No es mi vida es solo una misiòn mas Zayn y tu

25º capitulo

TI. TI. TI.
Con mi mano derecha trate a ciegas de golpear el despertador para que se callara. Golpee el mueble y bote unos libros, pero no le di al despertador. Saque la cabeza por debajo de las sabanas, y entrecerré los ojos debido a la poca luz gris que golpeaba mi cara por la ventana que la noche anterior no había cerrado.
TI. TI. TI.
El despertador seguía sonando y yo no sabía dónde estaba. Hasta que por fin mi mano dio con las campanas de la parte superior del despertador y logre apagar el sonido infernal que producía.
Somnolienta tome el despertador y lo acerque a mi cara para poder ver la hora.
Mierda. Faltaban treinta minutos para que Liam me pasara a buscar.
Me levante con prisa dejando caer al suelo el despertador, me tome la cabeza con ambas manos por el fuerte mareo que me produjo levantarme de un salto.
Cuando por fin el mareo paso, pude sentir el olor, su olor. El fuerte olor a menta y perfume masculino impregnaba toda la habitación como una peste.
Abrí las ventanas para poder pensar con claridad, y sacar a Liam de mis pensamientos.
Su chaqueta seguía tirada donde en la madrugada la había lanzado con odio, y miedo.
Una vez en el baño, me desnude con movimientos rápidos y me metí a la ducha, dejando que el agua caliente se llevara todas mis preocupaciones.
Al salir envolví mi cuerpo en la toalla amarilla que ocupaba todas las mañanas, me mire al espejo y trate, con cremas y maquillajes, de cubrir mis ojeras y mi rostro adormilado. Luego que el trabajo fue cumplido y mi rostro se veía igual que los otros días, donde era relativamente feliz, salí del baño y busque en mi armario algo abrigado para estos días a mediados de noviembre donde el clima se ponía algo mas frio y húmedo. [http://www.polyvore.com/sin_título/set?id=38637200&.locale=es] Deshice los nudos de mi cabello y lo peine colocándole solo un poco de mouse para dar forma a mis naturales ondas.
Corriendo con mi bolso en mano y la chaqueta de Liam en la otra, baje las escaleras, empuje las dobles puertas de la cocina y tome de la encimera una manzana.
Me di la vuelta y salte del susto al ver a Jared mirándome desde un banco del fondo de la cocina.
—Linda chaqueta tiene Liam —comento mirando la chaqueta en mi mano.
—Tu…tu lo sabías —afirme incrédula.
—Claro, yo sé todas las cosas acerca de tu misión —mordió su sándwich con queso.
— ¿Y por qué no me lo dijiste? —pregunte, fulminándolo con la mirada.
—Pensé que sería más emocionante —respondió, di media vuelta.
—Más emocionante —murmure sarcástica y camine hacia la entrada.
— ¿Ningún adiós? —grito desde la cocina Jared, cerré la puerta de un portazo.
Mire hacia el cielo, y observe las nubes que claramente decían que no sería un día lindo. Probablemente llovería, pensé un segundo, y me coloque la chaqueta de Liam sobre mis hombros. Si llueve mejor que se moje la chaqueta de él, pensé.
Me acomode mi bolso y mordí la manzana, esperando que llegara Liam.
Al pasar unos cinco minutos, su Audi dio la vuelta a la esquina y freno en seco frente a mí. Bajo el vidrio y me miro.
—Te queda bien mi chaqueta, Cariño —dijo presumido, bufe y di la vuelta a su auto. Me subí al asiento del copiloto y le tire la chaqueta a la cara, con unos rápidos reflejos la agarro en el aire.
—Hola —dije seca.
—Hola —beso mis labios y antes de que me lo pudiera quitar de encima, se alejo. — ¿Café? —ofreció mostrando dos vasos de café en el porta vasos de su auto.
—Gracias —tome el más cercano a mí, al fin y al cabo apenas había desayunado.
Arranco rápido, mientras conducía y me miraba de reojo, hizo un movimiento con sus labios.
—Mmm —se lamio los labios y me miro. — ¿Te pusiste un brillo? —volvió su vista a la carretera.
—No —mentí.
—Mmm —se lamio los labios de nuevo y tomo su café con la mano libre. — ¿Frutilla?
—Que no me puse brillo —repetí, tomando un sorbo de mi café.
—Ya se —bebió un poco de café. —Cereza —afirmo levantando una ceja.
—No —mentí de nuevo, había acertado.
—Me encanta ese sabor —comento, bufe y tome un poco mas de mi café.
Pasados unos minutos, las preguntas y las preocupaciones que me habían atormentado toda la noche volvieron a mi mente.
—Liam —llame.
—Hum —dijo mientras conducía.
— ¿Qué le voy a decir a Sam? Le dije hace unos días que no teníamos nada.
—Bueno dile que…no creías que iba enserio, pero que ahora estas más segura —sonrió. — ¿Qué te parece eso?
—Bien, ahora —lo mire. — ¿Hace cuanto estamos ‘saliendo’? —hice comillas.
—Hace una semana más o menos, dile que si se acuerda de la vez que nos encontramos en el pasillo. Que ahí yo te había invitado a una cita, y que cuando ella nos vio hablando juntos en el pasillo, ya éramos novios.
—Entendido —respondí asintiendo con la cabeza.
—_____(tn) —llamo.
—Hum —lo mire.
—Sam es ¿Samantha Malik la hermana de Zayn, cierto? —pregunto.
—Sí.
— ¿Me podrías mostrar una foto, es que no estoy muy seguro de saber quién es? —tomo un trago de su café.
Tome de mi bolso, la carpeta escondida en el fondo falso, y busque a Sam.
—Ella —le dije indicando su foto.
Miro de reojo y…escupió el café manchando todo el vidrio.
— ¿Qué. Fue. Eso? —mire el vidrio. —Ahora apenas ves —reí.
—Es que…bueno…es…sexy —me dijo tratando de conducir.
— ¿A si? No te metas con ella.
— ¿Por qué? —me miro. — ¿Celosa, Cariño? —rio.
—Nada de eso, ella es mi amiga y tú la harás sufrir —limpie con unas servilletas el vidrio.
—Aja —dijo y siguió conduciendo.

Al llegar al instituto se estaciono hábilmente y me abrió la puerta del auto.
—Princesa —dijo mientras abría la puerta.
— ¿Princesa? —pregunte incrédula mientras bajaba.
—Prefieres, ¿Novia mía? —cerró la puerta y tomo mi mano.
—Mmm tentador —sonríe hipócritamente. —Pero me gusta más, _____(tn).
—Te diré linda, amor y Cariño —sonrió. —Vamos debes parecer feliz.
—Lo intento —suspire y entrelace mis dedos con los suyos. — ¿Así?
—Así —dijo besando mi mejilla y yo sonreí. Feliz, feliz, feliz, me repetía.
Seguimos caminando por el estacionamiento, atrayendo las miradas de muchos chicos, chicas en realidad, y por sus caras se les veían los celos a lo lejos. Bonnie era la única excepción. Sentada sobre el capo de su deportivo blanco, hablado con sus amigas pero mirando a Liam, luego a mí, luego a Liam y luego a mí. Pasaba su mirada de uno a otro, hasta que por fin, sonrió como si algo le diera mucha risa.
Seguimos caminando hasta que llegamos a la esquina, donde Sam sacaba sus libros de su casillero. Pare a Liam y lo mire.
—Bueno, debo ir a hablar con ella —señale a Sam.
—Te espero aquí —me miro. —Recuerda salimos hace casi una semana.
—Si ya lo sé —me di media vuelta y camine hasta Sam.
Ella sacaba sus libros de Química, mientras tarareaba una canción.
—Sam —llame, tocando su hombro. Se dio la vuelta y me miro fijamente. —Oye, se que estas enojada por no decirte de lo mío con Liam, pero es que yo no estaba segura si decírtelo o no. No sabía si iba a resultar y no me quería hacer falsas esperanzas contándotelo como si todo saliera bien. Y lo siento mucho, se que fui una tonta por no decírtelo y lo siento, lo siento, lo siento, lo siento mucho. Enserio y no he podido dormir sabiendo que tú estabas enojada conmigo, me hace sentirme muy…
—…_____(tn) —me interrumpió. —Está bien, te entiendo y no estoy enojada contigo, solo no estabas segura y ahora lo estas —me dijo sonriendo.
— ¿En serio, no estas enojada conmigo? —pregunte esperanzada, la idea de que Sam estuviera enojada conmigo era dolorosa, de alguna forma he creado un lazo de amistad con ella, y no me gustaría que terminara…ahora.
—Sí, enserio —cerro su casillero. —Y veo que…Liam te ha encontrado —dijo mirando hacia atrás mío. Di media vuelta y vi como Liam venia caminando con una sonrisa en el rostro. Estúpido, pensé. Debía quedarse al otro lado del pasillo, donde Sam no podía verlo.
—Lindo —me obligue a decirle. —Hola.
—Hola —sonrió. Para Sam esa sonrisa significaba, está feliz. Para mí era, vamos actúa bonita. Entrelazo nuestras manos y le sonrió a Sam. —Cariño me presentas a tu amiga —me miro. Suspire.
—Sam, el es Liam Payne, mi…novio — ¡No puedo creer que esté haciendo esto! —Liam, ella es Samantha Malik, mi mejor amiga.
—Hola —estiro su mano Liam. —Un gusto conocerte.
—Igual —Sam estrecho su mano con la de él. —Dime Sam.
—Así lo hare —sonrió.
—Bueno, yo debo…ir a clase —Sam se fue rápidamente por el pasillo.
Cuando la vi doblar la esquina me gire hacia Liam.
— ¡Por que querías que te presentara! —le grite bajo.
—Tranquila —comenzó a caminar, haciendo que caminara a su lado. —Tenía que hablarle, bueno conocerla —siguió caminando.
—Pero…hay nada —enojada lo seguí, hasta que llegamos a las puertas que daban al gimnasio.
—Bueno —me dijo colocándose al frente mío. —Tienes entrenamiento ahora, llegamos —sonrió. Mire el pasillo vacio, ya habían tocado la campana para entrar a clase.
—No llegaras tarde ¿O sí? —pregunte mirando su cabello, delicadamente peinado, dándole un toque despreocupado pero lindo.
— ¿Preocupada, Cariño? —sonrió, mientras con su pulgar acariciaba la palma de mi mano.
—No —bufe, y mire el pasillo de nuevo. —No es necesario que hagas eso —dije refiriéndome a las caricias que hacía en mi mano. —El pasillo esta vacio, no hay moros en la costa.
—Lo sé —dijo. —Pero se siente bien —siguió acariciando mi mano, provocando que me erizara un poco.
—Vas a llegar tarde —le dije.
—Tengo Historia Universal —me miro. —La profesora, no se molesta en aparecer la mayoría de las… —antes de terminar, con la mano desocupada me atrajo hacia a él, posando ambas manos alrededor de mi cintura.
— ¿Qué… —Que haces, iba a decirle. Pero antes de que pudiera decir: ‘Haces’. Me acerco a él y me beso con ternura. Desconcertada, le seguí el beso. Con mis brazos le rodee el cuello, atrayéndolo hacia mí.
Me siguió besando por unos largos segundos, pero fuimos obligados a separarnos por la falta de aire.
— ¿Por qué el beso? —le pregunte, tomando aire.
—Acababa de doblar la esquina Zayn —miro por detrás mío. —Se fue al vernos besándonos. — ¿Qué? Oh, no. Voy a tener que ponerme ojos en la espalda, pensé.
—Está bien —suspire. —Debo entrar —me separe de él y abrí la puerta del gimnasio.
—Adiós —beso mi mejilla y se fue.