¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me despierto con los rayos de sol que se cuelan por la ventana de la habitación.
- Gyu, la cortina no funciona. Tenemos que poner otra cosa.- Al no recibir respuesta volteo a verlo. Se encuentra sumamente dormido. Volteo todo lo que mi cuerpo me da para mirar lo que hay aún lado de mí. Un hombre apuesto, alto, fuerte, dulce...-¿Cuánto tiempo más vas a dormir?- Beso sus labios haciendo que se removiera en su lugar.-Te amo, Gyu.
-Y yo a ti.- Su voz salió antes de que abriera los ojos.- Buenos día, Wonu.- Algo había cambiado en Mingyu. Su sonrisa se había vuelto algo normal en sus labios.- ¿Hoy tienes clases hasta la tarde?- Asiento.- Iré a recogerte, espérame con Jeonghan.
Nuestra rutina también había comenzado a cambiar, y es que por alguna extraña razón sentiamos que un lazo nos unia. Baya lazo, ahora mismo me está pateando. Lo oigo reír.
- ¿Se está moviendo?- Tengo su cara enfrente de mí, a solo centímetros. Mingyu se estaba volviendo más varonil. Su acto me había hecho sonrojar.- ¿Puedo tocar? - Tomo su mano poniéndola en mi vientre. Mis instintos me llevan a acariciar su cabello.
- Falta poco para que seamos padres.- Sus ojos brillaron.- Tenemos que comprar las cosas que necesitamos.- Solo teniamos la cuna que nos había regalado Jeonghan y Joshua, ropa que tejió la mamá de Mingyu y pañales por parte de mis padres.
- Según tú, que nos hace falta. Las comprare al salir del trabajo.- Esa era otra cosa que había cambiado.
Mingyu había pedido tiempo en la universidad y consiguió un trabajo.
- Gyu, en cuanto nuestro hijo nazca quiero que vuelvas a tus estudios.
- Ya te dije que lo are.
- Tus actos no me convencen.
Él había empezado a trabajar en la compañía de mi padre. Por su puesto que mi padre estaba feliz de tener a un alfa como futuro yerno y yo, esperando un hijo de él..
- Tú y mi padre se llevan demasiado bien.
- Es un buen hombre. Siempre me regaña cuando no lo llamo papá.- Mingyu había perdido a su padre cuando era pequeño. Es por eso que una parte de él temblaba cada vez que pasaban los meses.
- No lo volveré a decir, una vez que nazca nuestro hijo quiero que vuelvas a tus estudios.- Entro al baño a empezar arreglarme. Mi reflejo empezaba a asustarme, mi vientre era enorme.- un mes más... - Eso era lo que faltaba para que naciera.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
