Oportunidad#13: Mordeduras de amor ♡

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- ¿Tulipán de mochi? ¿Esa es tu palabra de seguridad? – Pregunto Hanako se tapó la boca para ocultar su sonrisa, sin embargo, aun así, dejo escapar una carcajada.

- ¿Acaso tienes una mejor? –

- Yoshitsune... –

- No metas a nuestro hijo en esto – Suplico Kou con una expresión tensa y con el rostro azul lleno de gotas de sudor. No quería que el nombre de su ancestro e hijo saliera en caso de que las cosas se pusieran intensas.

El pelinegro soltó un resoplido por la expresión azulada del otro, parecía algo afectado ante la opción de decir el nombre de otra persona.

- Creo que tulipán de mochi es perfecto. No creo que necesitemos pensar en otra palabra de seguridad – Dijo Hanako dejando de flotar y dando un par de pasos hacia atrás.

- ¿Seguro que te parece bien? – No pudo evitar preguntar el alfa algo inseguro.

Pero antes de que pudiera hacer algo, sus ojos azules se inundaron de los tonos dorados de la mirada que más amaba en el mundo.

- Estas haciendo muchas preguntas – Declaro el pelinegro con una sonrisa ladina mientras se inclinaba hacia adelante con sus manos detrás de su espalda. – Y que tal celebrar por nuestros nuevos límites con un beso –

Kou parpadeo unas veces antes de abrir la boca para volver a preguntar.

- ¿Quieres probarlo ahora? –

- Por supuesto –

El misterio escolar estuvo de acuerdo sin mucho problema.

- No te preocupes, tenemos nuestro seguro y si te sigues preocupando, me volveré intangible si pierdes el control – Se aseguro de calmar el resto de sus dudas el fantasma.

- E-está bien, entonces cierra los ojos – Hablo Kou con un sonrojo que se extendió por todo su rostro. Él podía sentir como el calor se apoderaba de sus mejillas.

Hanako cerró los ojos al mismo tiempo que inclinaba la cabeza hacia arriba para besar los labios del exorcista. Sus labios se encontraron de una manera dulce y corta.

La textura resbaladiza de la crema se parecía al lápiz labial que en ocasiones Yashiro le prestaba, solo que esto no contaba con el característico sabor fresa del labial rosa.

Se aliviaba que el tamaño del labio disminuyera tan rápido.

Cuando se separaron para que el humano tomara aire, Kou se dio cuenta de que era una mala idea de que dos adolescentes en una tensa relación sexual aun no resuelta no deberían de haberse besado con tanta pasión después de clases.

Sus besos bajaban por el hueco de su cuello hasta volver a besar sus labios.

Aunque la sensación de la piel suave de su novio era demasiado adictiva para que le hiciera pensar que esto era en realidad una buena idea.

La sensación de placer se iba volviendo cada vez más adictiva, el omega tan inmerso en las sensaciones de su cuello que ni siquiera se dio cuenta cuando Kou lo empujó hacia el tercer cubículo y se sentó en el retrete.

El cuerpo de Hanako solo temblaba de anticipación.

El fuego chisporroteó en sus nervios cuando la lengua de Kou comenzó a invadir su boca, enviándole sensaciones que nunca supo que era capaz de sentir.

El más bajito soltó un pequeño grito cuando un par de brazos lo sujetaron de su cintura y lo empujaron hacia el regazo del alfa para tener mejor acceso a su garganta pálida.

Una Segunda Oportunidad Para Nuestro AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora