[ c o n f e s i ó n ]

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Por supuesto hubo un sin fin de regaños por parte de Agnes hacia el desesperado hombre que yacia en el suelo frente a ellos.
Walter podría quedarse todo el día viendo esto, aunque probablemente trataría de animar al doctor, le tiene tanto cariño que desea cuidarlo en lo que resta de su vida.

La chica miró con firmeza al lobo, este se sobresaltó.
–Director lamento que haya tenido que ver todo esto. Le prometo que los prototipos estarán liston en tiempo y forma, no deseo que pierda su tiempo aquí con este...vago.
[Habló profesionalmente, regañando con voz seria al que trata de levantar del suelo]

Esto fue tomado con tristeza a los ojos del lobo, en otras palabras se diría que lo estaban sacando del edificio pero el quería quedarse a ver un poco más.

Tuvo que parecer ocupado e irse. Caminó a la puerta.

–Doctor recuerde que tiene una cita con la señorita Deluvoá, debe impresionarla si desea su mano. Pero dudo que lo acepte debido a su personalidad.
[Habló Agnes]

–¡Cállate debo hacer 158 prototipos!
[Contestó con furia]

Existió un silencio de reacción entre esas palabras, el lobo alzó las orejas y se fue sin ver muy bien su camino.

Entró al elevador.

¿Cita?
¿Pedir su mano?
¿Tenía novia? Avery no parece ser de los que se comprometen rápido por lo que...
Debe ser un emparejamiento formal pero, al no tener familia nadie lo obliga... ¿Acaso desea tener una?

Era inesperada la reacción que tuvo ese simple comentario en Walter, lo obvio es que no iba a tener nada con Avery, ni siquiera una amistad. Pero, ¿por qué se seinte tan inquieto? Se siente muy decepcionado, no, se siente decaído.

¿Enserio sentía la necesidad y sueños de estar con él? Aunque lo haya previsto varias veces pensaba que solo sería un pequeño interés inmaduro debido a su edad, tener 38 no es estar viejo para un humano pero para una bestia es sinónimo de un adulto mayor. Es normal tener pequeños declives ha ciertos gustos o experiencias no vividas.

Por más que lo piensa o niega:
Avery...no era un declive.

—Soy un adulto—
[Se dice, entre un sin fin de ideas revueltas en su mente, y corazón]
—No debo, deja de pensar así, no seas idota—
[Volvió a reclamarse]

.

.

.

Las personas hablaban con coqueteo o gracia alrededor, el lugar tenía un ambiente cálido y lujurioso pero era normal ver a cualquier tipo de persona ahí, fueran cual fueran sus preferencias.

—¡¿Enserio trato de embriagarme por todo esto?!—
[Pensó el lobo con sorpresa hacia sí mismo]

Terminó su trabajo como debía y de regreso a casa entró a un bar sin pensar, tan solo se mantenía en su cabeza: un desamor maldito. Era realmente idiota, un imbecil, un hombre tonto que se desahoga de un amor que nunca existió por otro hombre.

–Soy miserable.
[Dijo entre un eructo tomando más de lo que debería]
–Probablemente él ya esté arrodillado frente a ella...

La puerta del bar sonó, los ojos del lobo se dirigieron a esta con ojos tristes. No le importó la persona frente a él.

–Oh, ¡Director! Que alegría toparme con usted, eh...¿está ebrio?
[Juang, parecía pizpireto y sonriente después de tanto trabajo]
–Mm supongo que no debo exponerlo ante la junta directiva jaja.
[Bromea siendo sigiloso al pedir un trago en la barra]

–Tú, Thei-Juang, ¿eres supervisor de Avery verdad?
[Estaba algo mareado, se notaba en sus movimientos pero seguía firme]
–¿Cómo puedes soportar a ese...idota?
[Walter no considera detestable ni mucho menos idota a la persona que ama, tan solo se siente miserable de amarlo tanto sin querer]

–Mm supongo que le debo mucho. Sabe, cuando me conoció era muy diferente a como soy ahora, me salvó de un hoyo sin fondo de la manera mas amargada posible. Ahí supe que yo estaba mal y el me estaba consolando.
[Dijo sonriendo mientras tomaba su pequeño trago]

El lobo desvió la mirada profundizando lo que entiende como consolación. Juang parece conocer bien al doctor, mientras que él no sabe más que su nombre y trabajo del pelinegro. Le da tanta envidia no estar a su lado, le da tanta rabia no poder tocarlo como quisiera aunque...es la primera vez que lo siente así. Tal vez sea el alcohol.

–Y, luego noté que era muy descuidado a pesar de ser muy listo, por eso lo amé y no pienso alejarlo de mí lado nunca.
[Cerró los ojos pensando en algo que no se puede ver]

El animal gruñó.
–¡Tú no puedes amarlo como yo lo amo! ¡No te atrevas a decir que es tuyo, porque estas en un rotundo error! ¡Lo he amado por más de 6 años, no tienes derecho a saber lo que siento!
[Exclamó alertando a algunos clientes cerca, Juang se sobresaltó debido a los colmillos inesperados del lobo]

El castaño frunció el ceño.
–¿Qué le sucede? Yo solo estoy hablando del amor fraternal que le tengo a mi amigo, yo-...espere, ¿más de 6 años...?
[Se calló]

Walter esta vez sintió que realmente la cago.

Se levantó como toro de la barra y con algo de desequilibrio logró cruzar la salida del bar, no estaban lo suficientemente sobrio como para ser más rápido que el chico detrás suya.

–¡Director! ¿Le gusta Avery? ¿Quiere estar con él?
[Lo perseguía insistente con una sonrisa burlona en el rostro]

–¡Cállate!
[Resongó pasando por el pasillo que escondía el bar de manera curiosa, iluminado por un farol viejo húmedo por la lluvia de hace unas horas]

La luna estaba resplandeciente, y el cielo mareaba aún más al lobo al ver las estrellas moverse con él. Se escuchan los autos pasar en la entrada del callejón pero resuenan y desaparecen entre la noche.

–¿Cómo llegó a gustarle? ¿Quiere una cita con él?
[Insistía]
–¡Oh! Ya sé, puedo organizar una velada para ustedes dos este domingo. ¿Tiene libre este domingo?
[Será tonto]

–¡No va a haber ninguna cita, jamás! ¡Nunca voy a estar con él...! Por más que quiera...él, es tan maravilloso. Además, se comprometió hoy.
[Gritó eufórico y enojado]

–¿Hu? ¿Comprometer? Ohh, ¿cómo sabe de eso? Bueno, Avery me llamó hace horas para cancelar la cita, dijo que no le interesa en absoluto esa mujer ni ninguna otra.
[Afirmó]

–¡A-Aún así! Que más da eso, seguro pensará lo mismo de mí si me insinuo.
[Desvió la mirada negando lo que su estúpida cabeza le da a imaginar]

–No, eh...no creo que no le interese, es decir, Avery preguntó por usted el día hoy justo llegando a trabajo después de presentarlo ayer.
[Dijo pensando en lo que dijo su amigo con tono extraño]

La expresión del lobo se iluminó, aunque no quería pensar en ninguna expectativa, le fascinó escuchar eso.
–¡¿Si?! Digo, ¿q-qué preguntó?

–Sobre desde cuándo trabaja en este sector, no sería algo relevante pero no quiso contestar mi "¿por qué?" y Avery nunca se guarda cosas o explicaciones, al menos a mi no.
[Habló pensativo, miró al lobo en silencio]
–¿Por qué le gusta?
[Preguntó muy interesado, nadie ama a Avery de forma romántica, o al menos lo dejan de amar cuando lo conocen en persona]

–Eh...sonará tonto, pero ya había oído hablar de él cuando empecé a trabajar en la compañía EV, e-era normal admirarlo.
[Se toca la frente]
–Tuve días difíciles, y sin darme cuenta, mi mal humor me hizo toparme con él. Se veía peor que yo y solo hablamos...
[Bajó la mirada pensando]

–Es un dramático ¿sabe?
[Dijo serio]

–¡Cállate eres muy joven para entender!
[Se avergüenza de su corazón meloso]
–M-Me dio las gracias por algo pero...no pude sacármelo de la cabeza después de eso.

–...Voy a hablar con él.
[Juang se adelantó enfrente suya y sonrió]
–Además, me gustan los dramas.
[El lobo observó el rostro del chico, era el mismo lucifer]

Sin más que perder, decidió obedecer a su cuerpo y cayó rendido en las escaleras del callejón con una sonrisa boba.
–¡Director!
[Gritó el supervisor asustado de cargar a un lobo de 90 kilos hasta su casa]

[PRESENTACIÓN INESPERADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora