BETA - Meanie/Jicheol

JiHoon

- ¿Por qué estás enojado?

-No es nada.- Su mano quita mi agarre.

Seungcheol es un hombre que casi nunca se enoja, pero cuando lo hace su humor es tan insoportable. Y su boca es como una navaja.

- ¿Sabes que?, si es algo. Me molesta como te ve Sooyoung, como si fueras... -Avienta un manotazo a su mesa haciendo que me asustara.

-¿Como si fuera que Cheol? Una sonrisa sin humor sale de su boca haciéndome confundir.

- Alfa y omega. La historia de toda la vida.

- Seungcheol, Sooyoung es alfa, pero no es el mío. Y desde que te conocí renuncie a la idea de tener un alfa. Se acerca a mí y toma mis manos con una expresión de terror.

- pero lo tienes Jihoon. Y tarde o temprano vendrá a tomar lo que por derecho le corresponde. Lo abrazo tomando su miedo entre mis brazos.

- y se llevara nada porque para ese entonces tú ya abras tomado todo.

-Así lo hare. No dejare nada para ese ser.- me besa con desesperación y aprieta mi cuerpo entre sus brazos.

Me acaricia sin amor, sin deseo, solo, arrebato. Me tira en el sillón que hay en su oficina y empieza a desabrochar mi blusa con rudeza dejando besos reacios en mi piel. No hay preparación, no hay Seungcheol. Lo único que me toma es su miedo, miedo que también amo de él.

-Te lo daré todo Seungcheol, no importa si a veces me lastimas- lagrimas resbalan por mi mejilla ante el dolor de mi cuerpo pero a la vez disfruto por saber que la persona que me toma es él.

Después del desastre en su oficina Seungcheol volvió hacer el mismo. Sus dudas y miedos empezaron a disminuir cuando le mostré mi anillo a Sooyoung y este me felicito.

-Espero que te gusten los muebles que escogi para la casa.

-Espero que hayas guardado los recibos de esos muebles.- Su risa me dice que ahora volvió a ser fuerte y feliz.

-Si, los guarde. Al bajar del auto veo la entrada que ahora tiene un buzón con nuestras iniciales en él.

Seungcheol se recarga en el auto y se quita los zapatos junto con sus calcetas.

-¿Qué haces?

-Quiero sentir en todos mis sentidos nuestro hogar.

Además, me gusta la sensación que da un piso de madera. Rio ante sus locuras y le secundo a sus ideas locas quitándome mi calzado y tomo su mano entrando a nuestra casa desde el césped verde de la entrada.

- Si antes, era bella vacía, ahora era hermosa.

- ¿Cómo? ¿los muebles vintage? Sé que son tus favoritos. Aun no entiendo tu gusto a los muebles y cosas acabadas pero, es tu casa. Bueno, nuestra casa. Paso mi mano por aquellos estantes tallados de madera y me detengo a observar el florero que tiene pequeños círculos de colores que intensifican cuando los rayos del sol se escapan por la ventana. Mi cara es un poema que fue escrito a puño y letra por Choi Seungcheol

- Me gusta el sofá, Se me acerca lo suficiente como para meter sus temples manos por debajo de mi blusa y acariciar mi espalda baja. Esa electricidad que eriza mi cuerpo me hace cerrar los ojos y perderme en sus toques. Sus labios me sorprenden y a la vez me dejo llevar por sus mimos. Me toma entre sus brazos y me llevan a aquel sofá dejándome lentamente. Me inclino para cerrar la ventana y el aprovecha para levantar mi blusa y besar mi espalda. Mi respiración es rápida y mi cuerpo se calienta al sentir aquellos labios gruesos.

- Cheol. -Me jala y me acomoda entre sus brazos cerrando sus ojos.

Mi respiración es rápida y mi cuerpo se calienta al sentir aquellos labios gruesos.

- Cheol. -Me jala y me acomoda entre sus brazos cerrando sus ojos.- Tienes que estar bromeando, ¿no seguirás? -Me dio sueño. -Yo no tengo, asi que sigue. -No quiero. -Si no seguirás déjame ir al baño a darme una ducha fria.- Intento quitar la pierna y brazo que puso sobre mi pero al instante los pone rígidos haciendo que se volvieran más pesados.- ¡Cheol! - Esta vez no me libera sino que se sube arriba de mi empezando a besar mi cuello mientras desabrochaba mi pantalón haciéndome reir mientras ponía mi mano en su espalda esperando ansiosamente lo que venía.- Eso es lo que quería.