Como en cualquier relación, la suya fue empezando de a poco a poco.
Las tomadas de manos, los tímidos acurrucamientos de hombros y los besos mariposas han sido lo más lejos que ambos han llegado cuando se refería a mostrar su cariño al otro.
Tal vez era porque Hanako estaba más arraigado a las costumbres japonesas sobre lo mal que se ve mostrar afecto en público o porque a él le ganaba los nervios al pensar en cómo se sentiría besar sus labios.
Cual sea la razón, los dos siempre terminaban rojos en cada muestra de cariño que se daban.
Aunque Hanako se ha estado quejando que últimamente es él el único en terminar como un tomate cada vez que se besaban.
Lo que era extremadamente lindo verlo.
Hanako tenía una forma linda de enojarse con él, el espectro inflaba sus mejillas en un puchero y se cruzaba de brazos para luego voltear su cara a un lado para no verlo.
Una risa se escapó de sus labios al recordar que eso mismo paso ayer después que Hanako recobrara la consciencia tras darle un beso.
- ¿En qué estás pensando? – Le pregunto su novio frotando a un lado de él.
Cierto, no debería de perderse en sus pensamientos mientras ayudaba a senpai a limpiar los baños, aunque ya no solo lo hacía para ayudar a su senpai.
Su mirada se centró en su adorable novio que seguía observándolo con curiosidad.
El pelinegro al notar que ahora era su nuevo centro de atención, desvió un poco la mirada avergonzada por ser observado con tanta intensidad.
- Solo estaba pensando que tengo la mejor suerte en todo el mundo por tenerte a mi lado como mi novio – Confesó con una sonrisa y una mirada que desbordaba su inmenso cariño hacia el fantasma.
Y como se ha estado acostumbrado a su relación, el usual pálido rostro de Hanako se encendió de un rojo intenso tras su confesión.
- ¡T-tu! Lo estás haciendo a propósito, ¿verdad? – Rápido lo acusó el pelinegro alejándose un poco del rubio.
Estaba muerto, pero estaba seguro que podía sentir como su rostro se calentaba.
- Hanako – Lo llamo de una manera tan seria Kou, que hizo que el fantasma le prestara toda su atención al humano. – Todo lo que dicho sobre mis sentimientos sobre ti es verdad, yo nunca mentiría acerca de eso –
Como ha dicho con anterioridad, él está muerto, pero Kou repetidamente le ha hecho sentir como su corazón palpitara en su pecho, incluso cuando sabe que es imposible y de seguro se deba a algo psicológico.
Pero si de algo está completamente seguro, es que en cada palabra o acción que ha hecho Kou en su relación, es absolutamente sincero con sus sentimientos.
Y para él, Yugi Amane, es algo que dejo de sentir en su cuarto cumpleaños.
Paso de ser de alguien alegre a saltar en cada ruido que había a su alrededor, como si se tratase de un animal salvaje.
Por eso se sentía como en las estrellas cuando el rubio le repetía lo valioso que era para él.
Con un poco de vacilación, froto para acercarse a su amado y depositarle un beso cerca de la orilla del labio.
Siempre le ha costado mostrar sus sentimientos y temió que eso fuese un obstáculo en su relación, pero Kou nunca le ha reclamado nada.
En su lugar, el exorcista lo toma de la mano para darle un ligero apretón para tranquilizarlo.
Se siente tan bien ser amado de nuevo.
Espera guardar cada momento juntos hasta que inevitablemente tenga que separarse.
Porque su relación nunca llegará a ser algo, mientras esté muerto.
Y eso es algo que no se puede cambiar.
El tiempo avanza y la escuela pronto entrara en la época de exámenes.
Por lo que ha estado ocupado ayudando a su novio y a su mejor amiga a estudiar para evitar que tomara cursos de verano para recuperarse.
Ignorando una parte de él que estaba encantado con la idea de que Kou viniera en vacaciones a la escuela y pasar más tiempo con el humano.
Para suerte de ambos, no es tan hipócrita.
Así que los tres están dando lo mejor para estudiar (en su caso es ayudarlos a repasar, la ventaja de no asistir a la escuela desde hace 50 años es que ninguno está molesto que se ponga a jugar con sus cosas en lugar de ayudarlos) en el baño de niñas del viejo edificio.
El piso estaba repleto de libros abiertos de diferentes materias y un poco cerca de la ventana se encontraban los tres sentados tomando apuntes en sus cuadernos.
O nuevamente en su caso, es doblar una hoja de papel para darle forma de una rana.
- Neh, ¿Cómo quieres que se llame nuestro hijo, Kou? – Pregunto Hanako dándole los toques finales a la rana de origami.
Yashiro solo alzó levemente la mirada de sus apuntes de inglés, para después seguir escribiendo frases al azar. Si no estuviese tan ocupada estudiando, se hubiese emocionado por la idea de que sus amigos cuidaran a un hijo imaginario.
Pero está batallando para aprenderse esta gramática, por lo que esperara un poco para darles brillantes ideas de nombres para la rana.
Como, por ejemplo, green lightning.
Asintió para sí misma por tal ingeniosa idea.
Por su parte, Kou se detuvo en resolver sus ejercicios de aritmética para girar a observar a su novio, quien parecía emocionado por la pequeña rana de papel.
- ¿Creí que tus hitodamas eran nuestros hijos? – Preguntó el exorcista inclinando su cabeza a un lado en confusión.
¿Acaso se confundió de custodia?
Frunció el ceño en confusión.
El espejo se ondulo de repente y una figura rosada salió de el con varios bocadillos entre sus brazos.
El recién llegado tuvo cuidado de no pisar los libros en el suelo y se dirigió al trio para repartir los bocadillos que consiguió en la máquina expendedora de la escuela.
- Aquí entre nosotros, creí que eran los mokkes sus hijos – Dijo Mitsuba sentándose a un lado de la peliblanca y abriendo una bolsa de papas fritas. Obviamente escucho su conversación a través del espejo. – Y si no es así, entonces tengo asuntos pendientes de que hablar con mis falsos ahijados –
Sin más de que hablar, el sobrenatural se metió un puñado de papas fritas en la boca.
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Curiosidad que exorciza#2
No se menciona nada del omegaverse en este capítulo porque se me olvido de que estaba escribiendo ese universo.
Además, el comportamiento tímido de Hanako en dar muestras de afecto hay una explicación al respecto. Según investigue, en Japón es muy mal visto que las parejas muestren tales afectos en público ya que se considera como grosero y pensé en como eso afectaría a Hanako al ser de una época distinta, pero a la vez más estricta con las reglas.
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Una Segunda Oportunidad Para Nuestro Amor
DiversosAmbos se aman, lo han demostrado en varias ocasiones y para él, su amor y afecto se ha vuelto un bálsamo para su corazón herido. Pero sabe que su relación no llegará lejos, no cuando uno de los dos ha estado muerto por más de cincuenta años, Hanako...