[ l u c e s ]

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Había un ambiente apacible más que formal, los invitados y anfitriones estaban listos para dar inicio a la hora esperada por todos. Ésta fiesta era únicamente para anunciar de manera mas directa el contrato de ambas empresas así como hacer publicidad de las competencias comprendidas por los trabajadores.

Los meseros pasaban con bandejas de licor o pequeños bocadillos entre la gente.
Alucinado por la iluminación acaramelada que se encontraba en telas y techo, daban algo más que nervios al director de exposiciones, que portaba un elegante smokin que daba juego con los demás presentes.

–¿Le dijo que lo acompañe en la fiesta?
[Preguntó Juang al lobo]
–Me parece lindo pero...no creo que venga.

–¡¿Eh?¡
[Resongó con miedo]

–Ah, no quise ser negativo es solo que...como estos eventos son en la noche, Avery debe haberse dormido u olvidado el asunto, no sería la primera vez.
[Explicó el castaño posando su mano en el hombro ajeno por consolación] [Juang se despide sin aviso debido a la llamada de unos superiores]

Walter bajó la mirada, no sabe si es cierto. No conoce bien al pelinegro como para saber que lo dejará plantado...igual, no importa si el se duerme ya que debe estar totalmente agotado debido a los prototipos.

...
No importa. ¿Verdad?

Si, se siente muy destrozado. Tal vez...Avery solo jugaba.

–Uh, es el Dr. Avery...
[Murmura la gente]

Las orejas del lobo brincan y voltea rápido a la entrada. ¿Dónde está Avery? Se paraliza notando que el arreglado hombre de smokim en la entrada era nada más que su pareja. Es la primera vez que está peinado y vestido decentemente.

Siente mariposas al notar la mirada del chico en la suya. El doctor se dirige al lobo con seriedad.

–¡Ahh Avery! Nos encantaría hablar de su...
[Un par de sujetos arrastran al pelinegro a una conversación, Avery no esconde su odio]

Por más que el doctor demuestre su disgusto ante todos, otras personas llegan a él cuando esté se aleja de las anteriores. Juang notó esto y se dirigió a la escena.

–Caballeros, señoritas, creo que estamos de acuerdo en que el trabajo del Dr. Avery ha sido más que enriquecedor pero demosle un respiro.

–D-Desde luego, discúlpenos. Con su permiso.
[Se fueron]

Juang lanzó un beso al pelinegro guiñando el ojo lo cual era vergonzoso.

Avery buscó al lobo, este ya no se encontraba donde antes pero fue fácil encontrarlo. Se dirigió a la mesa de aperitivos.

–Director.
[Saludó Avery acercándose al alto]

–Eeh!
[Brincó el lobo casi tirando su champán]
–B-Buenas noches.
[Dice inseguro]

–Buenas noches.
[Contesta acercándose a tal punto de chocar los hombros, el pelinegro toma un chocolate de la mesa]

Había una balada ligeramente coqueta de fondo interpretada por una banda que no era más que alentadora para ambos.
Observa al lobo, está completamente nervioso. La situación parece ser muy incómoda para el director, pero eso es lo que Avery piensa. Walter ama todo esto aunque parezca siempre un gusano tieso, la verdad es que tiembla tanto por aguantar ganas de abrazar al otro o decirle algo vergonzoso, no desea faltarle el respeto a Avery.

El pelinegro mantiene distancia bajando la cabeza, aunque él confesó lo que siente por el mayor, este no dijo nada al respecto aun haya aceptado lo de la fiesta.

Se escuchó un pequeño golpe de copa en el micrófono del pequeño escenario en el lugar. Había una demonio de piel rosada con aspecto elegante y carismático, a lado de un hombre risueño de cabellos azulados.

Todos observaron a los jefes de ambas compañías. Walter miró con atención a la mujer con algo de preocupación, el doctor siguió su mirada al hombre que era su jefe.

–Buenas noches. Agradecemos el apoyo y presencia de todos en esta velada, sírvanse, pronto empezaremos.
[El hombre sostenía una copa]

–Pero procuren dejar algo al final para celebrar.
[Afirmó la mujer riendo formalmente]

Después de esto los superiores bajaron y dejaron a la banda seguir tocando. El ambiente provocó que ambos no se mirasen y solo apreciaran la situación.

Hubo un roce que sobresaltó al pelinegro, era la mano del otro, ésta buscaba tomar la suya con suavidad. A penas se tocaron las manos directamente, Avery retiró la suya con un ceño fruncido.

Walter miró al pelinegro con confusión y desvió la mirada bajándola con pesadez.

–Ven.
[Avery tomó con fuerza la muñeca del lobo llevando a ambos fuera de la fiesta]

–¿A-A dónde?
[Se aterró de escapar así pero sus ansias eran más grande al ver el agarre del otro]

Avery se detuvo llegando a las puertas del elevador,  no había luces fuera de la velada por lo que el ambiente ahora era muy triste.

–No veo casi nada.
[Dijo tratando de ver un poco el pasillo]

–No necesitas ver para tomar mi mano.
[Exclamó el pelinegro tomando la mano del lobo por sorpresa]
–¿Eres idiota?¿Cómo se te ocurre hacer eso enfrente de nuestros jefes?
[Lo regañó molesto pero era lindo]

Walter seguía la voz de Avery, encontrando el rostro de este. Sus ojos de nuevo estaban hablándole...estaban tratando de persuadido y estaba funcionando. El lobo tomó al chico por los brazos, observó con detalles las luces que lo iluminaban por dentro y por fuera.

–¿A-Ahyao?
[El doctro estaba algo ruborizado]

–¿Por qué tus ojos brillan tanto?
[Dijo suspirando tomando por la mejilla al menor]
–Te...
[No terminó de hablar por el beso que dio al pelinegro sin darse cuenta]

Avery se mantuvo quieto unos segundos para después pasar suavemente el agarre de sus brazos por el cuello del animal.

Era un beso muy lento pero parecían estar pegados permanentemente al cuerpo del otro. El cuerpo de Walter se sentía tan lleno se amor, y el cuerpo de Avery se sentía tan gentil al tacto.

–¡OIGA-!
[El grito espantó de muerte a los enamorados, despegandose del miedo]
[Juang trató de regañarlos pero ese beso lo avergonzó]
–M-Me gustaría que lo hagan de nuevo pero ¡Están llamando a Ahyao para el estúpido discurso!
[Expresó preocupado tomando el brazo del lobo para llevarselo]

–P-Pero...
[Se quejó el mayor]

–¡Cállate abuelo! Avery te lo regreso enseguida.
[Afirmó el chico saliendo del pasillo y de la vista del pelinegro]

El doctor bajó la mirada tocando sus labios, sintió un ardor en estos. No dejaba de sentir un piquete en el pecho, y su rostro se sentía tan...ligero.

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⏰ Última actualización: Mar 04, 2022 ⏰

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