna palabra más en todo el Trayecto.

No se cuanto tiempo viajamos ya que no me di cuenta cuando me dormí, pero me desperté por la voz del caballero.

-niño prepárate para aterrizar.

Mientras aun estaba en el aire pude visualizar lo que había alrededor mío era una gran ciudad y nos dirigíamos a una torre gigantesca que llegaba hasta el cielo.

Después de estar en tierra firme el caballero me empujó a una celda.

-esperaras aquí hasta que informe sobre tu captura luego la clérigo mayor verá que hará contigo.

Entre en la celda fría, ya era costumbre para mí, pero al menos en esta había una cama así que me acosté, era de noche así que debía descansar algo.

Cerré los ojos y esperé el día de mañana.

Lo que tanto anhelo. (Sword Art Online: Alicization)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora