Estoy bien, lo prometo (Frerard)

Capítulo 9

Unos fuertes golpes lo trajeron de vuelta a la realidad, sus verdosos ojos comenzaban a abrirse, pudo notar la luz del sol colarse por la ventana, su Frankie estaba a su lado, sin embargo se estaba incorporando ya para ver quién tocaba con tanta insistencia la puerta tan temprano.

- Frankie – pronunció Gerard, aún un tanto adormilado, tratando de alcanzar a Frank. Al verlo, éste se acercó para darle un suave beso en los labios

- Iré a ver quién es amor, seguro se equivocaron – Dijo Frank poniéndose de pie y dirigiéndose hacia la puerta.

De un momento a otro Frank ya se encontraba rodeado por Jamia, quien lo abrazaba tan fuerte y dejaba besos por toda su cara.

- Frankie, te extrañé mucho – Dijo ella, continuando con los besos hacia Frank

- ¿Qué haces aquí?

- Pues vine a verte

- Pero tú y yo ya terminamos

- Claro que no, no hemos terminado

Gerard, quien continuaba en la cama, únicamente se quedó viendo aquella escena, sintiendo un vuelco en el estómago y tantas ganas de llorar, ¿por qué esa tipa estaba ahí? ¿Qué no acaso Frank ya había terminado con ella? ¿Todo fue una mentira?. Sin poder evitarlo las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, ni siquiera quería oír explicaciones, estaba claro que Frank seguía con Jamia, pero qué iluso fue, en qué momento creyó que la dejaría por él.

- ¿Gerard, nos puedes dejar solos?. Frank y yo necesitamos hablar – Fue lo único que escuchó tras salir de su ensimismamiento y limpiarse tan pronto las lágrimas, no quería que lo vieran llorar, mucho menos ella.

- Tú y yo no tenemos nada de qué hablar, además Gerard no se siente bien – Mencionó entonces Frank

- Si quieres podemos ir a mi habitación, ahí podemos platicar más cómodos

- No tengo nada qué hablar contigo Jamia

Mientras ellos discutían, Gerard se levantó de la cama y así como estaba, con su pijama, su cabello negro enmarañado y sus mejillas sonrojadas, se aproximó hasta la puerta, pasando a un costado de Jamia y Frank, sin siquiera poner atención a lo que éste último le decía, para entonces, una vez fuera, correr a toda velocidad al cuarto de Ray, tal vez al de Bob, ya ni siquiera sabía a dónde ir, sólo no quería estar más en ese lugar.

En su andar se topó con Bob, quien lo miró con preocupación, pues estaba hecho un mar de lágrimas, dejando simplemente que lo abrazara y lo reconfortara.

- ¿Qué pasó Gee? - Cuestionó Bob estrechando a Gerard entre sus brazos

- Sácame de aquí – Respondió Gerard sollozando

- Cálmate Gee. Vamos con Ray, él sabrá qué hacer – Sin embargo en tanto Bob reconfortaba a Gerard, Frank se hizo presente, y es que obviamente no iba a dejar ir a su chico así, lo vio salir tan afectado, seguro pensó lo peor de él, pero es que Jamia simplemente se negaba a aceptar que lo de ellos ya había terminado y que él ya había elegido y se había decidido por su hermoso pelinegro de ojos verdes, nadie tan hermoso como él, lo amaba con todo su ser y ahora que lo había aceptado no estaba dispuesto a perderlo por un mal entendido.

- ¡Oye!, suelta a mi chico – Gritó Frank al ver cómo Bob abrazaba a Gerard

- Gee no está bien – Mencionó entonces Bob

- Claro que no está bien, si tú lo estás abrazando. Suéltalo

Gerard ni siquiera quería voltear a mirar a Frank, no iba a resistir, se soltaría a llorar como un niño pequeño, por lo que se aferró más a Bob, sollozando en silencio. Sin embargo ante los gritos de Frank y Bob, pronto Mikey y Ray se aparecieron en el pasillo.

- ¿Qué pasa aquí? – Cuestionó Ray

- Este estúpido que no quiere soltar a mi chico – Mencionó Frank

- Gee no está bien – Dijo entonces Bob

- ¿Qué pasa hermanito? - Preguntó Mikey acercándose a Gerard, entonces éste último soltó a Bob para abrazar a su hermano – Gee, ¿qué pasa?

- Sácame de aquí Mikey, por favor – Fue lo único que dijo Gee

- ¿Qué le hiciste, estúpido? - Cuestionó Mikey mirando con rabia a Frank en tanto abrazaba a su hermano

- Nada, todo es un mal entendido – Se apresuró a decir Frank

- Lo mejor es llevarnos a Gee de aquí, necesita estar tranquilo – Manifestó Ray, acercándose a Gerard y a Mikey para dirigirse a su habitación

- Pero es mi chico, necesito hablar con él – Indicó Frank

- Por favor Frank, deja que se calme. Ya será después – Intervino Ray. A Frank no le quedó más remedio que quedarse ahí parado como un tonto, mirando como de nueva cuenta su chico era alejado de él y todo por ser tan estúpido.