Los lunes puede ser el peor enemigo para un estudiante.
Pero para Kou eran sus días favoritos de la semana desde que empezó una relación con Hanako hace dos meses.
El solo hecho de esperar que pasara los días, lejos de su novio era algo que nunca se imaginó que sería tan agobiante, pero la espera tenía sus recompensas cuando al fin llegaba el lunes y podía visitarlo en las mañanas antes de que comenzara las clases.
Hanako siempre se encontraba sentado en el alféizar de la ventana del baño cuando llegaba al baño de niñas, mirando el amanecer con una mirada nostálgica mientras dejaba que la luz del sol se posara a través de su cuerpo, haciéndolo translúcido.
Eran en esos momentos que su mente le recordaba de forma brusca que su novio, que por más que lo negara, estaba muerto.
Que las únicas veces que ambos podían estar juntos seria dentro de las jornadas escolares, pero aun así los dos no podían pasar mucho tiempo por sus clases.
Nunca sabría lo que se sentiría ir con él un fin de semana a tomar un helado o ir juntos a una cafetería a pasar el rato.
A pesar que su cabeza era invadida por esas inseguridades.
Todas se rompían en el momento exacto cuando Hanako se volteaba a verlo y le sonreía.
Es entonces que se da cuenta que todo estará bien, que esa sonrisa es suficiente para calmar a su corazón y él cree en verdad que verlo todos los días era lo suficiente para seguir adelante.
Así que no duda y entra al baño de niñas para darle a su novio un pequeño beso de su parte.
Amando la forma en cómo sus labios rozaban entre si sin importarle la falta de calor.
Porque ama a Hanako sobre todo.
Incluso cuando hay una parte de él, que no lo deja en paz y le recuerda que esta relación no terminará bien.
Pasar el almuerzo con sus amigos y novio en la azotea del viejo edificio de la escuela se ha estado volviendo una rutina.
Aunque solo se podía hacer cuando ambos misterios se encontraban desocupados de sus deberes sobrenaturales, por lo que la mayoría de sus almuerzos lo pasaba con Satou y Yoko.
Por lo que Kou apreciaba mucho los almuerzos compartidos ocasionales.
Y sabía que no era el único cuando notaba que su senpai traía dos bentos en su lonchera en lugar de uno.
Estaba tan feliz que no se contuvo en darle un beso a la coronilla de la cabeza de Hanako tomándolo por desprevenido, el fantasma incluso dejó de comer su onigiri para poder progresar lo que acaba de pasar.
¡Que lindo!
Lástima que alguien no pensaba lo mismo.
- Ambos son asquerosos – Comentó Mitsuba mientras le robaba una salchicha en forma de pulpo a Daikon-senpai.
- ¡Mitsuba-kun! No seas grosero – No dudó en reprender la peliblanca al sobrenatural por su inapropiado comentario. – Además no es asqueroso, solo están enamorados –
- ¿Y el punto es? – Pregunto él peli rosa sin comprender cómo esas dos cosas no podían estar relacionadas entre sí.
Es decir, esos dos se besaban e intercambiaban saliva.
Como eso no puede ser asqueroso desde un punto de vista higiénico.
- Si saben que estamos aquí, ¿cierto? – Pregunto Hanako con un leve sonrojo en sus mejillas.
No esperaba que la muestra de cariño de Kou tuviera ese tipo de reacción.
Un suave aleteo en su mejilla izquierda le hizo parpadear un par de veces antes de girar levemente su cabeza para ver a su novio.
El exorcista solo sonreía tiernamente con una mirada llena de cariño, lo que provocó un sonrojo más fuerte apareciera en su rostro.
Sus amigos se rieron por su reacción y de cómo su rostro se teñía de un color rojo por la vergüenza y para hacerlo más divertido, con humo saliendo de su cabeza.
- ¿Q-que estas h-haciendo? – Tartamudeo el fantasma con los ojos abiertos por la pena.
- Te amo – Dijo Kou acercándose más a él para darle otro beso en la mejilla.
Cuando el rubio se separó para observar su rostro y no pudo evitar toser un poco para sofocar su risa.
Balbuceando con los ojos en espiral, el gran séptimo misterio escolar se encontraba desmayado y con la cara roja por una pequeña muestra de cariño.
Kou sacudió el humo encima de su cabeza como si nada al mismo tiempo que lo atraía más a su cuerpo para apoyar la cabeza del pelinegro sobre su hombro.
Hubiera sido el momento perfecto de no ser porque los chillidos de su senpai aumentaban en cada segundo junto con las falsas ahorcadas del peli rosa.
Le gustaba considerarse un buen amigo, por lo que solo tomo represarías hacia Mitsuba, arrojándole un tomate Cherry hacia su cabeza.
- ¡O-oye! – Exclamó Mitsuba sobándose la frente.
- Perdón, no te vi – Se disculpó sin estar realmente arrepentido.
El exorcista tomó un bocado de su bento, ignorando las protestas del peli rosa.
- Es tan raro verlo así – Murmuró para sí misma Yashiro, captando sin querer la atención del rubio.
- ¿Qué es raro, senpai? – Pregunto Kou sin saber de qué hablaba la chica.
La peliblanca sonrió un poco a su pregunta.
- Hanako-kun siempre actúa como si no le importara dar abrazos o contar chistes de doble sentido – Habló con nostalgia Yashiro recordando todas las veces que Hanako-kun se lanzaba a abrazarla para molestarla. – Pero cuando es él el otro lado del receptor, pareciera no saber que hacer –
No sabía lo que Hanako-kun tuvo que pasar cuando estaba vivo.
Incluso siendo cercana al fantasma, aún no conocía del todo a su amigo.
Lo único que sabe de Hanako-kun es que le gusta jugar al hanafuda con los mokkes, aunque eso signifique que pierda en cada partida, su inmenso amor por la astronomía y que las donas son sus postres favoritos.
Pero solo eso.
Hanako-kun no es abierto sobre sí mismo, por lo que siempre tenía que pensar lo que iba a decir para que no se sintiera presionado.
Tal vez por eso se sentía insegura por su nueva relación con Kou.
Sin embargo, parecía que era lo que necesitaba para poder avanzar.
Yashiro sonrió un poco más.
- Cuida de Hanako-kun, Kou-kun – Le pidió a su amigo, a pesar que sabía que no era necesario pedírselo.
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Curiosidad que exorciza#1
La historia se ubica a lo que pasa después en el arco de "los espejos del infierno", por lo que cronológicamente debería ya haber pasado el arco del shinigami, pero haremos de cuenta que no ha pasado nada.
Y se llevará a cabo en el mundo del omegaverse para meterle más sabor.
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Una Segunda Oportunidad Para Nuestro Amor
RandomAmbos se aman, lo han demostrado en varias ocasiones y para él, su amor y afecto se ha vuelto un bálsamo para su corazón herido. Pero sabe que su relación no llegará lejos, no cuando uno de los dos ha estado muerto por más de cincuenta años, Hanako...