44º capitulo

97 2 0
                                    

Sentí un cosquilleo en mi mejilla, pero no le di importancia y seguí durmiendo. Luego sentí el mismo cosquilleo pero en mi cuello y eso hizo que me moviera intranquila. Después sentí algo en mi cuello pero no era un leve cosquilleo, era un beso.
Ya estaba despierta pero no quería que él se diera cuenta.
—Buenos días preciosa —susurro en mi oído Zayn.
Abrí un ojo y lo mire. Estaba de lado en la cama apoyado en un codo, mirándome.
—Buenos días —dije perezosa.
El abrazo mi cintura y acomodo su barbilla en mi hombro.
— ¿Estas cansada? —rio.
Iba a golpear su brazo pero el detuvo mi mano cuando solo estaba a unos milímetros de golpearle. Lo mire sorprendida.
—No al maltrato de los novios —me reprocho y yo reí.
—No a las frases en doble sentido —sonreí y mire la puerta. ¿Y si Jared había llegado? ¿Y si entraba en cualquier momento?
—Ya sé lo que estas pensando —deshizo su abrazo y se levanto de la cama.
Voltee a ver la puerta tratando de quitar mi mirada de su espalda.
Me coloque rápidamente mi blusa que estaba sobre la cama.
—Voy a bajar por la ventana —me dijo Zayn.
— ¿Seguro? —lo mire.
—Si —sonrió. —Pasare por ti en treinta minutos —beso mi frente, pero yo lo tome por la camisa deteniéndolo. — ¿Qué pasa? —pregunto extrañado.
—Si quieres ahora puedo darte tu premio —reí.
El solo sonrió y me beso pero un ruido en el pasillo hizo que nos separáramos.
—Vete —le dije. Me guiño un ojo y salió al balcón. Después de que lo vi bajar por el árbol que hay frente al balcón, me levante y entre al baño.
Pase la esponja por mi cuerpo y cerrando los ojos recordé todo lo que paso en la noche. Tocando mis labios y mi cuello recordé todos y cada uno de sus besos.
Suspire.
Definitivamente fue la mejor noche de mi vida.
[http://www.polyvore.com/cgi/set?id=52152448&.locale=es]

Tome mi bolso y salí de mi habitación, baje las escaleras dando pequeños saltitos.
Era divertido. Estaba tan feliz que saltaba estúpidamente como en las series de comedia.
Llegue a la cocina y me serví un vaso de jugo mientras bailaba.
— ¿Por qué tan feliz? —dijo una voz detrás de mí.
Me di la vuelta, bebiendo mi jugo, y vi a Jared en bata apoyado contra la puerta.
— ¿Por qué dices que estoy feliz? —pregunte.
—Bueno estas bailando y —miro el vaso de jugo. —odias el jugo de arándano.
—No es tan malo como creía —bebí mas.
Se encogió de hombros.
—Bueno tal vez eres psíquica pero hay buenas noticias.
— ¿Buenas noticias? —lo mire.
—La agencia ha acordado que estas lista —sonrió. —Para comenzar a usar armas en esta misión.
Abrí los ojos sorprendida.
— ¿Enserio?
—Si —me coloco en la mano un revolver Webley Mk Vl. —Por si pasa algo malo.

Clase de Química. Casi la una de la tarde.
El profesor hablaba y hablaba sin parar.
Yo escribía y escuchaba atentamente su clase, pero el cansancio de la noche anterior podía conmigo.
Mire a mi compañero de laboratorio.
Estaba apoyado en la mesa con un codo y con su cabeza reposando en la palma de su mano derecha.
Su cabello estaba perfectamente peinado. Sus pestañas naturalmente largas se movían sensualmente a cada pestañeo que daba. Su perfecta boca estaba entreabierta, y debes en cuando mojaba sus labios con su lengua.
Baje mi mirada por su cuello y vi un leve chupón. Sonreí sonrojándome.
Cerré los ojos recordando la noche anterior. Como sus labios bajaron por mi cuello, como me atraía hacia el por la cintura, como me recostó delicadamente en mi cama y me beso provocando que me estremeciera.
Sentí como la sangre subía a mis mejillas y se acumulaba ahí, abrí los ojos encontrándome con la mirada divertida de Zayn.
Baje la mirada avergonzada.
De todos los hombres del mundo Zayn era el único que hacía que me ruborizara tan intensamente, el único que hacía que mi corazón latiera a mil pulsadas por segundo y que mis manos sudaran por el nerviosismo de su cercanía.
El tomo mi mano y susurro en mi oído.
— ¿Qué hizo que te ruborizaras de esa forma tan adorable? —sentí como su aliento rozo mi oreja y me estremecí.
—Na-nada —tartamudee.
—Yo también lo pase bien anoche —adivino mi pensamiento.
Me ruborice más, como si eso fuera posible.
—Me encanta cuando te ruborizas —dijo.
—Profesor ¿Puede decirle a _____(tn) y Zayn que dejen de hablar? Quiero escuchar su clase —sonrió hipócritamente Bonnie.
—Silencio señor Malik y señorita Winston —nos reto el profesor.
Nosotros asentimos y bajamos la mirada.
—Solo lo hace porque esta celosa —murmure recordándomelo.
—Es que eres mucho más bonita que ella —me sonrió.
—Gracias —le dije tratando de poner un punto final a la conversación.
En los próximos cinco minutos trate de poner atención a la clase, escuchar como el profesor hablaba del átomo de hidrogeno de Niels Bohr. Pero sentía la presión de una mirada a mi derecha, una mirada que no me dejaba concentrarme.
— ¿Qué? —le dije volteándome a Zayn.
—Nada —se excuso.
—Dime —exigí.
—Solo estaba recordando —sonrió. —Anoche —me dio una pista.
Sentí como toda la sangre de mi cuerpo subía a mis mejillas, acalorándome.
— ¡Señor Malik! ¡Señorita Winston! —grito el profesor. —Silencio si no quieren que los saque de mi clase.
—Está bien —murmuramos Zayn y yo.
Después de unos minutos Zayn volvió a acercarse a mí.
—No entiendo nada —me dijo indicándome el pizarrón.
Lo mire.
—Vamos —reí. —Química es fácil.
—Para ti tal vez —miro al profesor. —Es como si estuviera hablando chino.
Reí.
—Pensé que tenías excelentes notas.
—Bueno, nunca como Sam —se encogió de hombros. —Pero Química no es lo mío.
—Deberías conseguirte un profesor —anote algo de lo que alcance a escuchar en mi cuaderno.
—Tú podrías enseñarme —pare de escribir en seco y mire el lápiz nerviosa. Sentí como sus labios rozaron mi oreja y me estremecí por dentro. —Podría aprender un poco de Química contigo.
—Fuera de mi clase —dijo el profesor interrumpiendo el momento. Nosotros lo miramos extrañados y nos dimos cuenta que nos hablaba a nosotros.
—Pero —dijimos Zayn y yo.
—Pero nada ¡Fuera! —apunto con su brazo la puerta.
Recogí mis cosas y salí rápidamente, seguida de Zayn, antes de que nos mandara a hablar con el director. Llegue a mi casillero y metí los cuadernos de Química, y saque el bolso que tenia la ropa de cambio para entrenar.
Una mano se poso en mi cintura, muy cerca de donde tenía el arma. Quite su mano rápidamente, presa del pánico.
— ¿Qué pasa? —pregunto extrañado Zayn.
—Nada —trate de recomponer mi respiración. —Tengo que ir a entrenar —lo rodee y camine al gimnasio.
— ¿Estás bien? —pregunto siguiéndome Zayn.
—Sí. Voy tarde al entrenamiento.
—Aun nos quedan cinco minutos —me afirmo por la cintura pero esta vez hizo lo que estuve tratando de evitar, toco el arma. — ¿Qué andas trayendo?
Trague saliva.
—Es…bueno —reí nerviosa. — ¡Mi teléfono! —grite más que hablar. Qué bien ahora existían los teléfonos en forma de revolver, estupenda idea.
— ¿Tan grande es? —pregunto extrañado.
—Bueno es que el mío se quedo sin batería y…mi padre con lo sobreprotector que es me dio uno muy antiguo, ya sabes cómo son estas reliquias — ¡¿Qué?!
—Bueno —dijo no muy convencido.
Mire el reloj que no traía.
—Si no corro llegare tarde —bese su mejilla.
—Te veo en la salida —sonrió.
—Adiós —entre al gimnasio. Había un grupo de animadoras todas alrededor de alguien que no se distinguía muy bien.
— ¡Feliz Cumpleaños Beverly! —gritaron.
Me acerque y vi como Beverly estaba rodeada de chicas.
—Gracias —mascullo seria. —Ahora vayan a preparase —dicho esto se fue por la puerta de servicio.
Todas comenzaron a murmurar entre ellas.
—Les dije que odia que la saluden el día de su cumpleaños —dijo una chica.
—Escuche que sus padres murieron un 11 de Enero —dijo otra.
— ¿Entonces de quien fue la estúpida idea de saludarla hoy? —dijo otra.
Y así comenzó una pelea entre todas las animadoras.


No es mi vida es solo una misiòn mas Zayn y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora