Capítulo 14

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        [Hospital General de Musutafu]

[7:51 PM]

Takeshi observó a Nagant ahora frente a él desde su posición sentada en el suelo con la espalda descansado sobre la pared de cristal con emociones contradictorias, por un lado estaba feliz al ver que esta ya no parecía tener ganas de poner una bala en su frente, sin embargo, otra parte de él sentía molesto con su presencia aquí, sinceramente no tenia nada en contra de la heroína, su molestia era algo más dirigido hacia su jefa. 

Ya que esta no solo había abandonando a su suerte mientras su quirk aún lo estaba matando lentamente, ahora también lo trataba como una especie de soplón, siendo sincero no planeaba hablar de su tiempo en la comisión con nadie (aquel enmascarado había sido una excepción) no se sentía orgulloso de la cosas que había hecho para la misma, tampoco tenia rencores con las personas que trabajaban allí, ni siquiera su rencor hacia la presidente fue duradero, después de un tiempo simplemente lo dejo ir, pero ahora estaba resurgiendo como mucha fuerza.

Sin detenerse más en su sentimientos inútiles, Takeshi negó con la cabeza antes de hablar hacia la heroína que hasta ahora se mantuvo quieta con en mirada analítica dirigida hacia él—. Es un honor volver a verla, Tsutsumi-san.

Sin embargo, Takeshi supo tan pronto el apellido de Nagant salió de su labios que tal vez había cometido un error y que tal vez subestimo el cambio que su apariencia había sufrido durante el tiempo que estuvo alejado de la comisión.

Nagant presiono más el cañón de su mano deformada contra la frente del hombre—. ¿Cómo sabes mi nombre? —preguntó con una voz tan fría que parecía poder congelar el infierno mismo.

No inmutándose por el cañón en su frente, ni por el tono frio de Nagant, Takeshi dio una ligera carcajada, la cual se detuvo tan pronto como sintió aquel cañón de piel presionarse un poco más fuerte contra su frente—. ¿Acaso olvido a la persona que solía limpiar sus desastres, Tsutsumi-san? —cuestionó Takeshi con voz tranquila.

Kaina entrecerró los ojos ligeramente sin mover el cañón, mientras se permitía darle una mirada más detenida a la persona sentada frente a ella, ciertamente los rasgos del hombre era conocidos, sin embargo, la única persona que recordaba con los mismos no podía haber perdido tanto atractivo en un lapso tan corto de tiempo. 

Aun así decidió probar suerte—. ¿Kadenokoji-san?

Takeshi sonrió ligeramente antes de asentir—. El mismo. Además te dije que dejaras eso del 'san' no soy tan mayor y tampoco soy tu superior.

Retirando el cañón de la frente del hombre, el brazo de Nagant regreso  la normalidad mientras lo miraba sorprendida—, Por dios, Kadenokoji-san te ves como la mierda ¿Qué demonios paso contigo después de que te retiraste? —Nagant continuo hablando sin percatarse que la sonrisa de Takeshi había desaparecido tan pronto menciono el supuesto retiro—, Quiero decir, aparte de hacer lo que sea que estuvieras haciendo con ese hombre —dando un vistazo mas a la apariencia de Takeshi—. ¿Te casaste con una ninfómana o algo así? —cuestionó burlonamente la heroína aunque también genuinamente dudosa.

Ante la broma de Kaina, la pequeña sonrisa volvió al rostro de Takeshi—. No sabia que la mejor tiradora de la comisión sabia bromear.

La Tsutsumi correspodio su sonrisa antes de hablar—, Recuerdo que dijiste que soy una caja de sorpresas. Parece que eso no ha cambiado —la sonrisa desapareció del rostro de la heroina tan rápido como llego, ahora dándole una mirada sería al hombre sentado—. ¿Por qué trabajabas con ese monstruo, Kadenokoji? Acaso te retiraste solo para trabajar en un lugar peor que la comisión. ¿Eres estupido?

Una ligera risa que sonaba carente de emociones respondió la pregunta de Nagant la cuál vio a Takeshi negar con la cabeza antes de que este volviera su visión hacia ella antes de hablar con tono ligeramente burlón—, Veo que aún eres ingenua, Nagant. Sigues creyendo toda la mierda que la presidenta dice, ¿no es así? ¿Retirarme? ¿Fue lo que te dijo que hice? —Takeshi negó de nuevo con la cabeza antes de añadir—. Soy solo una marioneta que dejo de serle útil al titiritero, Nagant. Y al igual que yo, tú también dejaras de serle útil en algún momento. No confundas su respeto hacia tus capacidades con el respeto que le tiene a tu persona. Eres solo una marioneta para esa mujer. Todos los héroes que trabajan para ella son productos a sus ojos, y todo producto tiene un límite de lo que puede soportar antes de romperse y tú no estás muy lejos de romperte, Nagant, puedo notarlo.

El Chico Sin Quirk (Naruto x BNHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora