23º capitulo

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—Disculpa —le dije a un chico rubio que pasaba delante de mí. — ¿Conoces a Sam, Sam Malik?


—Si —me dijo al mismo tiempo que me miraba de arriba a abajo. Aun llevaba el uniforme de las animadoras.
— ¿La has visto? —pregunte tratando de controlar mis ganas de golpearlo.
—Creo que la vi llorando después del partido —dijo mirando hacia ningún lugar recordando la escena.
— ¿¡Llorando!? —dije sorprendida.
—Sí, de hecho se veía bastante mal —me dijo.
— ¿Hacia dónde se dirigía? —pregunte desesperada.
—La vi en el estacionamiento —respondió. Salí corriendo sin decirle gracias al chico rubio. Corrí lo más rápido que mis piernas podían hasta el estacionamiento, había pocos autos y ninguno era el Bentley Continental GT azul de Sam. Frustrada llame a su celular, mientras caminaba de un lado a otro en el estacionamiento. Después del sexto tono me mando al buzón de voz.
—Hola soy Sam. En estos momentos no puedo contestar pero si dejas un mensaje te llamare —dijo la voz grabada de Sam.
—Hola, Sam. Soy _____(tn), un chico me dijo que te vio llorando, estoy preocupada. Cuando escuches el mensaje, llámame —dije después del tono y colgué.
Me pasee unos diez minutos por el estacionamiento, viendo como todo el mundo tomaba sus autos y se iba. ¿Cómo iba a irme? Sam me trajo y ya se fue, y al parecer Zayn también se fue rápido. Y no llevaba dinero encima. Revise mi celular por quinta vez, ningún mensaje, ninguna llamada, Sam se había olvidado de mí.
Un bocinazo me sobresalto.
— ¿Te llevo? —me dijo petulante Liam desde su Audi gris.
—No, gracias —le dije sonriendo sarcásticamente.
—Vamos es la tercera vez que me rechazas el honor de llevarte —respondió con media sonrisa en el rostro.
—Y seguirás sin conseguir llevarme —le dije cruzándome de brazos.
—Una vez, solo una vez —respondió rápido. —Dejaste que te llevara, en la segunda ocasión.
—Tenemos un empate —le dije. —Y ganare yo, por que no me llevaras.
—Vamos no le hagas esto a tu novio —sonrió con su sonrisa de ‘soyelseñormasgenialdelmundo’.
— ¿Novio? Tu no… —levanto una ceja. —Uff —frustrada camine hacia el Audi.
Salió del auto y mantuvo abierta la puerta del copiloto para que entrara. Lo mire con odio y camine hacia la puerta para poder sentarme en ese cómodo asiento y dormir un poco. Pero antes de que pudiera poner un pie en su auto tomo mi brazo impidiéndome seguir caminando.
— ¿Qué? —pregunte cansada.
— ¿No le vas a dar un beso a tu nuevo novio? —me refregó eso en la cara y estiro sus rosados labios.
—No estoy para que me molestes —respondí enojada.
—Oh vamos —dijo deslizando su mano por mi brazo haciendo que me estremeciera. —No tiene caso luchar y lo sabes —dijo mientras en un rápido movimiento tomaba mi cintura y me apretaba contra él. Mire hipnotizada esos provocadores labios. ¡Que me estaba pasando! Me estoy convirtiendo en la chica que era antes. La provocadora, la busca problemas, la sin vergüenza.
Con tanto esfuerzo logre ser de otra forma y ahora estaba a punto de irse todo ese sacrificio a la mierda.
—No…no creo que deberíamos —le dije tratando de no tartamudear. Sentí como su otra mano se deslizaba por mi cintura hasta mi trasero. Y de mi parte recibió una buena cachetada que hizo que girase la cabeza. —No te pases conmigo —le amenace soltándome de sus brazos.
—Tienes actitud, eso me gusta —acaricio mi mejilla y yo le quite la mano rápido.
—Entre nosotros no pasara nada —le dije mientras me subía a su auto dispuesta a dormir y escuchaba como el se reía afuera.
Hipócrita, pensé antes de que todo se volviera negro.


—Está en su mesa hablando con las personas de la empresa, cambio —me comunico Jared por el auricular que era perfectamente cubierto por el rizo que caía sobre mi oreja derecha.
—Entendido —respondí mientras caminaba hacia el piso superior al evento. —En el segundo piso hay una zona llena de arbustos y plantas. ¿Hay alguien?, cambio —pregunte mientras sonreía a todas las personas que conocían a Emily.
—Déjame confirmar —espere siete segundos. —Zona despejada, cambio —respondió.
—Voy para allá —respondí. En la entrada de las escaleras al segundo piso me encontré con Niall Horan, un chico un año mayor que yo, rubio y de ojos azules, alto. Era muy lindo y se veía a lejos que yo le interesaba. Su hermano me dijo que él estaba enamorado de mi, desde ese entonces había querido probar sus labios. Le sonreí y él me sonrió algo tímido. Que lastima que no iba a poder darle aunque sea un solo beso antes de irme en dos horas, aunque tengo algo de tiempo…
—Hola Niall —salude acercándome más de la cuenta a él.
—Ho…Hola Emily —me saludo besando mi mano con caballerosidad. Claro era el hijo del ministro de Irlanda, debía de ser todo un caballero. —Supe que te ibas hoy por asuntos de tu hermano en Rusia.
—Sí, lo llamaron a una reunión de urgencia —le dije con lastima fingida. ¿Jared empresario en Rusia?
— ¿Volverán? —me miro con ojos de enamorado.
—Sabes que no —le sonreí con tristeza. —Por aquí también pasábamos temporalmente y ya es tiempo de irnos.
—Que lastima que no admirare tu belleza nunca más — ¡Wow! ¿El chico de pronto quiere aprovechar la oportunidad porque me iré? sonreí y me acerque a él lentamente, vi como tragaba saliva nerviosamente.
— ¿Me darías un regalo de despedida? —coloque mis brazos alrededor de su cuello.
—El objetivo está en posición —me comunico Jared por el auricular. ¡Maldita sea! Bese rápidamente a Niall en la comisura de sus labios y me fui corriendo por las escaleras.

No es mi vida es solo una misiòn mas Zayn y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora