A la sombra de un roble

Emotional Coward

Si algún día le preguntan, dirá que aquella fue la primer mejor noche que tuvo en mucho tiempo. Sentirse seguro estando con un omega de piel pálida, en un campo despejado bajo la luz de la luna y a la vista de las estrellas, era como estar en un completo paraíso.

Llegar al punto en el que se encontraban, había sido bastante complicado. Harry había puesto la idea de convertirse en lobos. Él realmente lo ayudaría a transformarse, y aquello no pudo ponerlo más feliz.

Niall llevaba días insistiéndole al pobre omega que le mostrara como hacerlo, como conseguirlo.

Pero él estaba esperando este momento. Que Harry decidiera hacerlo por su cuenta, no porque alguien más se lo pidiera. Y por fin, después de varios días, lo había hecho.

Aunque había un pequeño problema que los tenía envueltos en ese momento, no permitiéndoles avanzar con la transformación.

---Te atreves a mirarme, y te juro que te corto las bolas. ---Estaba dándole la espalda al omega; ambos se encontraban solo con sus bóxer puestos, expuestos ante todo alrededor.

Ante ellos, el uno del otro.

---Ya te dije que no voy a mirarte. ---Soltó ya presa de la desesperación por estar casi en pelotas sin hacer nada. ---Dime que tengo que hacer y terminemos rápido con esto, ricitos.

Pudo escuchar al omega suspirar y maldecirse a si mismo por haber tenido aquella idea.

---Ponte sobre tus manos y rodillas.

---Prefiero ser el que esté detrás entonces.

El omega se tornó completamente rojo ante aquello. Él no estaba dándole ningún tipo de insinuación, solo trataba de que hiciera lo mismo que él hizo cuando logró transformarse.

---Deja tus b-bromas, Louis. ---le dijo, tras no saber que responder.

---¿Bromas? ¿Qué broma?

---Idiota. ---Y la armoniosa risa del alfa los envolvió a ambos.

---Está bien ricitos, no te molestes conmigo. ---se colocó sobre sus manos y rodillas, el omega detrás de él hizo lo mismo. 

Era la tercera vez que se transformaba de manera consciente, no conocía otra forma de hacerlo que no fuera aquella.

---Cierra tus ojos, trata de conectar con la naturaleza. Siente como si formara parte de ti. ---El alfa obedeció sin rechistar, mientras el omega hacía exactamente lo mismo.

Pasaron unos minutos y nada. No parecía estar sintiendo nada. Y esto estaba comenzando a molestarlo ¿Qué se supone que debería pasar ahora?

---Harry, no sé si me veas, pero no está pasando nada.

No obtuvo respuesta.

---¿Harry?

Nada.

--Harry, por el amor de Dios, puedes... ---Volteo al no recibir ninguna respuesta.

Claro, que no se esperó encontrarse con un lobo que parecía iluminar el lugar con su pelaje. La belleza y elegancia que ese lobo tenía, eran fascinantes. Reconocía su mirada.

Esa mirada esmeralda que lo salvó de las garras de un puma.

Esa mirada que se ilumina cada que le platicaba cosas sin sentido, para después escuchar una carcajada sin forma.

Esa mirada que vive en su memoria desde que tiene nueve años.

Salió de su trance, luego que aquel hermoso lobo le gruñera de una manera molesta. Entendió de inmediato a que se debía.